Los terr¨ªcolas trasladan sus problemas a ¡®Marte¡¯
El dilema entre la exploraci¨®n o la explotaci¨®n del planeta rojo centra la segunda temporada de la serie
Un grupo de terr¨ªcolas se convert¨ªa hace dos a?os en colonos de Marte en una serie que, combinando ficci¨®n y documental, relataba aquel desembarco en el planeta rojo. Ese grupo afronta ahora el reto de la supervivencia en la segunda temporada de Marte, que arranca esta noche (22.50) en National Geographic, con tramas que anuncian problemas de cohabitaci¨®n, pulsos por el poder, rupturas, nuevos romances e incluso un embarazo en el entorno menos id¨®neo.
La posibilidad de que el hombre repita en otros mundos los mismos errores cometidos en la Tierra es la cuesti¨®n de fondo que el programa, concebido por el productor Ron Howard, plantea a partir del an¨¢lisis de varios cient¨ªficos. Sus intervenciones en c¨¢mara, estableciendo paralelismos entre el maltrato al planeta y lo que podr¨ªa ocurrir si alg¨²n d¨ªa el hombre se asienta en Marte, se intercalan entre las secuencias de una ficci¨®n que viene a ilustrar ese dilema.
La trama de esta segunda entrega arranca en 2042, una d¨¦cada despu¨¦s de que la tripulaci¨®n de la International Mars Science Foundation (IMSF) emprendiera su misi¨®n espacial y acabara instal¨¢ndose en un medio desconocido y hostil, a m¨¢s de 50 millones de kil¨®metros de la Tierra. La entrada del sector privado en el proyecto, con la consiguiente colisi¨®n entre el trabajo de investigaci¨®n y los intereses empresariales, alimenta un argumento que subraya que la naturaleza humana sigue siendo la misma cuando los personajes habitan en otro planeta. Todo ello aderezado con los problemas personales de los personajes o el embarazo de una cient¨ªfica que abre la perspectiva del primer beb¨¦ marciano.
Al frente del reparto, la actriz y cantante surcoreana Jihae encarna a la comandante Hana Seung, quien intenta lidiar con todas esas tensiones desde la obsesi¨®n por una misi¨®n ¡°ante la que lo sacrificar¨ªa todo, dejando incluso de lado sus tragedias personales, para dar una segunda oportunidad a la humanidad¡±, dice la int¨¦rprete. Tanto ella como el resto del reparto, de diversas nacionalidades, reunido para la promoci¨®n de la serie en Londres ¡ªsin Alberto Ammann¡ª se declaran convencidos de que el entretenimiento supone solo un medio para hacer llegar el mensaje. ¡°La ¨²nica v¨ªa para solucionar los problemas de coexistencia en la Tierra, o en un hipot¨¦tico futuro en Marte, es la cooperaci¨®n, construir puentes en lugar de muros¡±, resume Gunnar Cauthery, cuyo personaje (Mike Glenn) no lleva bien su condici¨®n de oficial subalterno de una mujer.
La apuesta de la primera temporada de conceder el mando de la misi¨®n de la IMSF a una asi¨¢tica ¡ª¡°rompiendo estereotipos¡±, subraya Jihae¡ª se ampl¨ªa en estos seis nuevos episodios con el creciente protagonismo de las actrices, al que se suma la inclusi¨®n de m¨¢s voces de mujeres en el panel de cient¨ªficos de la parte documental.
La productora ejecutiva Dee Johnson admite esta vocaci¨®n de presentar a las mujeres en puestos de liderazgo. los responsables del programa todav¨ªa no han resuelto si habr¨¢ una tercera entrega. Depender¨¢, por supuesto, de la acogida de la audiencia, aunque tambi¨¦n de c¨®mo resuelvan los art¨ªfices de Marte su propio dilema: de proseguir esta aventura televisiva, llegar¨¢ un punto en que la parte cient¨ªfica de la serie ya no de para m¨¢s y la imaginaci¨®n deba imponerse, desvirtuando el actual formato h¨ªbrido. O, en otras palabras, el dominio absoluto de la ficci¨®n.
Un relato ¡°demasiado conservador¡±
?C¨®mo viviremos en Marte? se titula el ensayo de Stephen Petranek en el que se ha inspirado la serie para narrar la conquista del planeta. Lejos de la ciencia ficci¨®n, el periodista cient¨ªfico considera que el relato televisivo resulta incluso "demasiado conservador" y predice durante la promoci¨®n de la serie en Londres: "Llegaremos antes a Marte; es m¨¢s, en 2050 habr¨¢ m¨¢s de 100.000 personas instaladas all¨ª". Su pron¨®stico conecta con el de Elon Musk, el magnate empe?ado en la colonizaci¨®n de Marte, con el que plane¨® escribir el libro ¡ªacab¨® desistiendo por sobrecarga de agenda¡ª, quien interviene profusamente en la parte documental del programa.
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