El rock salvaje de MC5 vuelve a desafiar al mundo
El guitarrista original lidera una nueva gira del ic¨®nico grupo, que act¨²a hoy en Madrid
En hasta tres ocasiones, MC5 recibi¨® una nominaci¨®n al Rock and Roll Hall of Fame. Ninguna dio sus frutos para este icono del avant-punk, canonizado por la posmodernidad con la misma devoci¨®n que The Velvet Underground y The Stooges. No paladean el carisma de los grupos de Lou Reed e Iggy Pop. Sin embargo, su culto y explotaci¨®n mercantil no decrecen. Los de Detroit gozan de m¨¢s popularidad hoy que en su vida, de 1964 a 1972. Tanto que irrumpe ahora su tercera reanimaci¨®n, MC50, que, instigada por el guitarrista Wayne Kramer, ¨²nico componente original, justifica el 50? aniversario de Kick Out The Jams, ¨®pera prima de MC5. Tras Estados Unidos, la rama europea de su gira recal¨® en Barcelona, Murcia y, esta noche, en Madrid.
El fallecimiento, a finales del pasado siglo, de dos de los fundadores de MC5 ¡ªuno Fred Sonic Smith, marido de Patti Smith y padre de sus hijos¡ª no impidi¨® que los supervivientes exhumaran al grupo en 2003. Pero DKT/MC5, reencarnaci¨®n en la que ilustres invitados sustitu¨ªan a los ausentes ¡ªDave Vanian, Lemmy, Nicke Hellacopter, Evan Dando¡ª, ces¨® en 2012, tras la muerte del bajista Michael Davis. Kramer, ahora, vuelve a intentarlo.
Su voz jovial y juvenil, aunque fatigada por los a?os, 70 gasta ya, medita por tel¨¦fono sobre la trascendencia de ese tot¨¦mico disco con la vasta perspectiva que abre el medio siglo transcurrido, siendo ya otra persona. ¡°Dir¨ªa que m¨¢s que otro, soy una versi¨®n envejecida de aquel chaval. Resulta complejo evaluar KOTJ desde el presente. Lo que veo en ¨¦l ahora es a unos muchachos que demostraron que se pod¨ªa controlar el mensaje y crear algo valioso, reflejando una ¨¦poca y haci¨¦ndolo bajo much¨ªsima presi¨®n¡±. Repasado de cabo a rabo por MC50 en sus conciertos, KOTJ se ve¨ªa en su momento cuestionado, ¡°unos dijeron que ¨¦ramos demasiado beligerantes y militantes, otros que no ¨¦ramos lo bastante revolucionarios¡±, pero ubicaba en el mapa la vigorosa escena de Detroit ¡ªde ah¨ª lo de MC, Motor City¡ª, donde psicodelia y contracultura protagonizaban sinapsis con la conciencia obrera de las cadenas de montaje automovilistas, inmolando decibelios con un flam¨ªgero y desafiante rock retroactivamente denominado high energy. Sin¨¦cdoque de esa alta energ¨ªa, KOTJ recabar¨ªa p¨®stuma vitola m¨ªtica. ¡°Supongo que por su mensaje eterno: puedes cambiar el mundo si te pones a ello. Podr¨ªamos decir que es un disco revolucionario, sobre todo por la fidelidad con que captura la energ¨ªa de la juventud¡±. ?Su ret¨®rica surg¨ªa del coraz¨®n o de esl¨®ganes vac¨ªos? ¡°Del coraz¨®n, al 100%¡±.
Parte de la perpetuidad de KOTJ parece residir en la vigencia del mundo que pretend¨ªa explosionar. ¡°Solo han cambiado el escenario de las guerras y los rostros de la corrupci¨®n y el racismo.Todos los problemas son obra del hombre. Si los ha creado, puede acabarlos¡±. Radicalizados por su adscripci¨®n al White Panther Party, ep¨ªgono blanco de los panteras negras, KOTJ sembr¨® discordia entre MC5 y su discogr¨¢fica. Esta censuraba su grito de guerra ¡°Kick out the jams, motherfuckers!¡± (?sacaos el muermo de encima, hijoputas!) y grandes almacenes de Detroit vetaban la venta del disco. La compa?¨ªa rescind¨ªa contrato, amedrentada. El principio del fin.
Grabar¨ªan MC5 dos discos m¨¢s, de estudio y en Atlantic, el ¨²ltimo de ellos, High time, 1971, ¡°el m¨¢s maduro, y el que mejor capta la intensidad que desprend¨ªamos en directo¡±, pero la bola rodaba ya talud abajo. A la par que la banda se desmoronaba, Detroit sucumb¨ªa a una irrigaci¨®n de drogas duras. Kramer pag¨® cara la plaga, adicto y camello, condenado a dos a?os de trullo. Una experiencia de la que surg¨ªa Jail Guitar Doors, cofundada junto a Billy Bragg, organizaci¨®n de ¨¢nimo rehabilitador que proporciona instrumentos y clases a los convictos. ¡°Algunas prisiones han mejorado algo y otras han empeorado, como fuere sigue siendo un problema gigantesco. En Am¨¦rica hay dos millones de presos¡±.
As¨ªmismo ha emanado de ese trago mucha de la materia prima para The Hard Stuff: Dope, Crime, the MC5 and My Life of Impossibilities, flamantes memorias a cuya promoci¨®n seguramente debe m¨¢s esta gira que al propio KOTJ. ¡°No sabr¨ªa decir si la rememoraci¨®n ha sido amarga. Cuento la verdad, y la verdad puede ser embarazosa y dolorosa¡±. ?Cu¨¢l es la lecci¨®n m¨¢s valiosa de sus p¨¢ginas? ¡°Por mucho que la jodas siempre puedes volver a hacer las cosas bien¡±.
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