Netflix contrata a los mejores directores para ningunearlos
Paul Greengrass y los Coen merec¨ªan m¨¢s respeto que ser meras comparsas, relleno en la lista de recomendaciones
En la plaza de La Cebada en Madrid un enorme cartel tapa unas obras. "En 1478 se quemaban brujas en esta plaza", dice el anuncio que Netflix utiliza para promocionar Las escalofriantes aventuras de Sabrina. A unos kil¨®metros, junto a la estatua de Col¨®n (?casualidad?), una lona lee: "Adi¨®s hijueputas, hola hijos de la chingada". La plataforma se deja sus d¨®lares para que piques con Narcos: M¨¦xico. Y no es la primera vez que coloniza la ciudad. Lo hicieron con ?lite, The Crown, Las chicas del cable, Glow... Las lonas ya est¨¢n acostumbradas a mudar de piel. Objetivo: que todo mortal se entere de que existen sus series, pero ?y sus pel¨ªculas, qu¨¦?
A principios de octubre, al mismo tiempo que Netflix lanzaba a bombo y platillo la sexualidad puber de ?lite en todo el mundo, la compa?¨ªa sub¨ªa con nocturnidad y alevos¨ªa 22 de julio, filme sobre el ataque terrorista de 2011 en Noruega dirigida por Paul Greengrass. S¨ª, el responsable de tres taquilleras entregas de Bourne, Capit¨¢n Phillips y de la taquic¨¢rdica United 93 estrenaba sin pena ni gloria, de tapadillo entre "las series de la semana". Hab¨ªa que hacer un esfuerzo por enterarse, incluso si la quer¨ªas ver. Pero no es la ¨²nica. Mientras Narcos se aproximaba a tierras mexicanas, m¨¢s all¨¢ de la frontera los hermanos Coen se atrev¨ªan con un w¨¦stern por fasc¨ªculos llamada La balada de Buster Scruggs. Ni siquiera con Liam Neeson y James Franco en su reparto se salvaron de la fogatas de contenidos de la compa?¨ªa. Ni una ni la otra son las mejores obras de sus brillantes directores, cierto, y, aun as¨ª, merec¨ªan m¨¢s respeto que ser meras comparsas, relleno en la lista de recomendaciones.
Como dir¨ªa aquel: eso es el mercado, amigo. As¨ª funciona la fritura de la churrer¨ªa del streaming en m¨¢ximo chisporroteo. Una pel¨ªcula de Navidad antes relegada a las tardes de s¨¢bado lluviosas de Telecinco tendr¨¢ la misma relevancia que los ¨²ltimos lanzamientos de grandes directores. Es el cementerio de elefantes donde vienen a morir pel¨ªculas que, pese a ser aplaudidas por la cr¨ªtica como la cinta de terror Cam, no encontraron su espacio en las salas. Pocos sabr¨¢n que existen.
Y Col¨®n entre M¨¦xico y Colombia en #NarcosM¨¦xico. Ups pic.twitter.com/ONC9QXeofJ
— Eneko Ruiz Jim¨¦nez (@enekoruizj) October 31, 2018
Para ellos simplemente son Una pel¨ªcula original de Netflix. No hay ning¨²n premio que les ponga por encima de eso. Es un placer poder verlas en cualquier forma, claro, pero duele ahogarlas en la irrelevancia, ser parte de una maquinaria de usar y tirar que produce diariamente m¨¢s de lo que podemos ver en meses. Ojo, tampoco se libran las series, que en ocasiones duran tanto en el imaginario lo que dura su cartel publicitario en la pared. Aunque tampoco olvidamos las luces. Con fen¨®menos como La maldici¨®n de Hill House a veces prevalece el boca oreja frente a las nulas campa?as de promoci¨®n. Benditas.
En los pr¨®ximos meses veremos en Netflix lo ¨²ltimo de Cuar¨®n (Roma por suerte est¨¢ lanzada en la campa?a del Oscar, por lo que le beneficiar¨¢ en cuanto a visibilidad y tendr¨¢ pase en cines), lo pr¨®ximo de Scorsese y obras de Ava Duvernay, J.C. Chandor, Isabel Coixet o Andy Serkis. Es posible que no sean anunciadas en un cartel¨®n ni te salgan en tu cuenta de Instagram. O s¨ª. Quiz¨¢s alguien vuelva a replantearse que contratar a los mejores tambi¨¦n es un gran negocio, y no solo postureo. Algunas obras tienen valor porque perduran m¨¢s all¨¢ del fin de semana de estreno.
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