El ¨²ltimo recreativo
La pel¨ªcula sabe jugar con las dicotom¨ªas expresivas mientras desarrolla su aventura de supervivencia
Cuando se estren¨® The Last Picture Show all¨¢ por el a?o 1971, Peter Bodganovich supo plasmar el antol¨®gico ¨²ltimo destello del crep¨²sculo, el cambio de era en lo ¨¦tico y en lo est¨¦tico, aglutinando lo que a¨²n quedaba del clasicismo, particularmente del w¨¦stern, entre John Ford y Howard Hawks, y la nueva ola de rebeld¨ªa que desde los nuevos cines europeos estaba calando en el Hollywood de los moteros tranquilos y los toros salvajes. Un respeto hacia la anterior generaci¨®n, pero expuesto desde un cierto radicalismo de la nueva, que tambi¨¦n pulula alrededor de Ralph rompe Internet, notable pel¨ªcula animada de Rich Moore y Phil Johnston, que, como ya hac¨ªa su antecesora, ?Rompe Ralph! (2012), envuelve la nostalgia de los recreativos con la celeridad insaciable de la Red, para llevar de la mano hacia los cines a padres e hijos, representantes cada uno de una era que nunca volver¨¢ y de un tiempo actual de apabullante complejidad.
RALPH ROMPE INTERNET
Direcci¨®n: Rich Moore, Phil Johnston.
Int¨¦rpretes: John C. Reilly, Sarah Silverman, Gal Gadot, Taraji P. Henson (voces).
G¨¦nero: animaci¨®n. EE UU, 2018.
Duraci¨®n: 112 minutos.
Con engranaje dram¨¢tico de comedia rom¨¢ntica de desencuentros y reencuentros, estructura de pel¨ªcula de carretera, sucesivas apariciones de secundarios y trayecto f¨ªsico y moral de su pareja protagonista (la ni?a del azucarado juego Sugar Rush y la rocosa bondad del forzudo Ralph), y tratamiento de personajes a la manera de las buddy movies o pel¨ªculas de colegas, con personalidades marcadamente diferentes, Ralph rompe Internet sabe jugar con las dicotom¨ªas expresivas mientras desarrolla su aventura de supervivencia. As¨ª, a dualidades m¨¢s o menos obvias, como la de lo anal¨®gico y lo digital, y la de los recreativos contra la playstation, se unen otras a¨²n m¨¢s interesantes. Como la continua met¨¢fora entre el progresismo y el conservadurismo, que representan, respectivamente, las personalidades de la cr¨ªa Vanellope y el adulto Ralph, expuesta a trav¨¦s de sucesivos comportamientos que deambulan entre la querencia por la rutina del viejo y las ansias de novedad y revoluci¨®n de la ni?a.
De paso, gracias a esa estructura de road movie, Moore y Johnston, responsables tambi¨¦n de la primera entrega, aprovechan para ir presentando desternillantes personajes y gags en torno al cine de animaci¨®n e Internet, (casi) todos muy efectivos, comenzando por las jocosas secuencias con las princesas Disney y terminando por la formidable representaci¨®n del universo de la Red y las apariciones estelares del buscador de google, el edificio de Meetic y las siempre pejigueras ventanas emergentes y sus publicidades intrusivas.
Y es justo en una de esas presencias puntuales donde la pel¨ªcula tiene su ¨²nico desliz: en el episodio de los virus inform¨¢ticos, que comienza como una gran idea (un lugar con apariencia de escenario de cine negro, de lugar del crimen, donde se pueden conseguir contrase?as y n¨²meros de cuentas del banco), pero que desvar¨ªa con unos posteriores, y espantosos, 20 minutos de cine de aventuras y acci¨®n. Dotada de un bell¨ªsimo aliento tr¨¢gico y crepuscular, Ralph rompe Internet bien podr¨ªa haber carecido de esa parte aventurera, m¨¢s propia de una mala producci¨®n de superh¨¦roes, y llegar al mismo y estupendo desenlace, pero por derroteros menos plastas y convencionales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.