La princesa no est¨¢ triste
?C¨®mo ser¨ªa el argumento de novelas como el' Quijote', 'El proceso' o 'Crimen y castigo' si sus protagonistas fueran mujeres?
Me pongo al d¨ªa en la web: ha aparecido, por fin, un libro justiciero. Sobre la maqueta visual y narrativa de El principito, se ha compuesto e impreso algo nuevo y revolucionario. Quienes se aferran a tradiciones perimidas posiblemente lo juzguen una imitaci¨®n sin gracia. Se trata de La principesa. B¨²squenlo o imag¨ªnenlo, porque no voy a referirme ac¨¢ a este nuevo aporte a la diversidad, sino a lo que ha sido inspiraci¨®n para una serie de libros que propondr¨¦ a alguna editorial donde trabaje un amigo o amiga. Una nueva colecci¨®n que, de una vez por todas, me permita vivir holgadamente.
En las actuales condiciones de la batalla ideol¨®gica, reconozco que la idea no es muy original. A muchos se les debe haber cruzado por la cabeza reescribir los cl¨¢sicos de Mark Twain, Tomasita Sawyer o Huguita Finn. Pero la cuesti¨®n no es la originalidad, sino conocer lo necesario para editar, preparar para la imprenta, lidiar con ilustradores y diagramadores, corregir pruebas, decidir tapa y contratapa, publicidad, prensa. Conozco un poco de todas estas cosas, de modo que ser¨ªa una gerente general ahorrativa. Me animo a vencer a cualquier hombre en una competencia por el puesto.
Ya tengo patentado el nombre de la colecci¨®n. El t¨ªtulo de ¡°Reescrituras¡± me suena un poco pedante. Podr¨ªa ser ¡°Arruinando los cl¨¢sicos¡±, aunque parezca demasiado pesimista. Quiz¨¢s el nombre m¨¢s neutro (en este sentido) sea ¡°?Lean y aprendan!¡±, que robo de una colecci¨®n muy popular en mi infancia que se llamaba Leer y Pensar.
Si alguna editorial se interesara para que yo dirigiera una colecci¨®n de poetas, desde ya advierto que no publicar¨ªa ni un verso de Dar¨ªo ni de Neruda
Los primeros t¨ªtulos del cat¨¢logo ser¨ªan los siguientes:
Do?a Quijota: Alfonsa Quijana es una se?ora medio loca que, despu¨¦s de leer muchas novelas de aventuras, se compra un caballo con los ahorros que roba a su vecina, la barbera. Sale por los andurriales castellanos y la violan en las ventas, someti¨¦ndola a innumerables ultrajes. Pero, con la ayuda de su amiga Sancha, do?a Alfonsa se comporta heroicamente. Toda magullada, vuelve a su hogar y muere. Albert Serra film¨® Honor de cavalleria, una bella pel¨ªcula con este argumento. Quiz¨¢s alguna inteligente productora podr¨ªa proponerle un remake con do?a Alfonsa como protagonista.
La se?ora Bovary: en una provincia de Francia vive una m¨¦dica, la doctora Carlota Bovary, que ha tenido la desgracia de casarse con Emmo, un so?ador rom¨¢ntico, que sirve para poco y ni siquiera atiende a su hijita. La doctora Carlota trabaja ensimismada, soporta las iron¨ªas de sus vecinos, sobre todo las de un pedante farmac¨¦utico, mientras a su marido le sobra el tiempo para flirtear con otras y gastar la plata en corbatas y chalecos de seda. Por esas infidelidades masculinas, por la inconstancia, la pereza, la indiferencia del esposo de la pobre m¨¦dica, y tambi¨¦n por las deudas que este ha contra¨ªdo en secreto, las cosas terminar¨¢n muy mal.
El proceso: una oscura empleada de banco, de nombre Josephine Ka, es detenida y se le avisa que ser¨¢ procesada. Se la somete, como mujer, a todo g¨¦nero de humillaciones y torturas morales. Ella, Josephine Ka, nunca llegar¨¢ a enterarse de qu¨¦ se la acusa. Queda clarito que el autor quiere denunciar la culpa eternamente atribuida a las mujeres indefensas. Orson Welles ya no podr¨ªa corregir su magn¨ªfico filme El proceso, que tuvo como protagonista a Anthony Perkins. Se sugiere un remake con Madonna. Tambi¨¦n es posible reescribir un famoso cuento de Kafka: La condena, que muestra con crudeza de qu¨¦ modo la autoridad de una madre venerable lleva a su joven hija a matarse tir¨¢ndose al r¨ªo.
Crimen y castigo: una estudiante rusa, Radiona Raskolnikova, se inclina a los filosofemas y practica la vagancia, aunque es capaz de algunos sentimientos generosos. Su pobre madre y su hermana la mantienen con gran esfuerzo. En sue?os, Raskolnikova piensa que puede ganar alg¨²n concurso de belleza y convertirse en Mis San Petersburgo. Esas fantas¨ªas la conducen a creerse una mujer superior. Pero a la pobre so?adora no le va bien en una sociedad machista. Todo lo que consigue es llenarse de deudas. Y, finalmente, asesina a un usurero. Si Raskolnikova fuera un hombre ser¨ªa considerado un asesino y un loco. Sin embargo, el autor de la novela tiene piedad con su protagonista femenina, a la que env¨ªa a la c¨¢rcel, sostenida por una luz al final del t¨²nel.
Estas primeras novelas para adultos responden a la necesidad de que no solo los ni?os sean educados en la diversidad de g¨¦nero. Tambi¨¦n nos abren la posibilidad de reflexionar sobre la fatalidad que destroza la vida de mujeres que, como la se?ora Bovary, han sido obligadas al trabajo duro mientras sus maridos disfrutan de la vida y de su cuerpo; la desgracia que acecha a las mujeres inteligentes y originales que enloquecen en un mundo que no las admite; o, finalmente, la persecuci¨®n que padecen mujeres an¨®nimas como gran alegor¨ªa del proceso a su sexo, tal como lo escribi¨® Kafka muchas veces.
Si alguna editorial se interesara para que yo tambi¨¦n dirigiera una colecci¨®n de poetas, desde ya advierto que no publicar¨ªa ni un verso de Dar¨ªo ni de Neruda.
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