El legado escrito de Maim¨®nides ilumina Jerusal¨¦n
El Museo de Israel expone 14 textos, algunos de ellos manuscritos originales, del erudito cordob¨¦s
La oscuridad se cierne sobre la sala del Museo de Israel en la que se expone una parte importante del legado de Maim¨®nides (1135-1204). Tan s¨®lo brillan en su interior las 14 obras con anotaciones en hebreo y judeo¨¢rabe del conocido m¨¦dico, rabino y fil¨®sofo cordob¨¦s dispuestas en c¨ªrculo, como si se tratase de estrellas en medio de la noche. ¡°Son textos muy antiguos que van a estar hasta finales del mes de abril expuestos. Hemos sido muy cuidadosos con la iluminaci¨®n y las condiciones clim¨¢ticas de la sala, para evitar da?arlos¡±, explica Anna Nizza-Caplan, la comisaria jefe de la muestra, reci¨¦n inaugurada en Jerusal¨¦n.
Para la experta cada manuscrito de los reunidos tiene algo que le hace especial, bien sea por su contenido filos¨®fico, por las notas salidas de la pluma del propio Maim¨®nides o por las delicadas ilustraciones que iluminan el pensamiento del erudito andalus¨ª, nacido en C¨®rdoba en el a?o 1135, en el seno de una familia acomodada jud¨ªa. ¡°La mayor¨ªa son copias realizadas en diferentes partes del mundo, pero hay tres textos que pertenecieron a la familia de Maim¨®nides y dos de ellos son manuscritos originales con anotaciones de su pu?o y letra¡±, explica Nizza-Caplan frente a la vitrina en la que se encuentra un grueso volumen escrito en pergamino con el aut¨®grafo del famoso pensador. ¡°Es una pieza ¨²nica porque contiene su firma, que era su manera de decir que es una obra revisada personalmente por ¨¦l. Fue comprada en Alepo (Siria) en el siglo XVI por un comerciante jud¨ªo y luego donada a Oxford, gracias a lo que se conserva¡±, cuenta admirando el libro cedido por la Biblioteca Bodleiana de la Universidad de Oxford, Inglaterra.
Seg¨²n la comisaria, en el mundo existen numerosos textos de Maim¨®nides pero lo extraordinario es encontrar vol¨²menes completos escritos por ¨¦l. ¡°De su obra maestra, sus Comentarios a la Mishn¨¢ Torah (conjunto de leyes jud¨ªas), solo se conservan cuatro secciones. Hemos logrado traer a esta muestra dos de ellas¡±, explica la experta israel¨ª de origen italiano.
Maim¨®nides pas¨® diez a?os de su vida inmerso en anotar sus comentarios a ese c¨®digo legal jud¨ªo -inicialmente de tradici¨®n oral y posteriormente compilado para evitar que esos conocimientos se perdiesen- para tratar de hacer llegar a todos el esp¨ªritu de esos preceptos que rigen la vida de los jud¨ªos. ¡°Sus ense?anzas rab¨ªnicas fueron universales porque sus disc¨ªpulos se encargaron de llevar su obra a todo el mundo conocido. Sus escritos sobre medicina y filosof¨ªa son menos populares, pero no menos importantes para comprender el alcance de la figura de Maim¨®nides, por eso tambi¨¦n hemos tra¨ªdo a esta exposici¨®n varios ejemplos¡±, dice la comisar¨ªa de la muestra.
Una de esas obras es el tratado filos¨®fico La Gu¨ªa de los Perplejos -copiado en Barcelona en el siglo XIV y prestado por la Biblioteca Real Danesa de Copenhague- en el que el erudito andalus¨ª trata de arrojar luz sobre los posibles conflictos entre las ense?anzas de fe y los estudios seculares y cient¨ªficos. ¡°Desgrana conceptos muy abstractos. Es un libro evidentemente destinado a pensadores y estudiosos¡±, explica Nizza-Caplan.
Junto a las obras prestadas por Biblioteca Nacional Brit¨¢nica en Londres, el Museo Metropolitano de Nueva York, la Universidad de Oxford, la Biblioteca Nacional de Francia y la Biblioteca Apost¨®lica del Vaticano, en el centro de la sala, peque?as ventanas permiten asomarse a escenas en miniatura que recrean la vida cotidiana contempor¨¢nea a Maim¨®nides.
Un prol¨ªfico autor que abandon¨® al-?ndalus poco despu¨¦s de que los almohades conquistaran C¨®rdoba. Se mud¨® a Fez, en Marruecos -donde estudi¨® medicina- y tras una breve estancia en Tierra Santa, termin¨® asent¨¢ndose en Egipto, en lo que hoy en d¨ªa es El Cairo. All¨ª lleg¨® a ser m¨¦dico personal del sult¨¢n Saladino -el famoso l¨ªder ¨¢rabe que conquist¨® Jerusal¨¦n (1187) a los cruzados europeos- y all¨ª muri¨® (1204), aunque sus restos descansan en la ciudad israel¨ª de Tiberias, junto al Mar de Galilea.
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