El patrimonio religioso que est¨¢ fuera del radar

El pasado 1 de julio, A. B. alert¨® al Fiscal de Medio Ambiente de un posible expolio de bienes en la iglesia conventual de Nuestra Se?ora de los ?ngeles, en Granada. Paseaba junto a un amigo por el Rastro de Madrid y al entrar en uno de los anticuarios de la calle del Carnero reconoci¨® varias piezas del convento, cerrado a principios de a?o por falta de vocaciones. Expuestas al p¨²blico, como el resto de las obras en venta, seg¨²n la denuncia, se encontraban una imagen en madera de San Juan de Dios; un templete procesional dorado y policromado del altar mayor; un cuadro-cornucopia con pintura de la Virgen de los Desamparados de Valencia, procedente del coro bajo de la iglesia. Tambi¨¦n se vend¨ªa uno de los bancos. Pudieron hacer unas fotos y preguntar al encargado por el precio: ¡°Cada una 2.500 euros¡±, les respondi¨®, tal y como denunciaron al fiscal.

Ambos prefieren ocultar sus nombres, pero aportan la respuesta del fiscal a su denuncia: ¡°La representante legal del Convento de Nuestra Se?ora de los ?ngeles de Granada manifest¨® en la Comandancia de la Guardia Civil de Granada que las im¨¢genes y el banco procedentes del convento se encontraban en el Rastro de Madrid y fueron trasladados con la finalidad de solicitar un presupuesto de restauraci¨®n y que, ante la falta de acuerdo al respecto, las im¨¢genes (y posteriormente tambi¨¦n el banco) fueron devueltas al convento¡±. Como indica el escrito del fiscal, las piezas del cenobio de Granada volvieron a su comunidad de origen, en los conventos del Santo ?ngel Custodio y de la Encarnaci¨®n. El fiscal Jos¨¦ Marta Garc¨ªa concluy¨® en su escrito ¡°que no existe raz¨®n alguna para dudar acerca de las razones que motivaron su traslado temporal a Madrid¡±.

Tras casos como este late un problema que afecta a los bienes art¨ªsticos en poder del clero: no existe inventario actualizado del patrimonio cultural de la Iglesia Cat¨®lica, pese que este se est¨¢ redactando desde 1987. Eso permite que las piezas eclesiales no registradas puedan venderse u ofrecerse con total impunidad.

El pasado 4 de julio, Eva Garc¨ªa Sempere, diputada de Unidos Podemos en el Congreso de los Diputados, pregunt¨® al Gobierno si dispone del inventario patrimonial de la Iglesia Cat¨®lica o, en caso negativo, cu¨¢ndo prev¨¦ tenerlo. Tambi¨¦n pregunt¨® por los planes del Gobierno para impulsar la creaci¨®n de un listado de bienes muebles de la Iglesia que pertenezcan al ¨¢mbito cultural. El 27 de septiembre el Gobierno le respondi¨® que son las comunidades aut¨®nomas y la Iglesia las que lo realizan desde hace 31 a?os, pero ¡°dada la envergadura de la tarea, no resulta f¨¢cil el estudio de la trazabilidad de los bienes y no existen estad¨ªsticas a este respecto¡±.

No existe un inventario general de bienes muebles catalogados por la Iglesia que se pueda controlar para evitar su desaparici¨®n

Desde el Ministerio de Cultura apuntan que ¡°la elaboraci¨®n de ese inventario est¨¢ en marcha, habi¨¦ndolo finalizado ya algunas comunidades aut¨®nomas mientras que otras siguen en proceso¡±, sin se?alar cu¨¢les lo han terminado, cu¨¢les no y d¨®nde se puede consultar. La Delegaci¨®n de Patrimonio Cultural de la Conferencia Episcopal admite que ¡°cada inventario de bienes muebles lo hacen desde las di¨®cesis¡±.

Lourdes Labaca Zabala, profesora en el Departamento de Derecho Eclesi¨¢stico del Estado y de Derecho Romano, en la Universidad del Pa¨ªs Vasco, explica: ¡°En el acuerdo firmado entre la Iglesia y el Estado en 1987 no hay fecha para la creaci¨®n del inventario de los bienes muebles. Por eso la Iglesia no incumple con la Ley de Patrimonio, aunque est¨¦ obligada a hacerlo. Existe la obligatoriedad, pero no tiene plazo. No creo que veamos el inventario, porque no interesa ni a los pol¨ªticos ni a la Iglesia¡±.

En el acuerdo firmado entre la Iglesia y el Estado en 1987 no hay fecha para la creaci¨®n del inventario de los bienes muebles

Fernando Carrera, presidente de la Asociaci¨®n Profesional de Conservadores Restauradores de Espa?a (ACRE), asegura que en el Rastro, entre sus asociados, no hay restauradores en arte sacro. Le extra?a mucho la excusa de la restauraci¨®n en el caso de los bienes aparecidos en el mercadillo madrile?o: ¡°Eso suena fatal. El mueble no se traslada, se mueve el restaurador¡±, dice. El taller Cerd¨¢ e hijos, con m¨¢s de 40 a?os de experiencia en Castilla y Le¨®n, explica que para un presupuesto no movilizan los bienes a la tienda, sino que son los restauradores los que se desplazan hasta la iglesia, el convento o el monasterio. Mucho menos entre provincias, como de Granada a Madrid.

El Arzobispado de Granada, por su parte, sostiene: ¡°No ten¨ªamos conocimiento del caso¡±. ¡°Los conventos son aut¨®nomos y dependen directamente de la Orden¡±, a?aden. La madre federal de la congregaci¨®n, en el convento de Santa Clara de Jes¨²s, en Estepa, confirma el cierre, pero tampoco aclara el motivo del traslado. ¡°Es muy doloroso el proceso de cierre, pero la sequ¨ªa vocacional actual, ha conllevado a esta situaci¨®n¡±, apunta por correo electr¨®nico sor Josefa.

La Ley de Patrimonio Hist¨®rico de 1985 es contundente: la Iglesia tiene prohibido el libre comercio de sus bienes [inventariados]. Solo puede hacerse cargo de ellos el Estado. ¡°El patrimonio religioso corre peligro por el final de las vocaciones y el cierre de conventos y monasterios¡±, cuenta A. B. ¡°?Qu¨¦ pasar¨¢ con el final de todas las vocaciones que se avecina?¡±, se pregunta.

El Arzobispado de Granada no aclara si ha acabado su inventario. El responsable de Protecci¨®n del Patrimonio en la Junta de Andaluc¨ªa, Juan Manuel Becerra, admite que el listado de toda la comunidad no est¨¢ finalizado, porque depende del presupuesto. ¡°No sabemos cu¨¢ndo acabaremos¡±, a?ade.

El investigador Andr¨¦s ?lvarez Cortina defiende en ¡°Bienes para una cooperaci¨®n eficaz Iglesia-Estado¡± (en un estudio de 2005), que ¡°la Iglesia siempre se ha mostrado reticente a la elaboraci¨®n de estos inventarios, ya que esto supone poner en evidencia los tesoros art¨ªsticos que ella detenta¡±. Los expertos aseguran que la Iglesia siempre se ha resistido a los efectos de la aplicaci¨®n de la normativa estatal sobre protecci¨®n del Patrimonio Cultural.

¡°El inventario es importante para conocer la riqueza que debemos custodiar y proteger. Si no figura en un cat¨¢logo, no existe y queda fuera de control¡±, asegura Lourdes Labaca, que alerta sobre otro peligro: los conventos est¨¢n en suelo urbanizable ¡°muy sugerente¡± y venden, aunque haya vocaciones. ¡°No tenemos datos de cierres de conventos ni de la ca¨ªda de vocaciones, como tampoco los tenemos sobre el n¨²mero de bienes que custodian¡±, cuenta la profesora para subrayar la opacidad con la que act¨²a la Iglesia sobre la parte m¨¢s amplia del patrimonio hist¨®rico espa?ol.