Kore-eda saca a la luz a la infancia m¨¢s invisible y olvidada de Jap¨®n
El realizador estrena ¡®Un asunto de familia¡¯, Palma de Oro en Cannes
Lo del thriller ha sido visto y no visto. Hirokazu Kore-eda (Tokio, 1962) ha abandonado pronto el g¨¦nero al que dedic¨® un ¨²nico filme, El tercer asesinato, una visi¨®n de la sociedad japonesa centrada en la justicia y la pena de muerte, para volver la vista de nuevo a la familia, a ese n¨²cleo de dramas y felicidad, puertas adentro, en el que el director japon¨¦s entra como nadie con un fin¨ªsimo y delicado bistur¨ª. Es quiz¨¢s Un asunto de familia, el filme que se estrena hoy en Espa?a, uno de los mayores prodigios que han salido de la c¨¢mara de este retratista de la sociedad japonesa. Ganadora de la Palma de Oro en el ¨²ltimo Festival de Cannes y candidata a los Oscar como mejor pel¨ªcula de lengua extranjera, Un asunto de familia es una valiente incursi¨®n en torno a todos aquellos ni?os invisibles y olvidados que pueblan Jap¨®n y los lazos sentimentales que van m¨¢s all¨¢ de los sentimientos en las relaciones de sangre. La historia comienza cuando un ni?o y su padre, dedicados a peque?os hurtos, recogen a una ni?a abandonada y la llevan a su casa. A pesar de su extrema pobreza, deciden acogerla hasta que un accidente saca a la luz los secretos m¨¢s ocultos de ese grupo familiar.
Para Kore-eda, un hombre elegante y reflexivo, que se acaricia su camisa impecable en busca de unas inexistentes arrugas, Un asunto de familia es una prolongaci¨®n de todas sus pel¨ªculas anteriores. En una entrevista realizada en San Sebasti¨¢n, donde el pasado mes de septiembre recibi¨® el Premio Donostia, explicaba que con este filme "hab¨ªa decidido salir de una casa determinada", aquella en la que suceden los dramas internos, para centrarse en "la interacci¨®n de la familia con la sociedad japonesa". El realizador de t¨ªtulos como Nadie sabe, De tal padre, tal hijo o Nuestra hermana peque?a asegura que frente a su filmograf¨ªa anterior, en la que ha retratado a familias con v¨ªnculos sangu¨ªneos, su ¨²ltimo filme parte del deseo de penetrar en un n¨²cleo familiar sin ninguna relaci¨®n de consanguinidad. ¡°Un asunto de familia remite de alguna manera a mi anterior filme, Nadie sabe, en el que tambi¨¦n los ni?os de alg¨²n modo eran invisibles para la sociedad. Mi intenci¨®n esta vez no era filmar una obra de denuncia social, sino la de incidir en cuestiones sobre estas familias que existen en la sociedad japonesa, en las que las fechor¨ªas y las mentiras son su manera de sobrevivir, y qu¨¦ pasa cuando se descubre la verdad¡±, explica el director, que se?ala que en los ¨²ltimos a?os en Jap¨®n aparecen cada d¨ªa con m¨¢s frecuencia noticias sobre ni?os que no est¨¢n inscritos en ning¨²n n¨²cleo familiar y ni?os que no est¨¢n escolarizados. ¡°Jap¨®n arrastra todav¨ªa un gran problema en cuanto a los registros de las familias. Por ejemplo, si una esposa sale del hogar por violencia dom¨¦stica y tiene un hijo con otro hombre, ese ni?o sigue siendo legalmente del marido, lo que lleva a que muchos reci¨¦n nacidos no sean inscritos en ning¨²n registro. Tambi¨¦n sucede en los casos de divorcio¡±, se lamenta Kore-eda, aunque se?ala que su objetivo no es hacer una denuncia del sistema judicial en este caso concreto. ¡°Centro mi mirada en la figura del padre y del resto de miembros de esa familia at¨ªpica¡±.
Un asunto de familia enlaza de alguna manera con los grandes dramas infantiles del siglo XIX que retrat¨® Charles Dickens en sus obras y muy especialmente Oliver Twist. ¡°Conozco bien el libro sobre Oliver Twist pero no lo he tenido en cuenta a la hora de reflexionar sobre mi pel¨ªcula. El que s¨ª me ha influido y de manera decisiva es el filme El muchacho, de Nagisa Oshima, sobre tres chicos que van deambulando por todo el pa¨ªs como si fueran una familia¡±.
Est¨¢ claro que la sangre no es aqu¨ª sin¨®nimo de amor, ni de bondad. ¡°No podemos olvidar que esta familia est¨¢ unida por el crimen y el delito. Sin llegar al extremo de defender que los v¨ªnculos no sangu¨ªneos est¨¦n siempre rodeados de ternura, quer¨ªa incidir m¨¢s en el hecho de c¨®mo en Jap¨®n se mira de una manera muy dura a estas familias no unidas por la sangre¡±. Kore-eda piensa poco en el Oscar. ¡°Yo con mi Palma de Oro en Cannes me considero m¨¢s que recompensado¡±.
Babelia
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