¡°Migrar es el gran verbo de nuestros tiempos¡±

El trasiego por la frontera entre M¨¦xico y Estados Unidos es algo natural para la escritora Cristina Rivera Garza (Matamoros, 1964). "Soy, como mis abuelos tantos a?os antes, una fronteriza", cuenta a EL PA?S. Desde finales de los ochenta vive en ingl¨¦s y en espa?ol, trabajando en universidades norteamericanas y ofreciendo talleres o charlas de manera constante en M¨¦xico y otras ¨¢reas del mundo de habla hispana, algo que le permite "hacer preguntas que solo pueden ser respondidas si vas de uno a otro lado de la l¨ªnea". La autora, que ha reflejado en sus obras la violencia que sacude M¨¦xico, cree que ser¨ªa dif¨ªcil tener una conversaci¨®n verdadera sobre la realidad contempor¨¢nea sin tocar el tema de la migraci¨®n. "Migrar es el gran verbo de nuestros tiempos". Considera que no hablar de inmigraci¨®n ser¨ªa omitir una parte de la realidad contempor¨¢nea y destaca el impacto de los 50 millones de hispanos que ya viven en Estados Unidos. ¡°Estamos d¨¢ndole otro rostro al sue?o americano. Nuestras lenguas, acentos, comidas, trabajos, escrituras, m¨²sicas, movimientos forman parte intr¨ªnseca de lo que es Estados Unidos hoy¡±.

?Qu¨¦ quer¨ªa ser de peque?a?

Pens¨¦ que pod¨ªa tomar fotos, pero fracas¨¦. Jugu¨¦ con la idea de estudiar teatro, pero result¨¦ p¨¦sima actriz. Al final, solo he podido leer y escribir. Y eso ya lo quer¨ªa ser desde antes: una lectora y una escritora.

En M¨¦xico, hemos tocado fondo muchas veces

?Cu¨¢ndo se dio cuenta de que quer¨ªa ser escritora?

Desde que le¨ª el primer libro que me atrap¨®.

?Qu¨¦ significa ser una escritora para usted?

No volver¨ªa a escribir una sola frase si no creyera que escribir es una forma de pensamiento cr¨ªtico¡ªy de pr¨¢ctica cr¨ªtica. Lo que la escritura me ha dado a m¨ª¡ªtanto como lectora y autora¡ªes la convicci¨®n de que hay otros mundos por venir. Lo que es no iba a ser as¨ª y puede ser de otra manera. Esa es la gran lecci¨®n de la imaginaci¨®n encarnada.

?Hay alg¨²n sitio que le inspire?

La ¨²ltima vez que llor¨¦ fue viendo Roma, de Cuar¨®n

Las lagunas de sol y de la luna en el cr¨¢ter del Nevado de Toluca.

?D¨®nde no querr¨ªa vivir?

Bajo una campana de cristal (o, lo que es lo mismo, dentro de un pan¨®ptico).

?Cu¨¢l es su lugar favorito en el mundo?

Mi casa.

?El mejor regalo que ha recibido?

Mi primera m¨¢quina de escribir: lettera 33.

?Cu¨¢l es el mejor consejo que le dio alguno de sus padres?

Los niveles de violencia, especialmente contra las mujeres y los j¨®venes, son cotidianos y espantosos

Puedes hacer todo lo que desees, pero no debes olvidar que tendr¨¢s que enfrentar las consecuencias de todos tus actos. Algo as¨ª... Dicho de muchas maneras.

?Qu¨¦ obra regalar¨ªa a un ni?o para introducirlo en la literatura?

Depende de la edad, los libros de Anthony Brown son maravillosos para los peque?os (y no tan peque?os). El diario de Ana Frank para los que se enfilan hacia la adolescencia.

?Qu¨¦ libro matar¨ªa por haber escrito?

Tantos. Las Olas de Virginia Woolf; La amante de Wittgenstein de David Markson; La noche de Tlatelolco de Elena Poniatowska. Luvina, el cuento de Juan Rulfo.

?Cree que hay alg¨²n personaje literario al que usted se asemeje?

Creo que me gust¨® Anh, el personaje de The Naked Eye, de Yoko Tawada porque algo de su distracci¨®n, de su vida a la deriva, de su medio entender o malentender el mundo que le sigue dando sorpresas, no me resulta tan ajeno.

Respecto a su trabajo ?de qu¨¦ est¨¢ m¨¢s orgullosa?

Esta es una carrera larga. Hay que prepararse f¨ªsica y mentalmente para resistir el embate de tantas cosas. Poder hacerlo, seguir sintiendo la emoci¨®n de la p¨¢gina (pantalla) en blanco, es sin duda un privilegio enorme. Empezar de cero cada vez. Escribir con otros cada vez.

?Qu¨¦ libros hay en su mesilla de noche?

Ahora mismo tengo La Perra, de Pilar Quintana; No contar todo, de Emiliano Monge; Aqu¨ª me rindo y eso es todo, de ?lvaro Enrigue; El asesino t¨ªmido, de Clara Us¨®n; Onto-Cartography. An Onthology of Machines and Media, de Levi R. Bryant.

?Libro electr¨®nico o digital?

Ambos, aunque para distinto tipo de lecturas.

?Cu¨¢ndo fue la ¨²ltima vez que llor¨®?

Viendo Roma, de Cuar¨®n; oyendo a mis estudiantes de licenciatura leer en p¨²blico por primera vez del libro que hicimos juntos este semestre de oto?o con nuestro ris¨®grafo.

?Qu¨¦ cambiar¨ªa de usted misma?

Me gustar¨ªa ser m¨¢s paciente.

?Cu¨¢ndo fue m¨¢s feliz?

Hace un momento, saboreando comida hecha en casa, platicando y digiriendo al mismo tiempo.

?Qu¨¦ le deja sin dormir?

La alegr¨ªa.

En su opini¨®n, ?para qu¨¦ sirven los premios?

Colocan a los libros cerca de los ojos de m¨¢s lectores.

?C¨®mo ve el futuro de M¨¦xico?

El pa¨ªs ha sufrido las duras consecuencias de una guerra contra la poblaci¨®n al menos durante los dos ¨²ltimos sexenios. Hemos tocado fondo ya muchas veces. Los niveles de violencia, especialmente contra las mujeres y los j¨®venes, son cotidianos y espantosos. Quiero ver un futuro donde, en lugar de esconder la cabeza, podamos mirar cr¨ªticamente a nuestro entorno y tomar las medidas necesarias para dar fin a esta guerra desatada por la falta de legitimidad del gobierno calderonista.

?Qu¨¦ le dir¨ªa a L¨®pez Obrador si tuviera oportunidad?

L¨®pez Obrador ha viajado por todo el pa¨ªs ya por varios a?os. En gran parte creo que de ese contacto surgieron los votos que le dieron una victoria clara en las pasadas elecciones. Si tuviera oportunidad, le recordar¨ªa que otro de los motivos de su victoria fue poner fin a la violencia y el dolor que ha producido la mal llamada guerra contra el narco. Ya los pasados reg¨ªmenes intentaron, con consecuencias lamentables, la militarizaci¨®n del pa¨ªs. Es su deber buscar otras estrategias para cambiar el rumbo.