El Concierto de A?o Nuevo m¨¢s alem¨¢n
El berlin¨¦s Christian Thielemann, tan pol¨¦mico como exquisito, es el primer teut¨®n en dirigirlo en casi ocho d¨¦cadas
El Concierto de A?o Nuevo de la Filarm¨®nica de Viena, esa ceremonia musical, dom¨¦stica y televisiva, que repetimos cada ma?ana del primero de enero, tuvo or¨ªgenes sombr¨ªos. Surgi¨® de la propaganda nazi en una Austria anexionada. Clemens Krauss, uno de los principales directores de orquesta austriacos en el Tercer Reich, fue su promotor. El 31 de diciembre de 1939 dirigi¨® al frente de la Filarm¨®nica de Viena, declarada judenfrei (limpia de jud¨ªos), un programa de valses de Johann Strauss hijo (1825-1899). Una danza convertida en esencia del pueblo alem¨¢n. Y un compositor elevado a h¨¦roe cultural, a trav¨¦s de novelas y pel¨ªculas propagand¨ªsticas, a pesar de sus v¨ªnculos jud¨ªos convenientemente ocultados. En 1941, el Concierto de A?o Nuevo prosigui¨® una imparable andadura como celebraci¨®n del nuevo a?o. A partir de 1959 sum¨® la repercusi¨®n medi¨¢tica de la televisi¨®n. Y ha proseguido hasta el presente, en su 79? edici¨®n, que ser¨¢ seguida por unos mil millones de espectadores potenciales en m¨¢s de 90 pa¨ªses.
La clave para comprender esta sorprendente pervivencia de un acto cultural de origen nazi estriba, seg¨²n Lap-Kwan Kam, en la Declaraci¨®n de Mosc¨² de 1943. En Dreams of Germany (Berghahn Books, 2018) el music¨®logo sostiene que las potencias aliadas legitimaron a Austria como v¨ªctima del Tercer Reich. Y ello permiti¨® una c¨®moda desinfecci¨®n de todo lo alem¨¢n dentro de la cultura austr¨ªaca despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial. Ese victimismo austriaco ha quedado legitimado en el ideario popular a trav¨¦s de pel¨ªculas como Sonrisas y l¨¢grimas. En 1946, el Concierto de A?o Nuevo se asign¨® a Josef Krips, un director austriaco de origen jud¨ªo. Y se reconvirti¨® en veh¨ªculo de la excelencia cultural de Austria, el mismo a?o en que se conmemoraba su 950? aniversario. Tambi¨¦n se blanquearon sus or¨ªgenes, y aquella primera edici¨®n, de 1939, se reinterpret¨® como un acto de resistencia cultural austriaca de la Filarm¨®nica de Viena frente a la anexi¨®n alemana. Clemens Krauss pudo entonces volver a dirigirlo, en 1948, tras su desnazificaci¨®n.
La repercusi¨®n medi¨¢tica actual del Concierto de A?o Nuevo de la Filarm¨®nica de Viena es completamente diferente. Y la orquesta austr¨ªaca lleva a?os impulsando estudios para conjurar esa oscura etapa de su pasado. Pero nunca hab¨ªa contado con un director de orquesta alem¨¢n en sus casi ocho d¨¦cadas de historia. Han predominado los austriacos (Krauss, Krips, Boskovsky, Karajan, Kleiber, Harnoncourt y Welser-M?st), seguidos de italianos (Abbado y Muti), representaciones individuales de Estados Unidos, India, Jap¨®n, Rusia y Francia (Maazel, Mehta, Ozawa, Jansons y Pr¨ºtre) y dos maestros de origen argentino y venezolano que ostentan la nacionalidad espa?ola (Barenboim y Dudamel). Christian Thielemann (Berl¨ªn, 1959) ser¨¢ el primer teut¨®n en este prestigioso y medi¨¢tico podio.
En la rueda de prensa del pasado 28 de diciembre, el director revalid¨® tres d¨¦cadas de excelente relaci¨®n con los m¨²sicos de la Filarm¨®nica de Viena, tras su debut en 1987, tanto en la ?pera Estatal como en el Festival de Salzburgo, con ¨®peras de Wagner y Richard Strauss, o en el Musikverein, donde ha registrado una integral de las sinfon¨ªas de Beethoven. ¡°Aprendo mucho con esta orquesta, pues tiene una forma innata de hacer m¨²sica con nuevas ideas y matices¡±, reconoci¨® con admiraci¨®n. Tampoco olvid¨® su labor como director de operetas en su juventud, aunque ha retomado este repertorio en los Conciertos de San Silvestre de la Semperoper de Dresde, donde es titular de su Staatskapelle [Orquesta Estatal] junto al Festival de Pascua de Salzburgo.
Pol¨¦micas ideol¨®gicas
Este director alem¨¢n es reconocido, adem¨¢s, como uno de los principales especialistas en Wagner y ostenta el cargo de responsable musical del Festival de Bayreuth, que ejerce con particular firmeza. Su invitaci¨®n para dirigir el Concierto de A?o Nuevo surgi¨®, en 2008, tras una admirable interpretaci¨®n del vals M¨²sica de las esferas, de Josef Strauss, de evidente perfume wagneriano, durante la inauguraci¨®n del Baile de la ?pera Estatal. ¡°Hemos esperado mucho tiempo para este momento¡±, concedi¨® con entusiasmo el violinista Daniel Froschauer, presidente de la orquesta vienesa, durante la referida rueda de prensa. Siguieron intervenciones sobre la retransmisi¨®n televisiva, de Alexander Wrabetz, director general de la ORF, y tambi¨¦n del contrabajista Michael Bladerer, como director ejecutivo de la orquesta, que present¨® la nueva Academia de la Filarm¨®nica vienesa, donde pretenden formar en su tradici¨®n sonora a doce instrumentistas bianualmente.
Pero todo retrato de Thielemann quedar¨ªa incompleto sin un comentario sobre su ideolog¨ªa conservadora. No s¨®lo reivindica la figura del viejo Kapellmeister alem¨¢n o las excelencias de sonido y fraseo de la antigua tradici¨®n expresiva germana, sino que profesa unos postulados pol¨ªticos de ultraderecha. Al igual que otros intelectuales alemanes, como Monika Maron y Uwe Tellkamp, est¨¢ legitimando el pol¨¦mico ascenso de la formaci¨®n xen¨®foba Alternativa para Alemania (AfD) y en 2015 firm¨® una tribuna, en Die Zeit, donde animaba a escuchar los postulados de Pegida, movimiento pol¨ªtico alem¨¢n de extrema derecha. El 28 de diciembre, en declaraciones a la ORF austr¨ªaca, Thielemann mantuvo su habitual ambig¨¹edad. Subray¨® la importancia de escuchar a Pegida, pero rechaz¨® su agresividad, porque, asegura, ¡°si toc¨¢semos un vals como ellos sonar¨ªamos como una m¨²sica de gatos¡±.
Babelia
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