?Por qu¨¦ no hay m¨²sicos asi¨¢ticos en la Filarm¨®nica de Viena?
Es una de las mejores orquestas. Pero la representaci¨®n femenina es marginal e ignora la diversidad ¨¦tnica
COMO CADA A?O, el ritual se repite. Los hogares de 95 pa¨ªses amanecer¨¢n el 1 de enero con resaca y con el Concierto de A?o Nuevo de la Filarm¨®nica de Viena. Su audiencia media se cifra en 50 millones de telespectadores, que ver¨¢n en la Sala Dorada del Musikverein a la concertino b¨²lgara Albena Danailova, a la arpista Charlotte Balzereit o a la violinista Alina Pinchas, disc¨ªpula del maestro Bor¨ªs Kuschnir. Pero sobre todo ver¨¢n hombres, y hombres blancos. La Wiener Philharmoniker ocupa desde 1842 el podio de las mejores orquestas del mundo, una instituci¨®n cultural que es el orgullo de Viena, ciudad donde la m¨²sica cl¨¢sica est¨¢ tan interiorizada como el country en Nashville, el fado en Portugal o el pop en cualquier rinc¨®n del planeta. Hasta 1997 la orquesta no comenz¨® a apostar por ¡°el potencial creativo de la otra mitad de la humanidad¡±, en palabras del canciller austriaco de la ¨¦poca, Viktor Klima, que buscaba motivar a los filarm¨®nicos. La primera mujer aceptada fue la arpista Anna Lelkes, que llevaba en n¨®mina 26 a?os, desde 1971, pero sin los mismos derechos. Cinco semanas despu¨¦s del asiento de Lelkes dimiti¨® el presidente Werner Resel, defensor de la orquesta como un club privado de hombres.
Sin entrar a indagar por qu¨¦ la mujer estuvo vetada hasta 1997, lo cierto es que tras m¨¢s de dos d¨¦cadas su presencia es simb¨®lica. Solo 16 mujeres de un total de 148 posiciones. Desde la Filarm¨®nica insisten, con asombro, en que el ¨²nico criterio de selecci¨®n es la excelencia musical. Seg¨²n ese criterio, la ¨¦lite orquestal estar¨ªa formada por un aplastante 90% de hombres, todos ellos blancos. Si atendemos a los n¨²meros de la Universidad de M¨²sica y Arte Dram¨¢tico de Viena (MDW), su principal granero y alma mater de Gustav Mahler, ?Zubin ?Mehta y Mitsuko Uchida, desde hace m¨¢s de 10 a?os se repiten las mismas cifras: hay un 56% de mujeres frente a un 44% de hombres. Y entre un tercio y un cuarto del alumnado es asi¨¢tico, un aut¨¦ntico escuadr¨®n de virtuosos procedentes de China, Jap¨®n y Corea. Estas cifras son calcadas a las de la otra gran universidad de Viena, la MUK, el conservatorio donde ense?a Bor¨ªs Kuschnir sin hallar diferencias entre el virtuosismo de unos y otras.
¡°S¨ª, es una cuesti¨®n de racismo¡±, responde tajante el compositor William Osborne a la pregunta de por qu¨¦ la Filarm¨®nica de Viena no tiene m¨²sicos asi¨¢ticos. Durante la promoci¨®n de la gira de la orquesta en EE UU en 1997, este music¨®logo incendi¨® con sus informes de g¨¦nero las protestas que precipitaron la admisi¨®n de la primera mujer en la Filarm¨®nica. ¡°La orquesta hizo progresos recientemente en la inclusi¨®n de mujeres. Y contrata a m¨²sicos de otras nacionalidades, pero sigue excluyendo a los asi¨¢ticos. El motivo es que destacar¨ªan racialmente y da?ar¨ªan la imagen de autenticidad austriaca y danubiana del conjunto¡±. Matiza que s¨ª que hay tres instrumentistas con apellido alem¨¢n de madre oriental. Pero ya. Desde 1842, la ¨²nica contrataci¨®n ha sido el tubista japon¨¦s Yasuto Sugiyama en 2003, que fue despedido al poco tiempo. De las 10 mejores orquestas del mundo seg¨²n la hist¨®rica revista Gramophone, solo la Filarm¨®nica de Viena carece de m¨²sicos asi¨¢ticos. La otra gran sinf¨®nica de la ciudad, la Wiener Symphoniker, cuenta con tres.
Para el Concierto de A?o Nuevo, una idea original de Joseph Goebbels concebida en 1939 para la propaganda nazi tras el ?Anschluss, la Filarm¨®nica de Viena invita cada ocasi¨®n a un director de prestigio. Este a?o llevar¨¢ la batuta por primera vez el alem¨¢n Christian Thielemann. Un hombre, como siempre.
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