C¨®mo no ligar con una pel¨ªcula

Dos amigos casi cuarentones hablan en un bar:

-T¨² sabes el esfuerzo que tengo que hacer para ligar. Meses de incesante trabajo. ?Ni Robert De Niro en Toro salvaje se curr¨® tanto una interpretaci¨®n!

-Est¨¢s perdiendo el tiempo, Paco, te voy a dar un truco elegante y sutil.

El comienzo de esta secuencia de Memorias de un hombre en pijama, adaptaci¨®n de Carlos Fern¨¢ndez de Vigo de las tiras c¨®micas de Paco Roca, publicadas en el diario Las provincias y posteriormente como novela gr¨¢fica, apuntan al desastre: en lo narrativo, en lo social, en lo moral. Y efectivamente lo es. Lo que sigue es una pat¨¦tica y rancia muestra de ¡°c¨®mo atacar a una chica¡±, gracias a un tipo armado de una pelusa en el bolsillo, que siempre utiliza como recurso t¨¢ctico para el contacto en noches de soledad masculina. As¨ª que, tras pon¨¦rsela a una mujer en un hombro, dice:

-Perdonad que os moleste, chicas. Quer¨ªa saber c¨®mo una chica tan mona y aparentemente limpia como t¨² tiene tanta pelusa encima. ?Eres la mujer velcro que atrae a las pelusas?

Todo lo que siga a esto que no sea, c¨®mo m¨ªnimo, una mirada de desprecio habr¨¢ acabado con la pel¨ªcula. Pero no la hay, y s¨ª una conversaci¨®n medianamente c¨®mplice.

Si ¨¦ste y otros muchos momentos de la historia estuvieran expuestos como cr¨ªtica, estar¨ªamos hablando de otro tema. Pero lo que hay en ellos es condescendencia, un risible esfuerzo por la empat¨ªa repleto de rancios lugares comunes sobre las relaciones de g¨¦nero y de pareja. Esos que ya eran antiguos hace d¨¦cadas y ahora producen sonrojo.

Que Roca, el autor del c¨®mic original, se desvinculara del proyecto cinematogr¨¢fico a mitad de camino quiz¨¢ sea un dato elocuente. Que la animaci¨®n y los fondos sean pedestres, los dise?os de personajes, espantosos, y los colores, horrendos, completan un desolador panorama art¨ªstico, en el que nunca deber¨ªan haber entrado las notables canciones de Love of Lesbian. Si alguien piensa en Memorias de un hombre en pijama como una nueva Arrugas, que se lo quite de la cabeza.