A un palmo del desconcierto
Tres a?os despu¨¦s de impactar en Cannes con 'El hijo de Saul', Nemes regresa con 'Atardecer', pero esta vez el dispositivo no acaba de encajar
El Festival de Cannes del a?o 2015 qued¨® marcado por la aparici¨®n del h¨²ngaro L¨¢szl¨® Nemes. Su primera pel¨ªcula, El hijo de Sa¨²l, se adentr¨® en un tema inabarcable que parec¨ªa agotado en muchos aspectos, el Holocausto, con un ejercicio de cine radical en cuanto a sus formas. La clave, una reducid¨ªsima profundidad de campo, de apenas un metro, quiz¨¢ menos, que ejerc¨ªa tambi¨¦n de met¨¢fora, y he ah¨ª su maestr¨ªa: la imposibilidad de una visi¨®n global en un campo de exterminio, donde cada uno mira por su piel, y toma decisiones a partir de la b¨²squeda de la supervivencia. La pel¨ªcula era una experiencia cinematogr¨¢fica dif¨ªcilmente soportable por su clima visual y su contundencia sonora. Y era fascinante.
Tres a?os despu¨¦s, Nemes regresa con Atardecer y exacta metodolog¨ªa formal. Pero esta vez el dispositivo no acaba de encajar: huele a sello de autor, a irrenunciable estilo, aunque no acabe de convenir. Esta vez en la Budapest de 1913, con el principio del fin, con la descomposici¨®n del Imperio Austro-h¨²ngaro, adentr¨¢ndose en la suciedad moral tras la pompa aristocr¨¢tica y el poder econ¨®mico.
ATARDECER
Direcci¨®n: L¨¢szl¨® Nemes.
Int¨¦rpretes: Juli Jakab, Vlad Ivanov, Susanne Wuest, Tom Pilath.
G¨¦nero: drama. Hungr¨ªa, 2018.
Duraci¨®n: 142 minutos.
No es una pel¨ªcula f¨¢cil Atardecer, deliberadamente opaca: en los datos sobre la ¨¦poca y los personajes, en sus transiciones, sus elipsis, y en un ep¨ªlogo dif¨ªcilmente comprensible. Y solo en los momentos de revoluci¨®n, de asalto al poder, consigue transmitir la fuerza que logr¨® el director en su primera obra. Esos en los que se olvida por un momento el cada vez m¨¢s gastado recurso de la c¨¢mara en el cogote del protagonista, lo que a veces es perfecto por las sensaciones que transmite y en cambio otras no es m¨¢s que puro ornamento, procedimiento que otrora fue radical y ahora no pasa de lo convencional.
Tampoco le ayuda la interpretaci¨®n de su protagonista absoluta, Juli Jakab, sin belleza cinematogr¨¢fica ni fuerza dram¨¢tica, un pasmarote. El contexto es apasionante, pero Atardecer, presentada en el pasado Festival de Venecia, es m¨¢s herm¨¦tica que misteriosa. Nemes quiere desafiar al espectador, y eso le honra, pero est¨¢ por ver que al espectador, incluso al m¨¢s formado, le apetezca el laber¨ªntico desaf¨ªo, la pesadilla sin respuestas de una mujer en tiempos convulsos. El caos deber¨ªa estar solo en el interior de la pel¨ªcula, pero se transmite hacia fuera. Y as¨ª, pese a momentos de indudable br¨ªo, el director nos aleja de su criatura pese a la cercan¨ªa de su mirada. De estar a apenas un palmo de ella.
Atardecer, presentada en el pasado Festival de Venecia, es m¨¢s herm¨¦tica que misteriosa
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.