Un ¡®voyeur¡¯ entre la grandeza colapsada de M¨¦xico
El fot¨®grafo Bernardo Aja presenta en Madrid EntreMuros, una mirada a las antiguas familias burguesas que habitan sus viejas casas
Si el arte fuera m¨¢s literal, todas las fotograf¨ªas de Bernardo Aja tendr¨ªan un marco negro con forma de cerradura. EntreMuros, (exposici¨®n que arranc¨® ayer en Casa de Am¨¦rica, en Madrid, y que podr¨¢ verse hasta el 9 de febrero) revuelve en la cotidianidad de las antiguas familias mexicanas como a trav¨¦s del ojo de un cerrojo. Im¨¢genes de interiores de grandes casonas, donde los miembros actuales de las que fueran grandes dinast¨ªas posan de forma teatral para ¨¦l.
¡°Una familia te lleva a la otra¡±, dice Aja sobre la exposici¨®n. Todas las fotos del proyecto est¨¢n capturadas en un limp¨ªsimo blanco y negro. Se?ores. Se?oras. Chicas bien desparramadas sobre car¨ªsimas alfombras. Espejos. Un hombre mayor suspendido de una polea. Ricos que se dejan embalar con pl¨¢stico. Una duquesa que mira a c¨¢mara junto a su bisnieto. Juegos con sombras proyectadas en s¨¢banas en un patio de la colonia Roma (s¨ª, blanco y negro y la Colonia Roma, pero no saturemos con la pel¨ªcula de Cuar¨®n). ¡°No son modelos. Todo lo que ocurre es cierto y es ver¨ªdico. Y es parte de la trascendencia en la l¨ªnea ling¨¹¨ªstica de la obra. Lo que ves, existe, son personajes que viven en sus casas¡±.
Lo cierto es que Aja juega a retorcer las poses de esta gente VIP, descendientes, como ¨¦l indica, de ¡°familias muy antiguas que son el ¨²ltimo latigazo de una Espa?a hist¨®rica de expansi¨®n, de los siglos XVII y XVIII¡±. Gente que hoy constituyen ¡°toda una sociedad que desaparece, a punto de dejar la existencia terrenal¡±.
El n¨²cleo del proyecto es M¨¦xico, donde el fot¨®grafo vive, pero tambi¨¦n visita Per¨² o Filipinas. ¡°Te los encuentras, est¨¢n ah¨ª. Fotogr¨¢ficamente funciona muy bien porque hay una arquitectura muy visual, y unos personajes que pueden llevarte a situaciones muy interesantes¡±, explica. EntreMuros es un proyecto para saciar una curiosidad: cu¨¢l es esta transmisi¨®n hisp¨¢nica dentro de un continente, en sus palabras, ¡°tan tropical, tan caliente, tan lleno de acci¨®n. Tan ex¨®tico y embriagador¡±. Nacido en Cantabria en 1973 y formado en California y Nueva York, el primer aldabonazo de la carrera de Aja fue entre 1997 y 2000, cuando ejerci¨® de fot¨®grafo personal del expresidente (y aut¨®crata) peruano Fujimori. ¡°Fue mi puerta de entrada a Am¨¦rica¡±, explica sobre esa ¨¦poca. ¡°Y, bueno, fue una experiencia mucho m¨¢s normal de lo que puedas pensar. Mucha agenda diplom¨¢tica, muchos eventos¡ pero al final la gente es gente, todos vamos al supermercado¡±.
Volviendo a EntreMuros, en los textos que hablan de la exposici¨®n hay palabras que se repiten: fisg¨®n, voyeur¡ ?Est¨¢ de acuerdo Aja con estos t¨¦rminos? ¡°?Por supuesto que no! Pero los textos no los hago yo, los hace Elena Poniatowska, ni m¨¢s ni menos. A ver qui¨¦n le dice a do?a Elena que no¡±, pregunta entre risas. Es cierto, son los textos de la Premio Cervantes mexicana los que prologan la exposici¨®n sobre esta antigua aristocracia de M¨¦xico, ¡°hoy poco visible de tan desfalleciente¡±, define Poniatowska. ¡°Bernardo Aja los tom¨® con cari?o cuidando sus herencias emotivas, los objetos que los enjaularon como a canarios o periquitos de Australia, los retratos de sus antepasados ahorcados para siempre en la pared, sus muebles entra?ables por apolillados y tuertos¡±.
Desaparecidos
El siguiente proyecto de Aja se enfocar¨¢ en otra cara de la moneda mexicana. Agnosis tratar¨¢ de los desaparecidos. ¡°Viviendo en M¨¦xico y siendo artista no puedes obviar ese bochorno y verg¨¹enza que tenemos en el pa¨ªs, esta corrupci¨®n, esta corriente de asesinatos. Los ¨²ltimos 12 a?os hay 250.000 asesinatos y 70.000 desaparecidos. Es algo indigno para la esencia cultural e intelectual de cualquier pa¨ªs¡±, cuenta. ¡°Cuando puedo, como puedo, con los m¨¢rgenes de acci¨®n que tengo, hago este proyecto, Agnosis, totalmente relacionado con los derechos humanos. Trabajo con las clases sociales m¨¢s desfavorecidas, fotografiando la b¨²squeda de familiares desaparecidos, sobre todo por organizaciones civiles en Sinaloa y Veracruz, donde b¨¢sicamente buscan a sus hijos de la forma m¨¢s austera y gallarda¡±. Y describe c¨®mo esas familias, con varillas de cemento colado, pinchan el suelo y huelen la varilla. Si huele a podredumbre puede ser un animal¡ o un cuerpo.
Aja se pasea por entre las fotograf¨ªas de gran formato y rememora an¨¦cdotas de c¨®mo las tom¨®. Y recuerda esa atm¨®sfera. Una atm¨®sfera que es ¡°la de la decencia, la de los espejos de pasadas grandezas¡±, en palabras de Poniatowska. ¡°La de las dulces ilusiones de un vals que ya se bail¨®, y del que solo quedaron los candiles apagados¡±.
Babelia
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