El Brexit hecho pel¨ªcula
Benedict Cumberbatch encarna en un telefilme al estratega pol¨ªtico que fragu¨® el ¨¦xito de la campa?a antieuropea en el refer¨¦ndum de 2016
Apenas dos a?os y medio despu¨¦s de que los brit¨¢nicos votaran sobre su salida de Europa, y cuando ni el propio Gobierno de Theresa May es todav¨ªa capaz de atisbar c¨®mo se ejecutar¨¢, el Brexit ya tiene su primera pel¨ªcula. Y en formato televisivo. El filme Brexit: The Uncivil War, estrenado el lunes en Reino Unido, que acaba de llegar a Espa?a de la mano de HBO, narra los meses de la campa?a que precedi¨® al refer¨¦ndum del 23 de junio de 2016 y, sobre todo, las maniobras de?Dominic Cummings, el estratega pol¨ªtico que fragu¨® el ¨¦xito del frente eur¨®fobo defensor del Brexit, interpretado por un semicalvo Benedict Cumberbatch.
El actor londinense, que ha destacado como activista proeuropeo,?convierte en protagonista absoluto de la funci¨®n a Cummings, quien fue el art¨ªfice de una campa?a de marketing pol¨ªtico que emple¨® dudosos recursos inform¨¢ticos para dirigirse a grupos espec¨ªficos de electores indecisos o hasta entonces desmovilizados. En los albores de la era de las fake news, suya fue tambi¨¦n la idea de endulzar el envoltorio del Brexit con la promesa (falsa) de que la desconexi¨®n brit¨¢nica de la UE reportar¨ªa al pa¨ªs 350 millones de libras?(casi 388 millones de euros al cambio actual) semanales para invertir en el sistema de sanidad p¨²blica.
Esa mentira fue estampada en un autob¨²s rojo que ejerci¨® de plataforma a Boris Johnson,?uno de los m¨¢s destacados y tramposos l¨ªderes del bando favorable a la salida, cuya irresistible caricatura en la ficci¨®n corre a cargo del int¨¦rprete Richard Goulding. El suyo no es el ¨²nico personaje bufonesco en una trama por la que desfilan, entre lo c¨®mico y lo pat¨¦tico, quienes ficharon a Cummings:?el l¨ªder ultranacionalista Nigel Farage y sus millonarios aliados y donantes de la campa?a del Leave a favor de la salida de la Uni¨®n Europea. Brexit: The Uncivil War (cuyo t¨ªtulo alude a la poco civilizada actitud de los contendientes) ha querido huir del ¡°t¨ªpico drama pol¨ªtico sombr¨ªo¡±, en palabras de su guionista, James Graham, para brindar una s¨¢tira que tambi¨¦n quiere ser entretenimiento. Por eso se suprimi¨® el personaje del entonces primer ministro tory, David Cameron, que los responsables del telefilme consideraron ¡°aburrido¡± e insustancial.
A Graham, reputado autor teatral de piezas pol¨ªticas y declarado votante por la permanencia en la UE, le llovieron las cr¨ªticas ya antes del estreno en Channel 4. Se le ha acusado de glorificar a los urdidores de un Brexit cuya campa?a ha sido objeto de escrutinio oficial por excederse en la cuant¨ªa de los fondos permitidos, o de interferir en la investigaci¨®n en curso sobre la legalidad de las t¨¦cnicas y tretas para ganarse miles de sufragios de quienes no hab¨ªan votado nunca. El propio Cummings ha reconocido que la campa?a se gan¨® en Internet.
El perfil del personaje que brinda Cumberbatch al espectador es el de un hombre que no genera especial empat¨ªa y con un punto de iluminado, aunque tambi¨¦n intuitivo y mucho m¨¢s capaz que el coro de pol¨ªticos que le rodea. Sabe conectar con la frustraci¨®n de muchos brit¨¢nicos que han visto deteriorada su calidad de vida y les ofrece el efectivo lema ¡°recuperemos el control¡±, que acab¨® abrazando en las urnas un 51,9% de los brit¨¢nicos.
La cinta dirigida por Toby Haynes no versa sobre un pulso entre buenos (europe¨ªstas) y malos (pro Brexit), sino sobre las sombras de una campa?a en la que los segundos manipularon mientras los primeros se revelaron incapaces de detectar las verdaderas inquietudes del ciudadano de a pie. En eso ha coincidido el veredicto de la cr¨ªtica especializada, dividida sin embargo entre quienes creen que el telefilme banaliza el tema y los que agradecen un relato sarc¨¢stico y hasta divertido para relajarse en el actual ambiente de divisi¨®n y de crisis nacional.
Duelo de titanes
Uno de los mejores momentos del filme confronta al personaje de Cummings con su gran antagonista, el director de comunicaciones de Downing Street, Craig Oliver, el mismo d¨ªa en que la diputada Joe Cox es asesinada por un ultranacionalista exaltado en v¨ªsperas de la votaci¨®n. Rory Kinnear, uno de los m¨¢s reputados int¨¦rpretes del teatro brit¨¢nico, encarna aqu¨ª a ese Oliver que dirige la campa?a en pro de seguir en la UE y cuestiona la "cultura t¨®xica" que alimentan los m¨¦todos de su rival. La escena brinda un intenso duelo actoral que, seg¨²n ha explicado el guionista James Graham a The Times, se inspir¨® en el cara a cara de dos titanes de Hollywood, Al Pacino y Robert de Niro, en la pel¨ªcula Heat (1995).
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