M¨¢s de 40.000 personas en la reinauguraci¨®n del Recoleta, ¨ªcono cultural de Buenos Aires
El centro renovado busca sumar al p¨²blico adolescente, con espacios de hip hop y street art
En pleno verano austral, con una Buenos Aires semivac¨ªa, m¨¢s de 40.000 personas concurrieron el jueves a la reinauguraci¨®n del Centro Cultural Recoleta, un ¨ªcono de la vanguardia art¨ªstica de Buenos Aires con casi cuatro d¨¦cadas de historia. En el solar que en el siglo XVIII funcionaba el claustro de un convento franciscano, los visitantes hac¨ªan largas colas para acceder a muestras como la de Juguete rabioso, que comisariada por Juan Pablo Carbariere reun¨ªa mu?ecos de autor, o la de El ¨²ltimo apaga la luz, de la francesa S¨¦verine Hubard, que permit¨ªa caminar sobre monta?as de troncos.
La fiebre cultural de los porte?os, que salta a la vista en una ciudad llena de teatros, librer¨ªas y muestras art¨ªsticas, se volc¨® con el primer gran evento de 2019. Por este centro de m¨¢s de 10.000 metros cuadrados pasan cerca de 800.000 personas cada a?o. El artista Yaia intervino la fachada de los arquitectos Clorindo Testa, Jacques Bedel y Luis Benedit con la que el Recoleta se inaugur¨® en 1980. Miles de personas bailaron bajo la m¨²sica de DJ Villa Diamante frente a su mural Amor de verano, con parejas que se besan entre flores en chillones tonos violetas, turquesas, rosas y amarillos.
El director de arte del centro, Luis Gimelli, quit¨® importancia a las cr¨ªticas recibidas por la intervenci¨®n de la fachada. "Todo lo que es diferente, en distintas ¨¦pocas, genera incomodidades. Entiendo que cuando Clorindo, Bedel y Benedit decidieron pintar un edificio cl¨¢sico de bord¨®, amarillo y celeste, debe haber sido un revuelo tambi¨¦n".
La programaci¨®n del nuevo Recoleta, que permaneci¨® m¨¢s de un a?o cerrado por obras, busca que los m¨¢s j¨®venes "sean los protagonistas", seg¨²n el ministro de Cultura de la ciudad, Enrique Avogadro. "Es m¨¢s que un lugar pensado para que los adolescentes de la ciudad puedan encontrarse, aprender y compartir lo que piensan, sienten y creen en tanto participantes activos de la cultura", destac¨® Avogadro.
Una de las atracciones para el p¨²blico adolescente es el nuevo Espacio hip hop, situado en una de las terrazas. Los raperos Rulo y Lles libraron la primera batalla mientras decenas de seguidores los alentaban en c¨ªrculo. Otros calentaban a pocos metros de all¨ª. Semanas atr¨¢s, el freestyle moviliz¨® a m¨¢s de 10.000 personas en Buenos Aires para presenciar la final hispanoamericana de la Batalla de Gallos y coron¨® a un argentino, Wos. En el Recoleta habr¨¢ talleres y competiciones durante todos los fines de semana de enero y febrero. Tambi¨¦n karaoke queer y recitales de poes¨ªa.
Con su inter¨¦s por los nuevos artistas, el Recoleta vuelve a sus or¨ªgenes. Nacido durante la dictadura, floreci¨® en los primeros a?os de regreso a la democracia, al albergar la cultura underground de artistas emergentes y transgresores. Con la idea de reflotar el esp¨ªritu del m¨ªtico Instituto Di Tella de los sesenta e inspirado en el modelo del Pompidou parisino, el centro cultural reflej¨® a trav¨¦s del arte la apertura democr¨¢tica que transitaba el pa¨ªs con obras como La Kermesse, de Liliana Maresco (1985). En esa sede se present¨® Gota de agua, de Gyula Kosice, y la escultura El pibe Bazooka, de Pablo S¨²arez, que revel¨® el submundo gay de finales de los ochenta. Su¨¢rez, fallecido en 2006, es hoy objeto de una retrospectiva en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba). Su historia quiere tambi¨¦n definir su presente.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.