Patricio Pron gana el Premio Alfaguara con una novela sobre el amor en tiempos de Tinder
El autor argentino se plantea en 'Ma?ana tendremos otros nombres' los interrogantes de una generaci¨®n perdida ante los nuevos usos y costumbres en las relaciones
Viajaba Patricio Pron (Rosario, 1975) en el metro de Madrid, leyendo, cuando observ¨® a varias personas deslizando su dedo para seleccionar o rechazar parejas en Tinder. Y vio algo que le interpelaba. ¡°La facilidad con la que estaban descartando a gente y? la convicci¨®n compartida de que todas estaban eligiendo cuando en realidad solo estaban escogiendo a partir de un men¨² creado por un algoritmo me hicieron recordar que muchos de mis amigos de mi misma edad sent¨ªan que no hac¨ªan pie en este nuevo orden amoroso¡±, cuenta Pron a EL PA?S tras ser galardonado con el Premio Alfaguara de novela por Ma?ana tendremos otros nombres.?
Reflejo y ola que arrastra la tendencia literaria de cada tiempo, el Premio Alfaguara ¨Cuno de los m¨¢s prestigiosos en lengua espa?ola y que est¨¢ dotado con 154.000 euros y una escultura de Mart¨ªn Chirino¨C recay¨® en 2017 en la distop¨ªa Rendici¨®n, de Ray Loriga y en 2018 en el true crime Una novela criminal, de Jorge Volpi. Era, quiz¨¢s, el turno del amor y los usos y costumbres sexuales en la era del consumo exacerbado y las redes sociales. ¡°Qu¨¦ es el consentimiento, qu¨¦ es una pareja en un momento en el que hay nuevas formas de uni¨®n, c¨®mo redefinimos el destino o el azar ahora que tenemos estas herramientas sofisticadas para nuestras relaciones¡±. Esos son, definidos por el autor, los interrogantes que se plantea esta historia, presentada a concurso con el t¨ªtulo El museo de las relaciones rotas y bajo el seud¨®nimo No Soy Stiller.?"No es una novela de ideas ni filos¨®fica. Es una confluencia de g¨¦neros", explica el responsable de esta?exploraci¨®n generacional sobre el cambio en las relaciones, la tecnolog¨ªa y el nomadismo sentimental.?
El jurado ¨Cpresidido por el escritor Juan Jos¨¦ Mill¨¢s y que ha otorgado el premio por unanimidad¨C considera que la obra "es la fascinante autopsia de una ruptura amorosa, que va m¨¢s all¨¢ del amor: es el mapeo sentimental de una sociedad neur¨®tica donde las relaciones son productos de consumo¡±.
Anonimia con sentido
No tienen nombre los amantes de esta historia, solo ?l y Ella, anonimia que Pron explica as¨ª: ¡°Muchos autores tienden a completar, libro tras libro, los huecos que dejaban en los anteriores. Mi forma de trabajar es la contraria, quito lo que sobra, y en este libro sobraban los nombres. Eliminarlos me ayudaba a conseguir el car¨¢cter universal que quer¨ªa darle¡±. El t¨ªtulo tampoco se corresponde con la progresiva complejidad y la longitud del autor de, por ejemplo, El esp¨ªritu de mis padres sigue subiendo en la lluvia, algo que tendr¨¢ sentido para los lectores cuando la terminen, seg¨²n cuenta Pron a este diario sin querer destripar nada. ¡°Es en lo ¨²nico en lo que me esfuerzo. Lo dem¨¢s lo hacen autores an¨®nimos a mi servicio¡±, bromea para zanjar la cuesti¨®n.
Resulta cada vez m¨¢s dif¨ªcil imaginar cu¨¢l es el final feliz de una historia de amor
Preocupado por el rastro que el paso del tiempo deja en sus personajes, Pron ha querido ir m¨¢s all¨¢, directo, sin ambages. "Durante los ¨²ltimos a?os he estado pensando en la forma de c¨®mo el pasado condiciona el presente y es precisamente con este libro con el que me atrevo a mirar el presente frente a frente sin ning¨²n tipo de argucia textual, y me permito no dar rodeos a la hora de hablar de lo que realmente me interesa. Es un momento raro porque el pasado sigue siendo algo muy complicado en torno a lo que articular un consenso y el futuro parece haber adelgazado", comenta.
Con algo de la carga autobiogr¨¢fica propia de su literatura, Ma?ana tendremos otros nombres es, adem¨¢s, una obra acerca de una generaci¨®n y de los cambios, ¨ªntimos y sociales, que est¨¢ viviendo. ¡°Al margen de las experiencias personales enmascaradas por la ficci¨®n, el relato generacional se refleja en la incertidumbre, en los interrogantes que tienen que ver en c¨®mo ha cambiado en los ¨²ltimos a?os la forma en la que vemos el amor¡±, explica el autor de No derrames tus l¨¢grimas por nadie que viva en estas calles.
El error de juicio de mi mujer nos ha llevado hasta aqu¨ª y espero que lo mantenga
La duplicidad, uno de los temas que atraviesa la literatura de Pron, est¨¢ en este caso presente con m¨¢s fuerza. ¡°No hay mayor duplicidad que la que existe detr¨¢s de una relaci¨®n de pareja, por m¨¢s que ya no tenga que ser necesariamente de dos¡±, resume. ¡°Resulta cada vez m¨¢s dif¨ªcil imaginar cu¨¢l es el final feliz de una historia de amor¡±, confiesa, algo inquieto, un hombre que se declara tranquilo en este aspecto de la vida: ¡°El error de juicio de mi mujer nos ha llevado hasta aqu¨ª y espero que lo mantenga¡±, a?ade sonriendo.
Escritor que se mueve con comodidad en todos los formatos, Pron es responsable de seis libros de cuentos y siete novelas, pero en este caso lo ten¨ªa claro. ¡°Por la dificultad del tema y la pluralidad de perspectivas no pod¨ªa ser otra cosa. He le¨ªdo ensayos sobre algoritmos, condiciones de solter¨ªa en distintos pa¨ªses, estad¨ªsticas, proyectos de transformaci¨®n de la pareja. La investigaci¨®n que hay detr¨¢s le daba una dimensi¨®n que exced¨ªa la del cuento¡±, asegura el colaborador de EL PA?S y cr¨ªtico de Babelia, a quien su faceta period¨ªstica le ha dado ¡°el m¨²sculo¡± para saber adaptarse a lo que exige cada historia.
Pron ha dedicado el premio a los periodistas asesinados en M¨¦xico, a sus compa?eros de EL PA?S y a los profesionales que han perdido su trabajo en la crisis, pero sobre todo al editor Claudio L¨®pez Lamadrid, recientemente fallecido. ¡°El negocio editorial genera m¨¢s perplejidades que certezas. Como autor no pienso mucho en ello y nunca lo he hecho porque siempre he contado con la fortuna de tener grandes editores que se ocupaban de esto por m¨ª, como Claudio. Fue el principal valedor de mi trabajo en Espa?a y quien me anim¨® a presentarme a este premio. Su muerte es una desgracia para todos, pero sobre todo para sus lectores. Lo bueno es que ah¨ª queda su cat¨¢logo¡±, cuenta emocionado. Y en ese cat¨¢logo, desde ahora y como homenaje p¨®stumo, se encuentra este Ma?ana tendremos otros nombres.
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