La maldici¨®n millonaria de los indios osage
David Grann rescata la historia de este pueblo nativo americano y la oscura conspiraci¨®n para acabar con ellos y robarles su fortuna petrolera
En 1870 los osage fueron desplazados de sus tierras y ubicados en un seco y pedregoso rinc¨®n de Oklahoma. Sin embargo, el descubrimiento de una inmensa reserva de petr¨®leo en el subsuelo convirti¨® a este?pueblo nativo americano en el?m¨¢s rico per c¨¢pita del mundo a principios de 1920. Modestos asentamientos como Gray Horse se llenaron de fastuosas casas, enormes coches e indios con un extenso servicio personal en un orden social inaudito en EE UU. Una oscura conspiraci¨®n de hombres blancos, en connivencia con las autoridades y las fuerzas del orden, inici¨® un lento e implacable trabajo de robo y exterminio para acabar con los osage y quedarse con el dinero del petr¨®leo, una ¨¦poca que los nativos definen como una ¡°org¨ªa de chanchullos y explotaci¨®n¡±.
No se preocupen si no han o¨ªdo esta historia real que parece sacada de la ficci¨®n m¨¢s siniestra. En EE UU apenas era conocida antes de que el periodista David Grann publicara Los asesinos de la luna, que ahora llega a Espa?a (Literatura Random House). ¡°Cuando empec¨¦ a investigar llegu¨¦ a un museo osage y vi una foto en la que hab¨ªan recortado la cabeza de un hombre. Cuando les pregunt¨¦ por qu¨¦, me dijeron que ah¨ª sal¨ªa el diablo. Se refer¨ªan a William King Hale, el urdidor del plan. Ellos no pod¨ªan olvidar algo que el resto de EE UU ignoraba, que no se estudia en el colegio, que incluso en Oklahoma era obviado¡±, relata por tel¨¦fono Grann a EL PA?S desde su casa en Nueva York.
Esta historia tiene una hero¨ªna: Mollie Burkhart, una osage que perdi¨® a toda su familia en asesinatos, intoxicaciones provocadas por alcohol adulterado, desapariciones y muertes por enfermedades nunca vistas. Aunque se qued¨® sola y muri¨® a los 50 a?os en 1937, Burkhart nunca call¨®. ¡°Es imposible contar lo que tuvo que sufrir. No es lo que pretende el libro¡±, asegura Grann. El drama para los nativos radicaba en que los derechos de explotaci¨®n de los recursos de la reserva solo pod¨ªan pasar a manos ajenas a su linaje por herencia. Y aqu¨ª entra en juego el diablo: David Hall, un cowboy reconvertido en hombre de orden que casa a sus sobrinos y amigos con los indios para luego ir elimin¨¢ndolos y heredar. Pero esta mente criminal no estaba sola. El propio Estado us¨® todos sus recursos para el expolio y, por ejemplo, declar¨® menores de edad a los osage y design¨® a un tutor blanco para cada fortuna petrolera. ¡°Se cre¨® un sistema federal de robo por el que algunos ganaron millones y millones y millones¡±, resume Grann. ¡°Hale es el t¨ªpico monstruo y resultaba reconfortante pensar que fue el ¨²nico responsable de esta matanza prolongada. Darse cuenta de que la maldad anidaba en los corazones de tanta gente ordinaria fue terrible¡±, a?ade antes de contar c¨®mo el libro pas¨® de ser la cl¨¢sica pesquisa para saber qui¨¦n hab¨ªa cometido el crimen a describir ¡°una cultura del asesinato¡±.
El nacimiento del FBI
Los osage contrataron a detectives privados como el m¨ªtico William J. Burns, siempre al borde de la ley, o a la agencia Pinkerton que poco pudieron hacer ante la connivencia de las autoridades, polic¨ªa y jueces con los asesinos. W. W. Vaughan, el primer abogado que se interes¨® de verdad por los osage, muri¨® arrojado desde un tren cuando ten¨ªa en su poder pruebas esenciales para destapar la trama. La prensa de la ¨¦poca hablaba de ¡°complot para matar a los indios ricos¡± pero nadie hac¨ªa nada.
Tras un tortuoso proceso, Hale fue condenado por algunos de los asesinatos, pero el libro, con una estructura del mejor thriller, va m¨¢s all¨¢ y destapa una conspiraci¨®n m¨¢s amplia. ¡°Soy un gran lector de novela negra y eso me ha ayudado mucho. Adem¨¢s, la gente lo vivi¨® como un misterio. Mollie no sab¨ªa qui¨¦n iba a ser el siguiente en morir, qui¨¦n les estaba matando. Con esta forma de narrar trato de atrapar al lector y de transmitir lo mejor posible la realidad¡±, cuenta Grann, que estuvo cinco a?os investigando el caso.
Las instituciones blancas y el 'establishment universitario borraron esta tragedia de la narraci¨®n hist¨®rica establecida porque las v¨ªctimas eran indias David Grann
Sin embargo, los malos de esta historia no contaban con un factor: el FBI y la ambici¨®n del joven J. Edgar Hoover. La agencia federal se hab¨ªa creado en 1908 y en los a?os veinte del siglo pasado ten¨ªa una estructura d¨¦bil y escasa jurisdicci¨®n en casos de asesinato, pero s¨ª pod¨ªa actuar en todo lo que pasara en las reservas indias. Armado de su despiadada inteligencia y usando como jefe de la investigaci¨®n al agente White ¨Cun implacable vaquero de otro tiempo, un hombre de honor que no usaba armas y causaba respeto y estupor entre los criminales¨C?el director del FBI convirti¨® el caso en el pilar sobre el que construy¨® el prestigio de la agencia. ¡°Hoover lo us¨® para avanzar en todos los sentidos. As¨ª es como acumul¨® todo el poder y empez¨® a abusar de ¨¦l. Solo ten¨ªa 28 a?os pero ya se ve¨ªa su genio organizativo, su megaloman¨ªa y su obsesi¨®n por la buena prensa¡±, explica Grann.
¡°Estas son tierras empapadas en sangre¡±, dice la nieta de una de las v¨ªctimas, parte de un pueblo orgulloso que no quiere ni puede olvidar. El autor lo explica as¨ª: ¡°Las instituciones blancas y el establishment universitario borraron esta tragedia de la narraci¨®n hist¨®rica establecida porque las v¨ªctimas eran indias. Cuando conoces a los descendientes osage empiezas a comprender el infierno que vivieron, historia viva para ellos, una masacre que no ocurri¨® hace 300 a?os sino en pleno siglo XX¡±.
'El viejo y la pistola', m¨¢s all¨¢ del 'true crime'
David Grann (1967) es un escritor que investiga o un investigador que escribe. En el momento ¨¢lgido de las historias basadas en cr¨ªmenes reales, de la producci¨®n en masa de libros y podcast sobre true crimes, Grann se toma su tiempo, intenta entender las claves, ir m¨¢s all¨¢. "No se trata de buscar lo sensacional, la sangre o un cad¨¢ver", afirma. El viejo y la pistola y otros relatos de true crime (publicado tambi¨¦n por Literatura Random House) recoge tres de sus mejores reportajes publicados en The New Yorker a lo largo de los tres ¨²ltimos lustros. Un elegante ladr¨®n septuagenario maestro en fugas, un escritor polaco que incluy¨® las claves de su crimen en una novela y un artista franc¨¦s del enga?o protagonizan los tres relatos, historias que si fueran ficci¨®n nadie creer¨ªa y que guardan algunas de las esencias de un periodista que se aventur¨® en el interior del Amazonas en busca de una ciudad perdida o que encontr¨® el ¨¦xito desentra?ando las claves de la extra?a muerte del mayor experto mundial en Sherlock Holmes.
Babelia
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