Leonardo Padura: ¡°Mi funci¨®n es escribir, y en Cuba escribo¡±
El maestro cubano de la novela negra, que participa en una charla de EL PA?S Am¨¦rica en el Hay Festival de Cartagena, reflexiona sobre los cambios en la isla y la vejez de Mario Conde, su emblem¨¢tico personaje
"Cartagena est¨¢ m¨¢s cerca de La Habana que de Bogot¨¢", apunta Leonardo Padura para referirse a las conexiones hist¨®ricas entre las dos ciudades caribe?as que siente tan pr¨®ximas. El maestro cubano de la novela negra public¨® hace un a?o La transparencia del tiempo, el libro m¨¢s reciente de la saga de Mario Conde, su emblem¨¢tico personaje. El polic¨ªa retirado que de vez en cuando acepta alg¨²n trabajo como investigador privado incluso ha llegado a Netflix, y su creador es uno de los invitados estelares del Hay Festival?en la ciudad amurallada de Colombia.
Padura (La Habana, 1955) conversar¨¢ este viernes en Cartagena de Indias con el director de EL PA?S Am¨¦rica, Javier Moreno. Hasta el 3 de febrero formar¨¢ parte de un cartel que incluye a la nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie, el rumano Mircea Cartarescu o la brit¨¢nica Zadie Smith. En esta charla telef¨®nica, el autor de El hombre que amaba a los perros ¡ªsobre el asesinato de Trotsky¡ª, se muestra inquieto por los cambios que est¨¢ viendo en la isla.
Pregunta. En La transparencia del tiempo,?Mario Conde se asoma ya a los 60 a?os y lo asalta el desencanto. ?C¨®mo siente que envejeci¨® su personaje?
Respuesta. Con Mario Conde yo he hecho un experimento de ver c¨®mo transcurre el tiempo en dos sentidos: en el sentido f¨ªsico, intelectual, humano, de una persona, y en el tiempo hist¨®rico que va viviendo el personaje. En ese tiempo f¨ªsico el Mario Conde de las primeras novelas era un hombre de 35 a?os, un polic¨ªa, en el a?o 1989. Ten¨ªa sus caracter¨ªsticas de ser un hombre que miraba con cierta frecuencia hacia el pasado, con nostalgia, y en el transcurso de las novelas esas caracter¨ªsticas suyas se han potenciado. Y el personaje a la vez ha ido envejeciendo f¨ªsicamente al llegar a los 60 a?os y tiene una visi¨®n evidentemente m¨¢s pesimista de la vida porque ha visto que su propia realizaci¨®n personal nunca se ha producido.
P. La sociedad cubana se ha transformado en estos a?os.
R. Y mucho. Uno de esos s¨ªntomas se ve muy claramente en La transparencia del tiempo, y es hasta qu¨¦ punto el tejido social se ha dilatado. Era muy homog¨¦neo en los a?os 70 y 80, y se ha dilatado para que vayan apareciendo ciertos destellos de una riqueza que se hacen mucho m¨¢s evidentes cuando uno mira zonas de pobreza que han ido creciendo, y que han ido marginando a una parte de la poblaci¨®n.
P. Las diferencias sociales no parecen tan erradicadas en Cuba como se lleg¨® a mostrar en alg¨²n momento.
R. Una crisis econ¨®mica que fue muy devastadora en los a?os 90 definitivamente no se ha recuperado hasta hoy, con un pa¨ªs que crece un 1 % por a?o. La econom¨ªa no acaba de superar las carencias que tiene, eso por supuesto produce una acumulaci¨®n de deudas, de necesidades, que se refleja en una parte importante de la ciudadan¨ªa cubana. A la mayor¨ªa de los trabajadores en Cuba los salarios no les alcanzan para vivir. No es que lo diga yo, lo dijo hace ya diez a?os el propio Ra¨²l Castro. Es una situaci¨®n que no se ha resuelto.
P. La transparencia del tiempo comienza cuando Bobby Roque, un amigo de infancia, le pide a Conde encontrar una virgen negra robada, de origen africano. Roque es gay. ?El homosexualismo ya no es estigmatizado en Cuba? ?Es una situaci¨®n superada?
R. Creo que s¨ª, totalmente superada. Hist¨®ricamente la homosexualidad en Cuba tuvo una mirada muy prejuiciada por parte de una moral cat¨®lica y de un entendimiento del mundo judeocristiano, a lo que se sum¨® prejuicios de una moral que de alguna manera pudieron preservar muchos de los esclavos africanos que llegaron a Cuba. Despu¨¦s del triunfo de la revoluci¨®n esto tiene momentos mucho m¨¢s ¨¢lgidos en los a?os 60 y 70, cuando se le da tambi¨¦n un car¨¢cter de debilidad ideol¨®gica a la homosexualidad. De todas maneras, este fen¨®meno de marginaci¨®n del homosexual en esos tiempos no es para nada exclusivo de Cuba. A partir de los 80 empieza a cambiar, y creo que hoy definitivamente ha sido superada. Hasta el punto de que se discuti¨® si en la constituci¨®n que va a referendo en unos d¨ªas se consideraba el matrimonio igualitario como una de las modificaciones. Hubo una ligera modificaci¨®n, no fue tan profunda como se esperaba, pero de hecho se reconoce el matrimonio igualitario entre personas del mismo sexo.
P. La novela est¨¢ ambientada en un momento muy concreto, 2014, cuando ocurre el deshielo entre Washington y La Habana. ?La nueva era que se anunciaba entonces nunca lleg¨® con Trump?
R. La novela cierra su recorrido por el presente justamente el d¨ªa 17 de diciembre de 2014, cuando Ra¨²l Castro y el presidente Obama anuncian que Cuba y Estados Unidos van a comenzar conversaciones para un restablecimiento de relaciones diplom¨¢ticas. Eso fue primeramente una conmoci¨®n, y no solo en Cuba. Vimos casi con asombro, y con grandes esperanzas, como se izaba una bandera americana en la embajada que tienen en el malec¨®n de La Habana, la visita posterior de Obama en el a?o 2016 y toda una serie de gestos que indicaban la posibilidad de una convivencia mucho m¨¢s civilizada. Pero ocurri¨® lo que lamentablemente no estaba previsto que ocurriera, que Donald Trump llegara a la presidencia. Eso ha sido una conmoci¨®n no solo para las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, ha sido un fen¨®meno que ha puesto en tensi¨®n al mundo entero, pero sobre todo a la propia sociedad norteamericana. Lo estamos viendo en estos d¨ªas con un Gobierno norteamericano que lleva dos meses pr¨¢cticamente cerrado por las diferencias entre el presidente y el congreso.
P. ?Qu¨¦ hace falta para poder recuperar ese momento esperanzador?
R. Voluntad pol¨ªtica. Y en este caso, voluntad pol¨ªtica por parte del Gobierno de Estados Unidos.
P. ?En qu¨¦ ha cambiado la isla bajo Miguel D¨ªaz-Canel?
R. Ha cambiado muy poco. Va a cumplir un a?o en el poder, est¨¢ tratando de sistematizar un poco una organizaci¨®n de las estructuras de Gobierno, se va a llevar a referendo el d¨ªa 24 del mes pr¨®ximo una constituci¨®n que avanza en algunos elementos respecto a la constituci¨®n anterior, en otros nos deja con expectativa de que pudo haber sido m¨¢s progresiva. Y sobre todo creo que una de sus banderas ha sido intentar una lucha contra una corrupci¨®n que a veces es de bajo nivel, pero muy extendida.
P. Ya hablamos del personaje. ?C¨®mo le sienta la vejez al escritor?
R. A los 60 a?os un novelista est¨¢ todav¨ªa en plenitud de condiciones. Si no tiene grandes problemas f¨ªsicos, es un momento en que ha acumulado una experiencia y un oficio que lo ayudan mucho a la hora de realizar su trabajo. De todas maneras, la experiencia y el oficio son una ayuda, pero no son una soluci¨®n. Cada vez que me enfrento a la escritura tengo que aprender a escribir esa novela que estoy escribiendo. Ahora mismo estoy escribiendo una novela que ocurre en distintos escenarios, con muchos personajes, porque tiene que ver con la di¨¢spora cubana de mi generaci¨®n y me obliga a una estructura completamente distinta de las novelas anteriores. Con los a?os uno puede sufrir una afectaci¨®n de ese aparato tan importante en los escritores que Hemingway calific¨® como ¡°el detector innato de mierda¡±. Hay escritores que les empieza a fallar con los a?os, y uno debe tener mucha consciencia.
P. ?Sus libros reciben menor promoci¨®n en Cuba que en otros pa¨ªses de Am¨¦rica Latina?
R. Desde hace 23 a?os tengo una editorial en Espa?a que es realmente un lujo (Tusquets), que cuida mucho la promoci¨®n de sus autores. Eso me ha permitido tener no solamente ediciones en lengua espa?ola, que se distribuyen en Espa?a y en toda Am¨¦rica Latina, sino tambi¨¦n acceder a otros mercados. En estos momentos publico en 25 idiomas. He tenido la posibilidad de escribir para el cine, he tenido recompensas de diferente tipo en diferentes partes del mundo, incluido un premio tan importante como el Princesa de Asturias. En Cuba he ganado todos los premios, pero las ediciones de mis libros siempre han sido limitadas. Por cuestiones de car¨¢cter econ¨®mico o por cuestiones de car¨¢cter promocional. Que a veces se pueden confundir, a veces se pueden mezclar o a veces se pueden enmascarar una con la otra. Lo que est¨¢ muy claro para m¨ª es que Cuba es mi pa¨ªs, mi lugar de residencia. Mi funci¨®n es escribir, y en Cuba escribo.
Babelia
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