El esc¨¢ndalo de unos campeones

?Qu¨¦ clase de persona hace trampas jugando contra unos discapacitados? La selecci¨®n espa?ola de baloncesto en los Juegos Paral¨ªmpicos de Sidney 2000.

El mayor desastre de la historia del deporte espa?ol, con un equipo que lleg¨® a ganar la medalla de oro en aquel evento participando con diez jugadores (de 12) sin ning¨²n tipo de discapacidad, se ha convertido en pel¨ªcula de ficci¨®n, pero realizada en Francia: Todos a una, segundo largometraje de Vianney Lebasque, donde su autor convierte al equipo espa?ol en franc¨¦s, manteniendo las particularidades esenciales del caso, y elucubrando sobre el reclutamiento del grupo, su entrenamiento, la relaci¨®n de los diez tramposos con los dos baloncestistas con discapacidad, y la estancia del colectivo en la ciudad australiana.

Un hecho real que podr¨ªa haber sido narrado con las singularidades de variados g¨¦neros (drama social o moral, tragedia grotesca, incluso intriga criminal), pero que Lebasque ha preferido contar con los modos de la comedia popular con ligeros tintes de humor negro. Es decir, exactamente el tono utilizado por Javier Fesser para la espa?ola Campeones, con la que tanto tiene que ver (salvo en el protagonismo de int¨¦rpretes profesionales y sin discapacidad). Incluso en el hecho de que el director espa?ol lleg¨® a utilizar el mismo hecho real para la definici¨®n de uno de sus personajes: el interpretado por Roberto Chinchilla, que en la ficci¨®n de Fesser se supone que hab¨ªa sido, en el reciente pasado, una de las dos personas con discapacidad real que hab¨ªa participado en aquellos Paral¨ªmpicos.

Lebasque, como no pod¨ªa ser de otro modo, acude a los conflictos morales de sus personajes, pero estos siempre son de baja intensidad y se le a?aden pluses de defensa para, si no perdonar, s¨ª comprender el comportamiento del equipo, comenzando por el de su ide¨®logo y entrenador. Una decisi¨®n muy acorde con la modulaci¨®n elegida para la pel¨ªcula, plena de simpat¨ªa, pero quiz¨¢ la m¨¢s discutible, junto a la falsedad melodram¨¢tica del partido final, si se compara con las actitudes en el hecho real.

De modo que, como en Campeones, la delicadeza se une a cierta incorrecci¨®n pol¨ªtica, y la simpat¨ªa y las ¨ªnfulas populares a los ligeros apuntes de comedia negra. Apartado en el que destaca esa genialidad de que uno de los diez capacitados, el que mejor parece haberse metido en el papel, descubra a lo largo del torneo, y tras las pruebas del coeficiente de inteligencia, que est¨¢ al borde de la discapacidad. Y se lo tome no solo con humor sino como un triunfo.

Nota: el viernes 8 se estrena tambi¨¦n en la plataforma Filmin el documental espa?ol King Ray, dirigido por Sergio Romero, centrado en el mismo hecho.