Ni?a. Mujer. Guionista
El audiovisual es educaci¨®n disfrazada de entretenimiento y no podemos ni educar ni entretener mirando hacia otro lado y evitando a las mujeres currantas y luchadoras
Yo jugaba con mu?ecas.
S¨ª. Hasta muy mayor, pero mayor rollo 13 o 16¡ Y como por aquel entonces no estaba muy bien visto que quien pensaban que era un ni?o tuviera una Chabel Cenicienta o una Barbie (falsa o verdadera), me las hac¨ªa yo. Las cos¨ªa y las ten¨ªa escondidas en una caja de zapatos debajo de la cama. Ten¨ªa¡ buah, un pu?ado. El proceso era maravilloso. Elegirles un pelo, unas relaciones y un pu?ado de conflictos. Muchos, muchos conflictos. Pero mis mu?ecas no eran tontas que iban a bailes y ya est¨¢. Eran t¨ªas que molaban, porque ten¨ªan trepidantes aventuras, desgarradores amores, discusiones memorables y un poco de sexo guarro propio del imaginario de una ni?a de 13 o 16.
Me llamo Abril, tengo putos 37 a?os y sigo jugando con mu?ecas, pero ahora es diferente... Solo un poco. Es que soy guionista y es una profesi¨®n, que por lo menos para m¨ª, parte del juego, si no me lo paso bien mientras lo hago y me aburro, lo borro y vuelvo a empezar. Mis mu?ecas de ahora se construyen solitas en una p¨¢gina en blanco. Luchan constantemente para no ser relegadas al banquillo de secundarias guapas y floreros, porque ellas saben que pueden ser protagonistas, porque tiene una voz fuerte y un chocho enorme y el¨¦ctrico que poner encima de la mesa para que se sepa que han llegado. Pueden aguantar el peso de la historia, claro que s¨ª, y saltan a la m¨ªnima de cambio, porque llevaban mucho tiempo silenciadas y no les gusta un pelo. Pueden tener 40, 50, 80 a?os y no pasa nada¡ porque sus palabras y sus vivencias son igual de entretenidas y salen como dardos para hacerse o¨ªr. El audiovisual es educaci¨®n disfrazada de entretenimiento y no podemos ni educar ni entretener mirando hacia otro lado y evitando a las mujeres currantas y luchadoras, que por lo menos a m¨ª me han servido (y me sirven) como referente.
?Sabes? A veces invento las historias de amor que me gustar¨ªa vivir a m¨ª o escribo las palabras que nunca dije porque soy una floja, pero que me quemaban en la punta de la lengua. A veces fue terapia y a veces no. A veces fue f¨¢cil y fluido y a veces me quise arrancar los ojos al ver lo maravilloso que vomit¨¦ desde el coraz¨®n a las 3 de la ma?ana y a las 10 se convirti¨® en basura, pero basura de la mala. Y fue frustrante. Me preguntaron si los hombres y las mujeres escriben diferente. ?Yo qu¨¦ se? Cada persona escribe como puede, ?no? Da igual si tienes pito o vagina¡ porque tu imaginario es tuyo, tus miedos tambi¨¦n, tus ilusiones y aspiraciones son incomparables. Creo que con formaci¨®n o sin ella, si hurgas dentro de ti habr¨¢ alguien que habr¨ªa querido (seguro) seguir jugando con He-Mans, Pocas Pecas o con G.i. Joes y que a veces se imagina historias cuando va en el metro, cuando hace caca, cuando friega los platos o simplemente cuando ve otras historias. Y eso, poco tiene que ver con el g¨¦nero.
Abril Zamora es actriz y guionista. Se?oras del (h)ampa, que Telecinco estrenar¨¢ pr¨®ximamente, ser¨¢ su primera serie como creadora.
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