Los nuevos mafiosos de 15 a?os
La italiana 'La banda de los ni?os (Pira?as)', basada en la novela de Roberto Saviano, ilustra la llegada a la c¨²spide de la delincuencia de grupos de adolescentes
Puede que La banda de los ni?os, la novela de Roberto Saviano, no sea el mejor libro del autor de Gomorra. Pero su conversi¨®n en pel¨ªcula, con guion del mismo Saviano, ha satisfecho a la Berlinale con su retrato de los adolescentes que est¨¢n tomando las calles de N¨¢poles. En La banda de los ni?os (Pira?as), el protagonista es uno de esos chavales, un pira?a, que decide liderar un clan y abrirse paso en la Camorra. El mismo Saviano ha contado en la rueda de prensa que siempre hubo ni?os en los clanes. "Pero ahora, por primera vez, tenemos grupos liderados por cr¨ªos de 14 o 15 a?os".
La pel¨ªcula, dirigida con pulso hiperrealista por Claudio Giovannesi -responsable de dos episodios de la serie Gomorra, con lo que controlaba perfectamente este universo- con actores no profesionales de la ciudad en la que se desarrolla, es seg¨²n el escritor el retrato de un mundo sin salida. "La pol¨ªtica no deja otras alternativas a los j¨®venes m¨¢s que delinquir o emigrar. Y la realidad italiana no ayuda hoy en d¨ªa a resolver estas situaciones". As¨ª lleg¨® Saviano hasta uno de los pol¨ªticos que m¨¢s le han atacado, el ministro italiano del Interior, Matteo Salvini, "al que le gusta vestirse de polic¨ªa". Y prosigui¨®, para ahondar en las amenazas de Salvini de quitarle la escolta que acompa?a a Saviano desde Gomorra: "No dejar¨¦ que me intimide. Seguir¨¦ en calma, con mi trabajo, y contando lo que ocurre. Y las cosas que est¨¢n pasando en Italia son muy serias". Sobre esa protecci¨®n que le rodea perpetua, explic¨®: "M¨¢s all¨¢ de la cuesti¨®n de mi seguridad personal, la escolta policial no es un privilegio, sino una pesadilla. Hay una docena de periodistas en Italia y en general en Europa que tambi¨¦n van con escolta. Este continente ya no es un lugar seguro para quienes denuncian hechos deplorables"
La banda de los ni?os (Pira?as) es otro eslab¨®n en esta cadena de denuncias, aunque en esta ocasi¨®n asusta a¨²n m¨¢s por la juventud de sus protagonistas, que en pocos meses pasan de ver con miedo a los matones del barrio, a protagonizar su primer delito, encontrar su primer amor y asesinar a su primera v¨ªctima. En una secuencia, un jefe de la camorra, en arresto domiciliario, reh¨²sa darle algunas armas. Despu¨¦s recula: cree falsamente que podr¨¢ manejar a esas cr¨ªas de chacales, que al final no entienden ni de c¨®digos ni de honor. Incontrolables, saldr¨¢n como hordas hambrientas a lomos de sus motocicletas.
En comparaci¨®n con el thriller de Giovannesi, ni Adi¨®s a la noche, del veteran¨ªsimo director franc¨¦s Andr¨¦ T¨¦chin¨¦, que aunque se presenta en la secci¨®n oficial participa fuera de concurso, ni la alemana?Ich war zu Hause, aber..., de Angela Schanelec, han levantado pasiones. En la primera, Catherine Deneuve encarna a la due?a de una escuela de h¨ªpica, lugar al que vuelve su nieto al que hace tiempo de no ve. El chaval va a estar pocos d¨ªas antes de viajar fuera de Francia, pero lo que no sabe su abuela es que se ha radicalizado y su destino ser¨¢ la guerra de Siria. Lo mejor es un personaje secundario, excombatiente yihadista que intenta convencer al veintea?ero de que no se vaya. Y que explica a Deneuve el quid de la cuesti¨®n: "Yo estaba integrado en mi barrio, sacaba buenas notas, jugaba al Call of Duty... Lo que pasa es que Francia me aburr¨ªa". No hay m¨¢s explicaciones.
A concurso s¨ª estaba Ich war zu Hause, aber..., una apuesta tan arriesgada como irregular, muy en la l¨ªnea del trabajo previo de su realizadora, Schanelec, que juega con sentimientos e im¨¢genes. El resultado: a ratos interesante, a ratos irritante.
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