T¨², al cielo, y t¨², al infierno
La historia de la corrupci¨®n pol¨ªtica y los esc¨¢ndalos econ¨®micos en Espa?a empieza ya desde Fernando VII
1. Psicostasis
En casi todas las escatolog¨ªas encontramos, con las variantes de rigor, el motivo del pesaje de almas o psicostasis. En el Libro de los muertos, el psicopompo o pesador es Anubis, dios de los muertos, y en la Il¨ªada es Zeus quien deposita en la balanza los destinos de Aquiles y H¨¦ctor. En la iconograf¨ªa cristiana el honor corresponde casi siempre al arc¨¢ngel san Miguel, aunque a veces es el mism¨ªsimo Cristo ¡ªcuya mano (el resto del cuerpo suele quedar fuera de plano) surge de una nube para sostener la balanza¡ª el que est¨¢ al cargo del pesaje; as¨ª ocurre, por ejemplo, en la impresionante pintura Finis gloriae mundi, del siniestro (y genial) Vald¨¦s Leal (Hospital de la Caridad, Sevilla), presidida por un peso en cuyos platillos est¨¢n inscritas las leyendas ¡°ni m¨¢s¡± y ¡°ni menos¡±, como constataci¨®n del juicio supremo. En todo caso, una de mis psicostasis favoritas del prolijo programa iconogr¨¢fico cristiano-medieval es la que aparece en la Tabla de san Miguel, del Maestro de Soriguerola (Museo Nacional de Catalu?a), en la que san Miguel y el diablo se disputan (este ¨²ltimo haciendo trampa) el destino de los finados. Esto de la psicostasis viene a prop¨®sito del juicio de los pol¨ªticos catalanes presuntamente rebeldes, sediciosos y malversadores que se ha iniciado en el Supremo, y entre los que sigue ausente (en su exilio belga y dorado) el m¨¢s rebelde, pero menos valiente, de todos ellos. En esta ocasi¨®n los presuntos 12 independentistas sin piedad (nueve varones y tres mujeres: ?para cu¨¢ndo la paridad en el banquillo de los acusados?) no son jurados, como los 12 hombres (ah¨ª no hab¨ªa damas) de la pel¨ªcula (1957) de Sidney Lumet, sino acusados. Y esta vez el psicopompo, encargado de juzgar y emitir sentencia con ayuda de otros seis jueces, tras escuchar a acusados, abogados y fiscales e incluso la tonitronante voz de Vox (a cuyo representante se le hinchan las venas del cuello, como al m¨¢rtir Jos¨¦ Antonio), ser¨¢ el controvertido juez Marchena. Bueno, ahora toca paciencia y a barajar, y a ver de qu¨¦ lado se inclina la balanza del Estado de derecho.
Mientras tanto, en un pa¨ªs en el que lleva camino de judicializarse hasta la respiraci¨®n (por no hablar de la inspiraci¨®n, y hasta la transpiraci¨®n), contin¨²an otros procesos contra defraudadores, estafadores y corruptos que tambi¨¦n preocupan a los espa?oles, y que tienen su historia m¨¢s o menos reciente. En La corrupci¨®n pol¨ªtica en la Espa?a contempor¨¢nea (Marcial Pons), un volumen colectivo dirigido por Borja de Riquer, Joan Llu¨ªs P¨¦rez Francesch, Gemma Rub¨ª, Llu¨ªs Ferran Toledano y Oriol Luj¨¢n, se recogen las intervenciones del Primer Congreso Internacional de Historia de la Corrupci¨®n Pol¨ªtica en Espa?a (siglos XIX-XXI). De tem¨¢tica y enfoque multidisciplinares, se estudian corrupciones y esc¨¢ndalos econ¨®micos (algunos afectaron a la monarqu¨ªa), financieros, administrativos, judiciales o pol¨ªticos, componiendo el conjunto un fresco bastante instructivo ¡ªdesde Fernando VII hasta anteayer¡ª de esas deliciosas actividades extractivas o fuleras de nuestras siempre estupendas clases dirigentes.
2. Los nuestros
Le robo el titulillo al libro de entrevistas de Luis Harss con los escritores del boom (1966; reedici¨®n en Alfaguara, 2012) para hablar de sendos libros de o sobre dos de los poetas del siglo XX m¨¢s influyentes. La herencia de Antonio Machado (1939-1970), de Jes¨²s Rubio Jim¨¦nez (Universidad de Zaragoza), aparece con motivo del 80? aniversario (el pr¨®ximo jueves) de la muerte del poeta en el exilio; en ¨¦l se examina la repercusi¨®n (incluyendo apropiaciones, cr¨ªticas, controversias) que su personalidad y su obra suscitaron entre los espa?oles del exilio y del ¡°interior¡± durante la dictadura. Por otra parte, Biblioteca Nueva ha reeditado Impresiones y paisajes, el primer libro de Federico Garc¨ªa Lorca (edici¨®n de Jes¨²s Ortega y V¨ªctor Fern¨¢ndez), con ocasi¨®n del primer centenario (1918) de su publicaci¨®n. Por esas casualidades de la vida cultural (o quiz¨¢ no lo sean tanto), el libro, compuesto por art¨ªculos e impresiones viajeras del entonces jovenc¨ªsimo FGL, me lleg¨® el mismo d¨ªa que el anuncio, en una casa de subastas madrile?a, de un lote de la primera edici¨®n (en la imprenta tipogr¨¢fica P. V. Traveset, SA) del mismo libro, anunciado en cat¨¢logo como ¡°edici¨®n no venal de extrema rareza¡±. El precio de salida del libro en la subasta es de 1.700 euros; comp¨¢rese con el de la ¡°edici¨®n conmemorativa¡± de Biblioteca Nueva a 20,90 eurillos (tambi¨¦n existe una edici¨®n de 1994 en C¨¢tedra a 11,15). El Lorca de antes de Lorca al alcance de todos los bolsillos.
3. Gur¨²
Michiko Kakutani ha sido una de los m¨¢s influyentes gur¨²s literarios de la anglosfera en el ¨²ltimo medio siglo. Durante los a?os en que ejerci¨® como cr¨ªtica-jefe de The New York Times (1983-2017), sus veredictos destru¨ªan o creaban reputaciones (David Foster Wallace o George Saunders, por ejemplo), y sus frases elogiosas eran las m¨¢s buscadas para incluir en los paratextos de las novedades. La muerte de la verdad (Galaxia Gutenberg), escrito tras su jubilaci¨®n, es un ensayo ¡ªcon su punto de ira y desd¨¦n¡ª acerca de las muchas caras contempor¨¢neas de la posverdad, con Trump como pretexto. Un libro importante y ameno que da mucho que pensar.
4. Dios
No me resisto a transcribirles una definici¨®n de Dios que aparece en el antol¨®gico Ideario Aira, de Ariel Magnus (Literatura Random House), una especie de diccionario-introducci¨®n a la obra de C¨¦sar Aira. Ah¨ª va: ¡°Exoedro [sic] de cart¨®n con patas de ara?a y peluca rubia, de unos cuarenta cent¨ªmetros de alto. Sus largas patas negras y delgad¨ªsimas cuentan con un sistema de resortes que le permite dar saltos de por lo menos ocho metros. El cuerpo del bicharraco, al golpearlo, suena hueco¡±. Puro Aira, y que Dios nos perdone.
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