Juicios

El a?orado incendiario L¨¦o Ferr¨¦, m¨²sico con plaza inamovible en el Olimpo, juglar de la negaci¨®n, le agradec¨ªa entre otras cosas al diablo en su canci¨®n Thank You Satan la soledad de los reyes, la toma de la Bastilla aunque no sirviera para nada, el aburrimiento que invade los lechos en los que no est¨¢ ¨¦l, su honor al no aparecer jam¨¢s en la televisi¨®n. Y el ¨¢ngel ca¨ªdo siempre se ha distinguido por su lucidez.

Como el diablo, jam¨¢s aparece en la tele la opini¨®n ni la presencia de la gente que no vota o lo hace siempre en blanco (somos el 30%, cantidad respetable), los Bartleby de la existencia, los gen¨¦tica o racionalmente esc¨¦pticos, los irresponsables c¨ªvicos, los vagos, los que no poseen religi¨®n, ni club, ni ideolog¨ªa compartida, ni partido, ni dioses, ni nada abstracto a lo que adorar.

Durante tres meses el espect¨¢culo frecuentemente hep¨¢tico que intenta crear la tele se va a volcar en un juicio hist¨®rico y en elecciones de todo tipo. Joder, qu¨¦ aburrimiento, qu¨¦ mareo, qu¨¦ matraca. Los ¨²nicos juicios que me fascinan me los ha ofrecido el cine, los de Matar a un ruise?or, Anatom¨ªa de un asesinato, Veredicto final, Doce hombres sin piedad, Testigo de cargo, y as¨ª. Y lo que verdaderamente me ha preocupado en cuestiones penales son las querellas que me puso gente abyecta (ganadas todas) o el juicio al que me enfrent¨¦ hace infinitos a?os con una empresa period¨ªstica de delincuentes. Yes, tambi¨¦n existe eso entre los ¨¦picos rastreadores de la verdad.

Y aunque el independentismo (ay, el involuntario aroma curil y monjil que desprenden la mayor¨ªa de sus jefes) me provoque tanto agotamiento como grima, igual que los nacionalismos, no deseo que esa gente se pudra en la trena, me parece una barbaridad. En cuanto a los que exigen preventiva y despu¨¦s condena eterna tambi¨¦n les reconozco desde que era ni?o. Algunos incluso sentir¨¢n justiciera a?oranza de los paseos al amanecer.