Levantar la liebre
'This is Jackalope' es un proyecto volcado en la creaci¨®n, difusi¨®n y gesti¨®n de las pr¨¢cticas art¨ªsticas que multiplica sus formatos buscando nuevos discursos
En Estados Unidos el jackalope es un animal nacido del cruce de una liebre y un ant¨ªlope. Tiene aspecto de conejo con cuernos y mucho de literatura fant¨¢stica. Dicen que tienen una gran capacidad para imitar sonidos y que son dif¨ªciles de ver, pese a que en 2013 se colara en una de las postales que la comisaria Gema Melgar trajo consigo de un viaje por California y Death Valley. En ese momento trabajaba ya como coordinadora de la programaci¨®n de Matadero Madrid, donde sigue, y no sab¨ªa que esa imagen la llevar¨ªa a?os despu¨¦s, y junto a la tambi¨¦n comisaria Cristina Anglada, a titular uno de los proyectos independientes m¨¢s flexibles, abiertos y libres de la actual escena del arte: This is Jackalope.
Ambas se conocieron en el M¨¢ster de Arte Actual del Museo Reina Sof¨ªa, pero explican que un viaje a Berl¨ªn en 2016, para ver la bienal, lo desencaden¨® todo. Era la bienal de la posverdad y el pos-Internet que firm¨® el colectivo DIS, apoyada en esa idea de futuro que tiene que ver con los afectos y no con el tiempo, y que tan bien volcaron en su primer proyecto: Ficciones Verbicovisuales. Era una exposici¨®n que part¨ªa del libro Uncreative Writing, de Kenneth Goldsmith, y cuestionaba, como este, las m¨²ltiples posibilidades del lenguaje, la escritura y el texto a la hora de hablar del ma?ana. Una mirada al futuro inmediato que se ha convertido, dos a?os despu¨¦s, en una de sus se?as de identidad. Las otras tienen que ver con quitarse prejuicios y trabajar desde el disfrute, dos cosas que damos por sentadas cuando hablamos de arte pero que escasamente vemos funcionar juntas. Eso es This is Jackalope: un elogio a la pausa para pensar y una llamada al deseo para maniobrar. En este peque?o equipo curatorial no se marcan tiempos pero s¨ª un espacio mental donde conviven lo sensorial, lo irracional y lo intuitivo. Lejos de llenar huecos, lo que hacen Gema Melgar y Cristina Anglada es trabajar para abrir nuevas grietas donde poner en relaci¨®n mundos, a priori, incompatibles. O lo que es lo mismo, poner en di¨¢logo ¨¢reas de la creaci¨®n a distancia cero.
Entre sus proyectos hay una publicaci¨®n en papel y biling¨¹e que editan anualmente. Tambi¨¦n la edici¨®n de obra seriada buscando un coleccionismo m¨¢s asequible, como la que trabajan ya con Elena Alonso, y comisariados como el que acaban de inaugurar de Manuel Fern¨¢ndez en Hub27, en uno de los edificios m¨¢s emblem¨¢ticos de la Gran V¨ªa. Aunque si hay algo que sobresale entre sus ¨²ltimos proyectos es la puesta en escena de elAmor Pr¨®logo: bot¨¢nico, junto a Amor Proyectos, en el Pabell¨®n Villanueva del Jard¨ªn Bot¨¢nico de Madrid. Hablan del museo como espacio p¨²blico y del Jard¨ªn Bot¨¢nico como tel¨®n. Tambi¨¦n de un espacio mental donde los cuerpos en movimiento, la m¨²sica y la voz est¨¢n m¨¢s all¨¢ de la raz¨®n. Pero, sobre todo, de una sociedad de intensidades art¨ªsticas. Entramos en ella para saber m¨¢s detalles.
?Por qu¨¦ las esferas de intereses dentro de la cultura son mundos tan separados unos de otros?
En realidad pensamos que hoy en d¨ªa cada vez se entremezclan m¨¢s de manera natural. La separaci¨®n tan r¨ªgida por disciplinas queda obsoleta y nos gusta pensar en t¨¦rminos como intensidad, de Paul B. Preciado, que flexibiliza el enfoque a la categorizaci¨®n de las pr¨¢cticas art¨ªsticas.
Vuestra posici¨®n es local pero vuestra vocaci¨®n, internacional.
Venimos de trabajar a?os fuera de Espa?a, Cristina en Berl¨ªn y Gema en Liverpool, y cuando volvimos a Madrid nos dimos cuenta de que las relaciones y los intercambios en el llamado ¡°mundo del arte¡± surgen de manera natural con gente de todas partes.
Hablemos de dinero. ?C¨®mo financian el proyecto?
Durante el primer a?o, la puesta en marcha fue financiada por nosotras mismas. M¨¢s tarde contamos con ingresos de ventas de la primera publicaci¨®n y edici¨®n, y de honorarios recibidos por comisariados o gesti¨®n de proyectos. En el caso de la publicaci¨®n impresa anual s¨ª que hemos contado con financiaci¨®n privada por parte de Amor Editions para el ¨²ltimo n¨²mero, lo que ha hecho que podamos mejorar mucho la calidad de la impresi¨®n.
?Qu¨¦ lugar ocupa la cr¨ªtica en vuestra publicaci¨®n?
Editamos la publicaci¨®n de a?o en a?o y esta temporalidad marca el tipo de textos cr¨ªticos que incluimos. No tendr¨ªa sentido incorporar cr¨ªtica de exposiciones, por ejemplo, pero s¨ª que buscamos dar espacio a art¨ªculos cr¨ªticos sobre temas que se est¨¢n debatiendo en el contexto cultural y art¨ªstico del momento. Por otro lado, la cr¨ªtica est¨¢ atravesando un periodo de crisis que, de alguna manera, se podr¨ªa traducir en cambio. Es necesario un replanteamiento.
H¨¢bladnos de esos temas latentes.
Hoy hay un exceso de hipertextualidad que hace que todo se convierta en un terreno de disloque, caos y confusi¨®n. Por ah¨ª discurren los temas que nos interesan investigar, el lenguaje y lo textual, la relaci¨®n entre arte y tecnolog¨ªa, las pr¨¢cticas colaborativas, las nuevas metodolog¨ªas de educaci¨®n y aprendizaje, lo inter/transdisciplinar...
?Es el trabajo en arte precario?
En nuestro caso, siempre tuvimos clara la importancia de la financiaci¨®n privada y el valor del mecenazgo en el desarrollo de ciertos proyectos culturales como el nuestro.
?Cu¨¢l es el espacio del arte?
Nosotras reivindicamos el que es ef¨ªmero, el encuentro temporal donde eso sucede. Donde se propicia el encuentro, la conversaci¨®n.
Como gestoras que son, ?cu¨¢l ser¨ªa la gesti¨®n ideal de la cultura?
Una basada en el di¨¢logo, la transparencia, la honestidad, la eficacia, el respeto mutuo y la flexibilidad.
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