El juicio a Arcadi Espada
Lo que presenciamos el domingo en Cuatro fue el final de una manera de ser y de estar en el periodismo

¡°El tramposo eres t¨²¡±, se despidi¨® Arcadi Espada en el mutis m¨¢s cebado y promocionado de la historia de la televisi¨®n. Cuatro llevaba tantos d¨ªas vendiendo el momento que, como cualquier expectativa, no pod¨ªa m¨¢s que defraudar, porque se produjo al final del programa, con el invitado completamente exprimido: de Arcadi no quedaban ya ni las mondas.
?Por qu¨¦ se someti¨® Espada a esta ordal¨ªa de la que no ten¨ªa forma alguna de escapar con bien? ?Exceso de confianza? Razones, quiz¨¢, no le faltaban: confieso que yo no me sentar¨ªa tranquilo en una tertulia con Arcadi. Es un polemista ol¨ªmpico capaz de retorcer las palabras del oponente y estrangularle con ellas. Pero Chester no es una tertulia y Risto no es Ana Rosa.
Seg¨²n Mejide, aquello no era un juicio, pero al plat¨® solo le faltaban los alguaciles. El reo, adem¨¢s, no ten¨ªa abogado. No me estoy compadeciendo de ¨¦l: el alegato de que los ni?os con s¨ªndrome de Down no tienen derecho a la asistencia sanitaria p¨²blica es de lo m¨¢s miserable y abyecto que he le¨ªdo en mucho tiempo, y la respuesta del padre que sali¨® al plat¨® fue impecable y ajustada. Sin embargo, no me trago las intenciones justicieras del programa. Si de verdad consideran que la figura y las palabras de Espada son impresentables, la ¨²nica respuesta digna es guardar la entrevista en un caj¨®n y no emitirla nunca. O sea, que Risto tiene la misma consistencia moral que le afea a Arcadi.
Lo que presenciamos el domingo en Cuatro fue el final de una manera de ser y de estar en el periodismo. Arcadi es el ¨²ltimo esp¨¦cimen de una raza muy ib¨¦rica de polemista (a veces, directamente, libelista) que ha sido abatido por Risto, un ejemplar joven de otra especie nueva y vigorosa. Se?ores afeitados contra viej¨®venes barbudos. Propagandistas de subordinada y subjuntivo contra predicadores de oraciones simples y verbos en indicativo. Planta de caballero contra planta joven. Un relevo, en fin, cosm¨¦tico, porque los escr¨²pulos son id¨¦nticos en ambos casos: invisibles.
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