¡®Catastrophe¡¯ y el amor real
La cuarta y ¨²ltima temporada de la serie es una fant¨¢stica despedida. En realidad no ha necesitado revolucionar nada porque siempre ha sido fant¨¢stica
Catastrophe ha sido perfecta. Ha logrado que los espectadores empatizaran tanto con los protagonistas que el dolor por separarnos de ellos con el final de la serie ha sido real. Como esos amigos de la universidad que, al terminar la carrera, jur¨¢is que seguir¨¦is vi¨¦ndoos pero la vida se impone y llegan otras cosas, otras gentes, y no vuelves a saber de ellos m¨¢s que por alguna actualizaci¨®n en Facebook. La separaci¨®n duele de verdad. Dices que volver¨¢s a ver Catastrophe desde el cap¨ªtulo uno pero en el fondo sabes que no, que la lista de series que tienes pendientes lo impedir¨¢.
Entre risas y l¨¢grimas (como ha sido casi todo en la serie, como es todo en la vida), esta ¨¢cida comedia se ha marchado y lo incre¨ªble es que no estemos haciendo todos manifestaciones en las calles para reclamar m¨¢s. Mis viernes no van a ser iguales sin Rob y Sharon. Y los tuyos tampoco deber¨ªan. Si todav¨ªa no has visto Catastrophe, ya est¨¢s tardando.
Antes de llegar a su final, la serie ha dejado tras de s¨ª cuatro temporadas en las que hemos llegado a conocer a la pareja protagonista (interpretada por Sharon Horgan y Rob Delaney, tambi¨¦n creadores y guionistas) de tal forma que parecen amigos nuestros. Aqu¨ª ya hemos hablado de la naturalidad de la serie y los personajes, de los maravillosos di¨¢logos, las referencias culturales. De los defectos que tienen Rob y Sharon que les hacen tan reales, tan humanos, tan como nosotros, tan perfectamente imperfectos. Catastrophe es una serie sobre el amor real, sobre la vida real, con sus problemas, sus virtudes, sus amarguras y sus alegr¨ªas. Con gente como Rob que, a?os despu¨¦s de casado, sigue guardando el tel¨¦fono de Sharon en el m¨®vil como "Sharon Sex London".
La cuarta temporada es una fant¨¢stica despedida. No ha necesitado revolucionar nada porque Catastrophe siempre ha sido fant¨¢stica. Se ha mantenido en ese nivel genial y esa es la mejor noticia. La temporada (en Movistar + est¨¢ la serie al completo) ha permitido a los espectadores decir adi¨®s a personajes secundarios casi tan maravillosos como los protagonistas. Muestra las debilidades de Rob y Sharon, que se necesitan mutuamente m¨¢s de lo que les gustar¨ªa y se hacen fuertes juntos. El cap¨ªtulo final es la mejor despedida que podr¨ªa tener esta serie. Tiene momentos para la risa y para la emoci¨®n, para la incertidumbre y para la angustia. Y encima cuela el recuerdo de Carrie Fisher, que interpret¨® a la madre de Rob. Te hace llorar mientras sonr¨ªes. Porque no sabes qu¨¦ va a ser de ellos, pero sabes que juntos les ir¨¢ bien. La vida de Rob y Sharon sigue, pero sin nosotros. Y eso es doloroso.
Pero cu¨¢nto ha merecido la pena el camino. Ojal¨¢ m¨¢s series as¨ª de perfectas. Y ojal¨¢ en el futuro nos reencontremos con ellos aunque sea en una reuni¨®n de antiguos alumnos. Rob, Sharon: tenemos que quedar.
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