Mercury Rev: espectros del viejo sur

Nada funciona a largo plazo en la m¨²sica popular como un enigma. Bobbie Gentry apareci¨® envuelta en misterio con su n¨²mero uno de 1967 Ode to Billie Joe, transgrediendo las reglas del pop al relatar el suicido del protagonista y la frialdad con que su familia recibe la noticia de que ha saltado desde un puente. Arcano sin resolver del g¨®tico sure?o, la joven cantante fund¨ªa la frondosa tradici¨®n musical de su tierra ¡ªhab¨ªa nacido Roberta Lee Streeter en Misisip¨ª, 1942¡ª con las cualidades literarias de los cantautores que en la ¨¦poca emerg¨ªan con una pureza que acallaba el fragor del rock. Tan intrigante tema le vali¨® dos premios Grammy, pero aunque artista autosuficiente ¡ªcompon¨ªa y produc¨ªa sus discos, hab¨ªa estudiado filosof¨ªa y se postulaba feminista¡ª perdi¨® el inter¨¦s y, tras media docena de elep¨¦s, actuaciones en Las Vegas y un programa de televisi¨®n, a finales de los setenta desaparece.

Artista: Mercury Rev

Disco: Bobbie Gentry's The Delta Sweete Revisited

Sello: Bella Union-PIAS

Calificaci¨®n: 7 sobre 10

Otra inc¨®gnita: Mercury Rev, de Buffalo, Nueva York. Firmaron una de las obras m¨¢s fascinantes y l¨ªricas de los noventa, Deserter's Songs, pero no lograron mantener el embrujo y fueron espaciando sus grabaciones. Reducidos a los fundadores Jonathan Donahue y Grasshopper, m¨¢s Jesse Chandler de los tejanos Midlake, hoy reivindican el olvidado segundo ¨¢lbum de la muchacha del condado de Chickasaw. The Delta Sweete exploraba sus recuerdos de infancia ¡ªlas gentes, el ecosistema, la religi¨®n¡ª en una colecci¨®n de canciones cuyos or¨ªgenes folk se vest¨ªan de enso?adoras orquestaciones, guitarras pantanosas y urbanos trompeteos. El ¨¦xito de esta revisitaci¨®n, coherente con el paisajismo on¨ªrico de Mercury Rev, se fundamenta en 13 vocalistas que habitan, cada una a su modo, las canciones y versiones del fracasado elep¨¦. La precoz ¨®pera country-rock renace as¨ª en interpretaciones que translucen el irrepetible, exc¨¦ntrico car¨¢cter de su creadora, solo meses despu¨¦s de que Capitol reeditase sus obras completas.

Desde la inicial Okolona River Bottom Band, de la que Norah Jones se apropia gozosa, hasta Courtyard, donde Beth Orton ¡ªquien ya dedic¨® una canci¨®n a Gentry¡ª exhala curtida emoci¨®n, todo fluye lenta y vaporosamente r¨ªo abajo. Mercury Rev ingenian arreglos somnolientos y espaciosos trasfondos, intuyendo lo que la buena se?ora ¡ªque vive recluida entre Los ?ngeles y Memphis¡ª hubiese deseado. Es en este terreno com¨²n, pues les une el af¨¢n por enriquecer la tradici¨®n con aliento tel¨²rico, personal, donde The Delta Sweete Revisited se eleva por encima del tributo bald¨ªo y conquista su propia realidad. Hope Sandoval de Mazzy Star reformula Big Boss Man con latente nocturnidad, Laetitia Sadier de Stereolab aporta gravedad a Morning Glory, Margo Price aplica respiraci¨®n g¨®spel a Sermon y Phoebe Bridgers entona Jessye Lisabeth con dulzura. Hay tremendo ep¨ªlogo: Ode to Billie Joe a cargo de Lucinda Williams, acaso heredera de Gentry en el conjuro de los espectros del viejo sur.