Maryse Cond¨¦: ¡°El Nobel de Literatura suprimido era machista, elitista y blanco¡±
La escritora antillana presenta 'Coraz¨®n que r¨ªe, coraz¨®n que llora', antolog¨ªa de relatos publicada en 1999 y reci¨¦n aterrizada por primera vez en Espa?a
Maryse Cond¨¦ naci¨® en 1937 en Pointe-¨¤-Pitre, la capital del archipi¨¦lago antillano de Guadalupe, regi¨®n ultraperif¨¦rica de la Uni¨®n Europea dependiente de Francia. Cond¨¦, la peque?a de ocho hermanos, empez¨® a escribir a los 10 a?os. Lo primero fue un poema. Se lo dedic¨® a su madre. Era su regalo de cumplea?os. ¡°Me dijo que era horrible, que lo m¨ªo no iba a ser escribir¡±, sentencia. Lleva gafas de sol y un sombrero. Va en silla de ruedas y habla despacio, con esfuerzo, porque hace a?os que se resiste a que la enfermedad degenerativa que se llev¨®, ¡°siendo a¨²n muy joven¡±, a su hermano Sandrino, se la lleve a ella tambi¨¦n. La llama la enfermedad de los Boucolon (el apellido familiar) porque parece que solo afecte a miembros de su familia. Es como una maldici¨®n. ¡°A veces pienso que solo estoy aqu¨ª porque he perseguido el sue?o de mi hermano. ?l quer¨ªa ser escritor y no pudo. Yo estoy cumpliendo su sue?o¡±, dice. Cond¨¦ ha vivido en tres continentes (?frica, Europa y Am¨¦rica) y ha escrito ficci¨®n hist¨®rica, cuentos, poemas, ensayos, novelas, en los que trata de explorar y explicarse las relaciones entre los pueblos africanos y la di¨¢spora, especialmente en el Caribe, as¨ª como todas las formas de racismo e intolerancia.
Cond¨¦ fue distinguida el pasado octubre con el Premio Nobel alternativo de Literatura, una iniciativa de personalidades de la cultura sueca tras la suspensi¨®n en 2018 del aut¨¦ntico galard¨®n a causa de los esc¨¢ndalos de abusos sexuales que han salpicado a la Academia del pa¨ªs n¨®rdico. Se decantaron ¡ªtras un proceso en el que participaron con su voto m¨¢s de 3.000 bibliotecarios¡ª por esta escritora prol¨ªfica y a¨²n rebelde, que articula en sus novelas, de una alegr¨ªa contenida y cierto poso triste, una reflexi¨®n constante sobre la memoria, la raza y la condici¨®n de la mujer.
Y lo hace a trav¨¦s de su propia experiencia. Coraz¨®n que r¨ªe, coraz¨®n que llora (Impedimenta), antolog¨ªa de relatos, o memoria en episodios, publicada originalmente en 1999 y reci¨¦n aterrizada por primera vez en Espa?a, motivo por el que est¨¢ en Barcelona, es un buen ejemplo. Su facilidad para pasar de la an¨¦cdota personal, o el episodio terror¨ªfico, al hecho universal es pasmosa. Pensemos en la Maryse ni?a en un parque, jugando por la noche con una chica de coleta rubia que la trata como a una criada, noche tras noche, mientras sus padres charlan en un banco. Maryse se siente inc¨®moda, pero no puede evitar obedecer y no entiende por qu¨¦. La ni?a la azota y ella le pregunta el motivo. La otra le contesta: ¡°Te lo mereces, por negra¡±. La peque?a Maryse no tarda en preguntarles a sus padres por qu¨¦ deber¨ªan pegarla por ser negra. Y los padres, en su propio mundo, uno en el que son distinguidos ciudadanos franceses, fingen que nada de aquello est¨¢ pasando.
Ese fue el momento en el que Maryse se supo distinta. Hasta entonces jam¨¢s hab¨ªa pensado que lo fuera. Tiempo despu¨¦s se preguntar¨ªa, y har¨ªa de esa pregunta un relato titulado Clase de Historia, si aquel encuentro no ser¨ªa cosa de magia. La magia macabra de una tierra, la suya, que albergara en su interior ¡°tantos odios¡± y ¡°miedos¡± antiguos ¡°a¨²n sin cicatrizar¡±, que obligara a unas ni?as a interpretar el papel ¡°del negrero y su negro¡±. Aquello debi¨® de ocurrir en los a?os cuarenta. ?Podr¨ªa hoy ocurrir algo parecido? ¡°No, afortunadamente las cosas han cambiado. Hoy nos conocemos m¨¢s y mejor. Y hay muchos franceses viviendo en Las Antillas. El paro hace que emigren¡±, contesta. Pese a ello, est¨¢ convencida de que al Gobierno franc¨¦s no le resulta c¨®moda su figura. No han querido que viaje a Jap¨®n y ha tenido un rifirrafe con el embajador franc¨¦s en Estocolmo, ciudad en la que se le concedi¨® el premio.
¡°Estoy muy orgullosa de mi trayectoria literaria y pol¨ªtica y muy orgullosa de este premio, le guste o no al Gobierno franc¨¦s¡±, dice. Lo que m¨¢s inc¨®modo puede resultar al Ejecutivo galo de la escritora es su lucha por la independencia de la isla en la que naci¨®. Ha dicho en alguna ocasi¨®n que hay pol¨ªtica en todo lo que escribe. ¡°En Francia, por un lado est¨¢ la gente de a pie y por otro el poder; no tienen nada que ver. Es como si Gobierno y poblaci¨®n se hubiesen divorciado y yo hubiese quedado en medio¡±, a?ade. ?La creaci¨®n de un Nobel alternativo es un ejemplo de la disociaci¨®n que se est¨¢ produciendo en la sociedad entre el viejo poder y el nuevo, a¨²n en formaci¨®n? ¡°El Nobel suprimido era machista, elitista y blanco. Era una recompensa para el hombre blanco. Que haya sido suprimido por un esc¨¢ndalo sexual demuestra que estamos en otros tiempos, en los que se est¨¢ pensando la voz y la presencia, el cuerpo femenino, de otra manera. Que se haya puesto en marcha un Nobel alternativo es una buena noticia, significa que las cosas pueden cambiar¡±, responde.
Entender el mundo
En cualquier caso, la literatura, para Cond¨¦, es, m¨¢s que un arma, un b¨¢lsamo, algo capaz de unirnos. ¡°La literatura me lo ha ense?ado todo sobre las diferencias y la igualdad. Es un lazo entre los seres humanos. Es un sue?o que puede llevarte a la revoluci¨®n o a la simple contemplaci¨®n de la belleza. Pero, por encima de todo, la literatura es una herramienta de comprensi¨®n. Nos ayuda a entender el mundo¡±, apunta. Convencida de que cualquier revoluci¨®n ha de ser primero ¨ªntima ¡ª ¡°Una debe rebelarse contra las mentiras familiares y los mitos de la sociedad a la que pertenece¡±¡ª, admira, asegura, el movimiento MeToo y el nuevo feminismo, pero afirma sentirse en las ant¨ªpodas. ¡°Llevo 50 a?os casada con el mismo hombre hombre [Richard Philcox, el traductor al ingl¨¦s de toda su obra; Cond¨¦, el apellido que utiliza, es en realidad el de su primer marido, el actor guineano Mamadou Cond¨¦], y si estoy aqu¨ª es porque dos hombres buenos creyeron en m¨ª. As¨ª que soy una mala candidata para ser militante, pero admiro much¨ªsimo todo lo que se est¨¢ haciendo por acabar con las relaciones viciadas y los l¨ªmites de nuestra libertad¡±.
Cond¨¦ public¨® su primera novela, H¨¦r¨¦makhonon, en 1976, con 39 a?os. Y estuvo a punto de no hacerlo, porque su madre y su t¨ªa le hab¨ªan hecho creer que lo suyo no era la literatura, por mucho que le gustase Emily Br?nte ¡ª¡°Fue mi gran descubrimiento, de adolescente¡±, confiesa¡ª y el mism¨ªsimo Proust... pero cuando desat¨® su pasi¨®n, construy¨® una de las obras m¨¢s prol¨ªficas y s¨®lidas que ha dado jam¨¢s la literatura francocaribe?a. Sabe que su Nobel alternativo podr¨ªa ser un espejismo, puesto que el pr¨®ximo octubre se entregar¨¢n dos Nobel de Literatura, el de 2018 y el de 2019, por lo que nada tendr¨ªa por qu¨¦ cambiar. Sin embargo, no le importa, porque el poder, ese que ¡°cada vez est¨¢ m¨¢s lejos de la gente¡±, ha sufrido un peque?o rev¨¦s y nada volver¨¢ a ser lo mismo. Y, en todo caso, ella seguir¨¢ escribiendo: ¡°Lo ¨²ltimo que he escrito es un libro infantil para mi nieta de 11 a?os y no s¨¦ lo que vendr¨¢ despu¨¦s, pero algo vendr¨¢¡±.
Babelia
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