Saqueos sociales y art¨ªsticos

En apenas unos meses dos pel¨ªculas semejantes en planteamiento y desarrollo vienen a demostrar cu¨¢n distinto es el abordaje de unas hist¨®ricas algaradas sociales desde el punto de vista est¨¦tico y desde el ¨¦tico. Cu¨¢n diferente es visualizar un estado de excitaci¨®n exterior como producto del abandono pol¨ªtico y reflejar el estado interior de unos personajes y de una comunidad.

La nefasta Kings, pel¨ªcula estadounidense de la turca Deniz Gamze Erg¨¹ven sobre los disturbios en Los ?ngeles, en el a?o 1992, tras el apaleamiento por la polic¨ªa y juicio posterior del ciudadano de raza negra Rodney King, y la simplemente fallida Obediencia, obra del novel brit¨¢nico Jamie Jones acerca de los des¨®rdenes p¨²blicos en Londres en agosto de 2011, tras la muerte de Mark Duggan, tambi¨¦n negro, por disparos de la polic¨ªa, comparten un esquema com¨²n: una excesiva preocupaci¨®n por la forma y un esquem¨¢tico tratamiento del fondo.

Un estupendo plano secuencia de un grupo de j¨®venes haciendo nada, seguido de una preciosa canci¨®n de Bonnie Prince Billy, No bad news, donde el tono musical, la letra y el esp¨ªritu encajan a la perfecci¨®n con el desencanto de una generaci¨®n de londinenses del extrarradio, provocan una ilusi¨®n inicial con la pel¨ªcula que se va resquebrajando con el transcurso del relato, con trazo de personajes demasiado grueso y guion esquel¨¦tico en su desarrollo y en su reflexi¨®n pol¨ªtica de una y otra parte de la contienda. El retrato de hijo desamparado, madre alcoh¨®lica y cocain¨®mana, amante violento y descerebrado, servicios sociales inconscientes, joven amiga de clase social alta y amistades turbias que compone Jones lleva a pensar en una pel¨ªcula de Ken Loach narrada como una f¨¢bula social. Pero solo la composici¨®n de la imagen y el color, comandados por la bella fotograf¨ªa del espa?ol Albert Salas, relucen en un trabajo donde no hay complejidad en el discurso.

Y que sea una loable producci¨®n, rodada con apenas 200.000 euros, no es ¨®bice para saquear uno de los temas principales de la banda sonora de Jonny Greenwood para Pozos de ambici¨®n, adem¨¢s en el cl¨ªmax de la pel¨ªcula, sin siquiera citarlo en los t¨ªtulos de cr¨¦dito finales.