Genitales
Supone un oasis encontrarse con narradores sensatos, divertidos, como esa sociedad mod¨¦lica que forman Carlos Mart¨ªnez y Michael Robinson
Como nunca he descubierto los placeres que otorga el masoquismo acostumbro a quitar el sonido del televisor en la mayor¨ªa de las retransmisiones del f¨²tbol. Es un universo de frases hechas y lugares comunes con capacidad para provocar en el receptor el sonrojo, el estupor, el hast¨ªo. No solo irrita la letan¨ªa de estupideces que escuchas, tambi¨¦n el tonillo cutre y pat¨¢n que les acompa?a. Puedes o¨ªr cosas tan involuntariamente bobas como: ¡°Llevamos cinco minutos de partido y ya tenemos claro que los dos equipos quieren la victoria¡±. Se supone que es un profesional el que ha llegado a conclusi¨®n tan sofisticada. Y ¨²ltimamente tambi¨¦n ejercen de cr¨ªticos y publicistas. Cada diez minutos te est¨¢n describiendo las excelencias de las series, pel¨ªculas, concursos, que exhibe su cadena.
Por ello, supone un oasis encontrarse con narradores sensatos, divertidos, en posesi¨®n de conocimiento, iron¨ªa y personalidad como esa sociedad mod¨¦lica que forman Carlos Mart¨ªnez y Michael Robinson. Y adem¨¢s est¨¢n relatando un partido tenso, emocionante, imprevisible, como el que jugaron el Atl¨¦tico de Madrid y la Juventus. El vibrante espect¨¢culo se me atraganta cuando despu¨¦s de marcar el Atl¨¦tico las c¨¢maras enfocan a un individuo en trance que eleva sus genitales y los masajea en plan compulsivo. No es King Kong cuando se irrita. ?l se golpeaba el pecho para afirmar su autoridad o darse coraje. Es Simeone. Siento bochorno, verg¨¹enza ajena, es una imagen repulsiva. Su convicci¨®n de que prefiere que su equipo juegue mal y gane es discutible, pero leg¨ªtima. Su degradante exhibici¨®n p¨²blica sobre el supremo poder de los test¨ªculos para triunfar en la vida solo podr¨ªa explicarla la zoolog¨ªa.
No es lo ¨²nico lamentable en ese partido. El millonario hortera, el llor¨®n profesional, el chantajista arrogante, el que necesita ser adorado todo el rato, un tal Ronaldo, le cuenta al p¨²blico del Atl¨¦tico que ¨¦l ha ganado cinco Champions y ellos cero. Ninguna menci¨®n a sus compa?eros.
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