¡®Roma¡¯ es amor
Marina de Tavira s¨ª es la mejor actriz secundaria y Yalitza Aparicio, la mejor actriz en la mejor pel¨ªcula (de este y muchos a?os) 'Roma', con el mejor guion, fotograf¨ªa y direcci¨®n a cargo de Alfonso Cuar¨®n
Diga lo que diga la Academia de los Oscar, la Mostra de Venecia, el Le¨®n de Berl¨ªn, los Goya en Madrid, los Bafta en Britania o la Concha de San Sebasti¨¢n¡ Marina de Tavira s¨ª es la mejor actriz secundaria y Yalitza Aparicio, la mejor actriz en la mejor pel¨ªcula (de este y muchos a?os) Roma, con el mejor guion, fotograf¨ªa y direcci¨®n a cargo de Alfonso Cuar¨®n y ?oyoyoy!, si no fuera por Cold War, tambi¨¦n mejor pel¨ªcula extranjera¡ y por si fuera poco, mejor dise?o de producci¨®n, mejor mezcla y mejor montaje de sonido. Diga lo que diga Hollywood.
Digan lo que digan ¨Cincluso, quienes critican desde el tufillo de la envidia y la mala leche de la mediocridad, los que agreden sin haber visto la pel¨ªcula y los miles que insisten en considerar la palabra indio como insulto¨C?ROMA es AMOR al arte, a la sutilmente complicada genialidad de filmar sin colores un largometraje cuyo soundtrack incluso sin im¨¢genes de por medio revela todos los colores de M¨¦xico; es AMOR por un pret¨¦rito que ya no existe en la cochera con caca de perro que hoy mismo se lava con espuma de lej¨ªa, AMOR por la pista de?Scalextric y todos los juguetes de una infancia colectiva que se volvi¨® adulta con la esperanza m¨¢s o menos cumplida de que por fin se reconozca oficialmente no s¨®lo el parentesco de las nanas sino sus leg¨ªtimos derechos laborales. ROMA es AMOR a la memoria en blanco y negro de los estudiantes que salen a las calles en 1968, 1971 o en 1943 y tantos que suman sombras de desaparecidos, al filo de que nazca sin vida otro ni?o aparentemente sin amor aunque su cuna se compra con un amor de familia en otro idioma y otro tiempo y ROMA es AMOR incluso en la burgues¨ªa que canta villancicos que no son mexicanos, con un t¨ªo vestido de Tanenbaum y un compadre que se pasa de lanza con las copas; es amor por el mar de Veracruz y el milagro con el que se salva el error de los naufragios cuando mam¨¢ simplemente no puede ocuparse de todo y fingir que el marido se gan¨® una beca a Canad¨¢ en ese Canad¨¢ donde hasta la fecha se localizan los amores contrariados de las familias decentes y las buenas conciencias que simplemente no pueden hablar de divorcio o recomendarle un aborto a la sirvienta en pleno siglo XXI o hace a?os luz, en 1971, cuando reci¨¦n hab¨ªamos llegado a la Luna los ni?os que ten¨ªan dinero para un casco de astronauta de juguete y los miles de ni?os que se inventaban el casco cortando una cubeta de pl¨¢stico y es AMOR por un paisaje de cerros y monta?as que dizque se hab¨ªan olvidado del culto a la personalidad presidencial en letras formadas por piedras encaladas que hasta la fecha confunden a espectadores con la idea de que LEA era una exhortaci¨®n a la alfabetizaci¨®n y no las siglas de Luis Echeverr¨ªa ?lvarez, art¨ªfice de la Matanza de Tlatelolco y Halconazo del Tsunami de 1971 que aparece en ROMA con la cinematogr¨¢fica perfecci¨®n de una tabla gimn¨¢stica de la parvada siniestra de sicarios con palos de bamb¨² que se cre¨ªan samur¨¢is¡ y es AMOR puro por las canciones que siguen floreciendo en las azoteas a la hora del lavadero y de los chismes en mixteco o chilango puro, por los coches que parec¨ªan lanchas y la recreaci¨®n milim¨¦trica de la Avenida Insurgentes en su cruce con Baja California con todo y tranv¨ªas, el ne¨®n de la supuesta modernidad y los globos que se pintaban con algodones entintados y los merolicos que vend¨ªan milagrosos mu?equitos de goma y el sabor de los Gansitos (que ni los subt¨ªtulos de Netflix en Espa?a supieron descifrar) y la escalera que conduce al cielo pasando por el cuarto de las muchachas y el machismo que se escapa de un embarazo en el intermedio de un cine, sin tel¨¦fonos celulares para la localizaci¨®n con GPS ni redes sociales para el chisme y ROMA es AMOR por sus amigos y sus hermanos, pero sobre todo por las madres: Libo y su propia madre, qui¨¦n falleci¨® pocos d¨ªas despu¨¦s de ver ROMA que es AMOR por la memoria que nos une y que filtra tantos sinsabores del presente para que a nadie le quepa la menor duda de que esta pel¨ªcula proyecta las mejores esperanzas para uno o varios futuros.
Me hab¨ªan advertido ciertos sabios que ROMA era una joya sin guion, o mejor a¨²n, que cada escena o cuadro optaba por el libre flujo del azar donde el guionista y director le dec¨ªa parte de la escena a una de las actrices, sin confiarle lo que ped¨ªa de los ni?os o la abuela o la otra actriz. Es de inmensa celebraci¨®n que la elevad¨ªsima calidad de los int¨¦rpretes y la atinada sincronizaci¨®n de la cinematograf¨ªa (a cargo del mismo guionista, que adem¨¢s es director) permitiese que los dados del azar dieran a cada cuadro el golpe de la perfecci¨®n, pero es mi obligaci¨®n advertir en p¨²blico que en ROMA tambi¨¦n cumplieron al pie de cada letra del guion cada una de las nubes (y una en particular), as¨ª como cada una de las luces y cada gota de lluvia y granizo que llueve sobre la pantalla; tambi¨¦n, cada ladrido del perro, el paso del afilador de cuchillos (fantasma intemporal), los dos ensayos de una banda de guerra de escuela secundaria an¨®nima, el claxon del coche (y el toque secreto con el que todas las familias se anunciaban a sus puertas); obedecen al guion el hombre bala que ensaya un perfecto vuelo desde el ca?¨®n de un circo sin carpa al coraz¨®n de la red de la lente y vuelan seg¨²n el guion los aviones que coronan el cr¨¢neo del profesor Zobek y cada una de las olas sincronizadas con las que el auditorio de no pocos cines y las pantallas en los hogares de Netflix creyeron ahogarse en medio del mar amni¨®tico que revela el alma de Libo-Yalitza y La Piedad de la familia que se abraza como mu¨¦gano de marfil y vamos seg¨²n el guion en cada una de las escenas largas que parecen un plano secuencia de mnemotecnia entra?able¡ y sobre todo, el cronometrado obedecimiento a lo que marca el guion por parte de un ganso que se monta er¨®ticamente sobre un pato (que parece sexo en tiempo real) en la epif¨¢nica escena donde Libo-Yalitza baja las escaleras de una hacienda de la burgues¨ªa para entrar en las entra?as del infierno entre el proletariado que baila al filo del incendio y ver en blanco y negro que un jarrito de barro se rompe para estallar en pulque como maldici¨®n ominosa para las llamas y un embarazo que tambi¨¦n responde segundo a segundo al guion que es literatura pura, di¨¢logos fluidos, escenas entra?ables, adrenalina, bilis, l¨¢grima, llanto, aceite y vinagre de Ensalada de Locos, pleito de ni?os, soledad y silencio¡ pura literatura, todo color en blanco y negro, es decir: AMOR, que se ve en im¨¢genes que ya nadie olvida, donde personajes palpables encarnados por las mejores actrices y actores posibles son dirigidos en el gran escenario de la grandeza donde el montaje del sonido se inocula bajo la piel de cada espectador y todo envuelto por Alfonso Cuar¨®n, mejor guionista, fot¨®grafo y director de este y muchos a?os¡ digan lo que digan.
Babelia
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