Jos¨¦ Mar¨ªa Guelbenzu: ¡°La novela policiaca tiene muy poco misterio¡±

La juez Mariana de Marco se acerca a su final. Su creador, el escritor y cr¨ªtico literario Jos¨¦ Mar¨ªa Guelbenzu (Madrid, 1944), se marc¨® como objetivo, cuando le dio la vida, en 2001, con No acosen al asesino, publicar 10 novelas y acaba de lanzar el noveno t¨ªtulo, O calle para siempre, publicado por Destino. En esta ocasi¨®n, un chantajista de medio pelo es asesinado durante una boda de post¨ªn en Madrid, a la que ha acudido la juez De Marco. La protagonista de las novelas policiacas de Guelbenzu ha ido evolucionando: ya tiene 47 a?os y, ¡°aunque siempre se ha mostrado animosa, empieza a estar un poco castigada por la vida", dice el autor. "Ella tiene una vocaci¨®n clara por la justicia y se ha ido haciendo m¨¢s comprensiva. De alguna manera, considera que el reo es tambi¨¦n es una v¨ªctima".

Desde la primera l¨ªnea de sus novelas policiacas, J. M. Guelbenzu (como firma cuando escribe en este g¨¦nero) quiso que el perfil psicol¨®gico de su juez se opusiera "a los detectives cenizos que inundan esta clase de literatura". De Marco es una juez de instrucci¨®n "de fuerte car¨¢cter", que resuelve los casos fi¨¢ndose de su habitual intuici¨®n. "Tiene ojo para pescar los detalles, su significado ¨²ltimo". Esta vez, en su reto est¨¢ rodeada de cuatro hombres que tambi¨¦n investigan el crimen, entre ellos, su pareja, el periodista Javier Goitia, con el que disfruta de numerosas escenas de sexo en la novela. Cr¨ªtico habitual de Babelia, Guelbenzu recuerda c¨®mo concibi¨® a su personaje. "Fue en un juzgado de provincias. Yo estaba all¨ª y de repente apareci¨® una mujer dominante, firme en sus convicciones, que se le notaba formada. Ah¨ª me di cuenta de que estaba mi detective".

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La ¨²ltima vuelta atr¨¢s de Guelbenzu

Tras resolver cr¨ªmenes en Cantabria y Asturias, ahora le toca husmear en un Madrid que conoce muy bien Guelbenzu, "el central". "Mariana de Marco fue una ni?a de un buen colegio y se mueve por los barrios tradicionales de la capital, que son tambi¨¦n mis barrios sentimentales". Sin embargo, al novelista no le atrae reflejar la sociedad, a la saz¨®n de 2007, previa a la gran crisis de este siglo, en la que ambienta su ¨²ltimo t¨ªtulo. "Me interesan m¨¢s las relaciones personales, los c¨ªrculos familiares y de amistad". Tampoco le gusta "la pijoter¨ªa de polic¨ªas cient¨ªficas en tramas en las que parece que un ataque de tos puede delatar al asesino. Mis alumnos en los cursos sobre novela negra se preocupan tanto por justificarlo todo que acaban aburriendo. Todo eso le quita magia literaria". Y se muestra cr¨ªtico con "la pretensi¨®n de denuncia social, que se salta lo de atar cabos", del noir actual. "La novela policiaca, parad¨®jicamente, no tiene misterio en cuanto a su construcci¨®n, porque es convencional: debe haber una intriga que se resuelva al final¡±.

Admirador de los escritores "de la ¨¦poca dorada inglesa" (Agatha Christie, Chesterton, Anthony Berkeley¡­) y de "los tres maestros indiscutibles que dan entrada" al aut¨¦ntico g¨¦nero negro, "Hammet, Chandler y Ross Macdonald", ?le tienta novelar un crimen perfecto? "Fantaseas con ello, pero para que tu personaje lo descubra. No existe el crimen perfecto, sino el mal investigado o el afortunado".

Con el ¨²ltimo cad¨¢ver a¨²n caliente, Guelbenzu ya tiene pensado qu¨¦ pasar¨¢ en la d¨¦cima, y probablemente ¨²ltima, entrega de la juez De Marco. "Estoy cerrando el personaje y seguro que caer¨¦ m¨¢s sobre ¨¦l, sus peculiaridades y man¨ªas. No la matar¨¦, pero va a haber un problema que cambiar¨¢ la estructura tradicional policiaca y sorpresas de importancia" para esta mujer alta, de pies y manos grandes, "que parecen de hombre". Unos rasgos que le llevan a bromear sobre su ¨²ltima aparici¨®n: "A lo mejor le creo un complejo de transexual".