¡°El g¨¦nero negro es el refugio de demasiados autores mediocres¡±
Guelbenzu aborda en 'Nunca ayudes a una extra?a' la corrupci¨®n financiera y moral
Mariana de Marco investiga la corrupci¨®n financiera y moral que le rodea.?Jos¨¦ Mar¨ªa Guelbenzu (Madrid, 1944) le ha vuelto a dar vida en Nunca ayudes a una extra?a (Destino), una at¨ªpica juez creada por el escritor en 2000 para una decena de novelas y que en esta ocasi¨®n comparte protagonismo con el periodista Javier Goitia al que le toca asumir un papel determinante. El autor, apasionado lector de los cl¨¢sicos de g¨¦nero negro, manifiesta cierto hartazgo por el exceso de violencia que se registra en ese tipo de literatura. En Espa?a, ¡°es el refugio de escritores mediocres, incapaces de defenderse en otros ¨¢mbitos narrativos y que en el fondo no tienen nada que aportar a la literatura¡±, asevera J.M.Guelbenzu.
A diario se publican decenas de novelas de este g¨¦nero que ha enganchado a millones de lectores, ¡°est¨¢ de moda pero a m¨ª no me gustan esos tipos pesados, cenizos o tristes que pululan por muchos de los libros que llegan al p¨²blico. Soy m¨¢s partidario de personajes como Pepe Carvalho de Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n, capaces de comer, vivir la vida e investigar sucesos sin que para ello haya que llegar a la sangre¡±, explica el escritor. "En los ¨²ltimos a?os se ha tendido a realizar literatura negra por parte de algunos autores con una l¨ªnea excesivamente sangrienta, muy poco interesante y falsa. Como si el objetivo fuese impresionar al lector por cualquier medio y para ello cuanto m¨¢s gore sea mejor. Es algo que me horroriza", puntualiza Guelbenzu.
Mariana de Marco, juez de instrucci¨®n, entrada en los 40, conserva, seg¨²n el escritor, "la belleza que da la madurez alcanzada con inteligencia". Es una mujer independiente, elegante y mordaz. Eficaz, concienzuda y cr¨ªtica.¡±Le gusta vivir bien y no se corta a la hora de tomar decisiones. Cree en la justicia y en la sociedad en la que vivimos hacen falta ese tipo de personas. Los jueces en este pa¨ªs son lentos y, sobre todo, es lenta la justicia. En ocasiones, da la sensaci¨®n de que su funci¨®n es la de dilatar los procedimientos y las investigaciones. Parece que de todo ello se encargan los vagos y las estrellas¡±, afirma.
? Es esc¨¦ptico? ¡°Creer¨¦ verdaderamente en la justicia cuando vea el final de casos como el G¨¹rtel.Uno tiene la impresi¨®n de que existe una especie de "aparatillo" dedicado a impedir que todo termine y que nunca se llegue al final de la causa de un suceso como el de la doble contabilidad del partido en el Gobierno ¡±.
Guelbenzu se puso como objetivo escribir una decena de libros en los que la protagonista fuera una juez. "Si la historia se desarrolla tal como pienso estoy dispuesto a cumplir mi prop¨®sito". Una meta que tambi¨¦n se marcaron y cumplieron en la d¨¦cada de los 60 los escritores suecos Maj Sj?wall y Per Wahl??. En ellas, a trav¨¦s del inspector Martin Beck, los autores quer¨ªan mostrar una Suecia diferente a la que se estaba vendiendo.Quer¨ªan transmitir sus pensamientos y nuestra forma de ver la vida a trav¨¦s de una decena de casos. Para ello utilizaron el g¨¦nero negro de las que ambos eran apasionados lectores. El primer t¨ªtulo que publicaron fue Roseanna y al siguieron El hombre que se esfum¨®; El nombre del balc¨®n; El polic¨ªa que r¨ªe; El coche de bomberos que desapreci¨®; Asesinato en el Savoy; El abominable hombre de Saffle; La habitaci¨®n cerrada; El asesino de polic¨ªas y Los terroristas, todos traducidos al espa?ol por la editorial RBA en Espa?a.
En Nunca ayudes a una extra?a, el escritor aborda la corrupci¨®n financiera y moral. "Me interesa c¨®mo funcionan los mecanismos de poder en grupos peque?os, en el familiar o en una comunidad de vecinos. En muchos casos son capaces de cometer tropel¨ªas para sentirse importantes. E, incluso, llegan a hacer putadas terror¨ªficas".
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