Cosas que no sab¨ªa sobre Gena Rowlands
La actriz fue una feminista que jam¨¢s necesit¨® autobautizarse as¨ª, pero que dec¨ªa cosas como que las mujeres estaban aplastadas por el peso de la convenci¨®n
Gena Rowlands es una de mis actrices favoritas. Como nunca la vi en el teatro, decido volver a ver Opening Night (Noche de estreno) donde interpretaba a Myrtle Gordon, una actriz teatral. El aut¨¦ntico tema de esta pel¨ªcula oscura y turbadora era el miedo a la vejez, pero el final es pura alegr¨ªa: Myrtley y Maurice, su compa?ero (John Cassavetes), reconvierten la funci¨®n en una comedia loca. Esa noche averiguo que hizo en teatro Love Streams, de Ted Allan, con Jon Voight, y luego Cassavetes la llev¨® al cine. Me hubiera encantado verla: adoro esa historia, mi tercer papel favorito de Rowlands, tras Una mujer bajo la influencia y Opening Night. Francesca Pin¨®n, que tambi¨¦n la venera, me regala Mable, Myrtle, Gloria¡ et les autres (2001), un libro de conversaciones con Stig Bj?rkman, publicado por Cahiers du Cinema y que no he encontrado traducido aqu¨ª.
Gena Rowlands cuenta que los dioses de su infancia fueron Spencer Tracy y Katharine Hepburn. ¡°Los ador¨¦, pero mucho despu¨¦s, en mi primer viaje a Europa con John¡±, dice, ¡°conoc¨ª a verdaderas apariciones, un tipo de actrices que apenas exist¨ªa en Estados Unidos: Margaret Leighton, Simone Signoret, Jeanne Moreau. De mi pa¨ªs tambi¨¦n me deslumbr¨® Bette Davis. No se parec¨ªa a nadie. Ador¨¦ su independencia, su franqueza, su personalidad¡±.
Gena Rowlands es una feminista que jam¨¢s necesit¨® autobautizarse as¨ª, pero dec¨ªa cosas como esta: ¡°Las mujeres estamos aplastadas por el peso de la convenci¨®n, que distribuye nuestros roles como mujeres y como actrices. La convenci¨®n pide que la mayor parte de esos personajes requieran poca potencia f¨ªsica, cosa rara ya que estamos obligadas a esfuerzos corporales tan extremos como tener hijos¡±.
En el libro, publicado hace 18 a?os, dice muchas cosas que yo no sab¨ªa. Como, por ejemplo, que le¨ªa un gui¨®n unas 200 veces. Todo lo que observaba lo vinculaba con su personaje, hasta que incluso llegaba a so?ar con ¨¦l. ¡°Era una buena se?al. Actuar tiene mucho que ver con lo irracional, lo incontrolable. Est¨¢ ligado al instinto¡±. Cassavetes, cuenta, no quer¨ªa saber c¨®mo enfocaba ella sus personajes. ¡°No quiero saber nada¡±, le dec¨ªa. ¡°Quiero que me sorprendas. Escrib¨ª este papel para ti. Es tuyo. Est¨¢ en tus manos. Nadie lo conoce m¨¢s que t¨²¡±. Y ella a?ade: ¡°Era un m¨¦todo muy interesante, muy excitante. Cuando actu¨¢bamos, los actores nunca sab¨ªamos c¨®mo iba a reaccionar el otro. Yo tambi¨¦n prefiero a los directores que no dan demasiadas explicaciones¡±.
El entrevistador le pregunta si en su casa volv¨ªa a ver alguna vez las pel¨ªculas de su marido. Dice Rowlands: ¡°No tengo necesidad. Cuando quiero, cierro los ojos y recreo todas y cada una de sus pel¨ªculas, desde el primer al ¨²ltimo fotograma¡±. Un par de cosas m¨¢s que tampoco sab¨ªa: que le volvi¨® loca de alegr¨ªa verse en la dedicatoria de Almod¨®var en Todo sobre mi madre (junto a Bette Davis y Romy Schneider). Y que le gustan mucho las pel¨ªculas de artes marciales, sobre todo las de Jackie Chan. El pasado junio, esta mujer portentosa cumpli¨® 88 a?os.
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