Par¨ªs, el campo de refugiados ¡®m¨¢s bello¡¯ del mundo
Un documental registra los meses posteriores a que la crisis migratoria ocupara al centro de la ciudad en 2016
M¨¢s de 200.000 viviendas de Par¨ªs permanecen vac¨ªas. Lo dice un informe de la Agencia de Urbanismo de la ciudad. Sin embargo, grupos de refugiados viven desde hace a?os en la calle en torno al canal Saint Martin, donde se concentra el chic de nuevo cu?o de la capital francesa.
¡°Me averg¨¹enzo de ser parisina¡±, dec¨ªa en 2016 la periodista y cineasta francesa Hind Meddeb en una carta abierta a la alcaldesa de su ciudad, Anne Hidalgo. Durante esos d¨ªas, presenciaba c¨®mo la Administraci¨®n local permit¨ªa que miles de personas vivieran durante meses en las calles cercanas al centro de la ciudad, durante uno de los peores momentos de la crisis migratoria.
¡°Me qued¨® claro que la ciudad no est¨¢ devolviendo la solidaridad que recibi¨® tras los atentados terroristas que sufri¨®. Pasamos del #PrayforParis (reza por Par¨ªs) al #ShameonParis (verg¨¹enza de Par¨ªs). Y no por culpa de la gente, sino de sus pol¨ªticos¡±, comenta ella misma a EL PA?S, d¨ªas antes de presentar el documental Paris Stalingrad en el festival Cin¨¦ma du R¨¦el, especializado en el g¨¦nero.
El Gobierno franc¨¦s desmantel¨® la Jungla de Calais a principios de 2016 y miles de las personas que lo habitaban se instalaron en las inmediaciones de la plaza de Stalingrad de Par¨ªs. Esperaban que la lenta burocracia francesa les facilitara un documento que acreditara su condici¨®n de refugiados. Su intenci¨®n, a diferencia de la de los 34 millones de turistas que visitan cada a?o a la capital, no era la de disfrutar de la llamada Ciudad de la luz, sino la de obtener el estatus legal que les permitiera seguir su periplo europeo.
Cuando varias ONG ocuparon el edificio en desuso del instituto J¨¦an Jaur¨¦s para dar cobijo a parte de los nuevos sin techo de Par¨ªs, la Administraci¨®n local reaccion¨® con sorprendente rapidez. En apenas una semana, se obtuvo la orden judicial necesaria para vaciar el lugar. Quedaba claro que, en estos d¨ªas, el lema de la Rep¨²blica Libert¨¦, ¨¦galit¨¦, fraternit¨¦ solo se aplica a ciudadanos franceses. A algunos de ellos.
Meddeb ya hab¨ªa registrado el ascenso de las revoluciones ¨¢rabes en T¨²nez y Marruecos en sus anteriores trabajos, pero esta vez decidi¨® rodar la ca¨®tica situaci¨®n vivida en las calles de su barrio junto a Thim Naccahe. All¨ª conocieron a Suleymane, un adolescente de Darfur que termin¨® varado en Par¨ªs tras huir de la violencia de su entorno. En ¨¦l encontraron un hilo conductor para su relato.
Porque Paris Stalingrand es una historia de violencia. ¡°La administraci¨®n parisina fue poco hospitalaria con los refugiados y tambi¨¦n agresiva. Era muy sencillo tratarlos as¨ª, porque los refugiados son ciudadanos sin derechos, pero tambi¨¦n lo fue con muchos franceses que intentaron ayudar a los inmigrantes. Fue solo el primer paso de los casos de violencia policial que los ciudadanos han denunciado despu¨¦s¡±.
Para Meddeb, ¡°los refugiados son los jud¨ªos del siglo XXI¡±. Son aquellos a quienes el poder pol¨ªtico ¡°echa la culpa de todos los problemas para que sus votantes olviden que fue su gesti¨®n la que les llev¨® a la precariedad¡±.
¡°Yo vot¨¦ a Hidalgo y, cuando lleg¨® al poder, se convirti¨® en una alcaldesa de izquierdas haciendo pol¨ªtica de derechas y favoreciendo a la gente con dinero. Par¨ªs es un lugar con suficientes recursos como para no tener a nadie viviendo en las calles, pero es un problema que no interesa solucionar porque no est¨¢ entre los intereses del lobby inmobiliario¡±, denuncia la directora.
De naturaleza optimista, Meddeb encuentra en la alcaldesa de Barcelona Ada Colau un motivo de esperanza: ¡°Es impresionante que antes de llegar al poder hiciera sentadas contra los bancos y los desahucios y que haya mantenido buena parte de esa lucha tras ocupar el cargo. A diferencia de Espa?a, la revoluci¨®n callejera en Francia no ha creado un partido que lo represente, como es Podemos. Mientras, la extrema derecha del Frente Nacional ha avanzado de una forma muy inteligente¡±.
?Ese hipot¨¦tico partido similar a Podemos ser¨ªa la soluci¨®n para que en Francia dejara de existir una izquierda tan parecida a la derecha? ¡°Es una pregunta que debemos plantearnos en mi pa¨ªs, pero que yo no me atrever¨ªa a responder¡±, dice Meddeb.
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