¡°La historia del mundo hisp¨¢nico se ha escrito desde la derrota¡±
El investigador del INAH desmonta en su ¨²ltimo libro varios mitos sobre la historia virreinal
Con 20 a?os de residencia en M¨¦xico, el historiador Tom¨¢s P¨¦rez Vejo (Caloca, Cantabria, 1955), investigador del Instituto Nacional de Antropolog¨ªa e Historia (INAH), acaba de publicar un libro con un t¨ªtulo ciertamente intrigante, Rep¨²blicas urbanas en una monarqu¨ªa imperial (Cr¨ªtica) y un m¨¦todo que llama la atenci¨®n en un ensayo hist¨®rico al basarse sobre todo en fuentes iconogr¨¢ficas. Tras sus obras anteriores Eleg¨ªa criolla (Tusquets) y La Espa?a imaginada (Galaxia Gutemberg), P¨¦rez Vejo vuelve a poner en cuesti¨®n algunos de los lugares comunes sobre la interpretaci¨®n del Imperio espa?ol m¨¢s eficiente y menos absolutista, en su opini¨®n, de lo que se ha cre¨ªdo tradicionalmente.
Pregunta. En su libro defiende que frente a la idea convencional de un imperio americano gobernado por una Monarqu¨ªa absoluta, en realidad se gobernaba desde las ciudades¡
Respuesta. S¨ª. Tradicionalmente se ha interpretado que la Monarqu¨ªa cat¨®lica era el paradigma de una Monarqu¨ªa absoluta, pero mi idea es que funcionaba m¨¢s como una confederaci¨®n de rep¨²blicas urbanas, que la vida pol¨ªtica de los ciudadanos pasaba m¨¢s por la ciudad que por la estructura de la Monarqu¨ªa.
P. Pero no eran ciudades democr¨¢ticas tal y como las entendemos hoy.
El imperio espa?ol funcionaba como una confederaci¨®n de rep¨²blicas urbanas
R. No, no lo eran dado que se basaban en sociedades desiguales y por tanto con derechos desiguales. No era lo mismo ser noble que no serlo, ser blanco que ser ind¨ªgena, pero hab¨ªa unas normas y unas leyes. Ahora ?por qu¨¦ digo que la vida pol¨ªtica pasaba por la ciudad? Porque las ciudades se encargaban del abastecimiento, del orden p¨²blico, de la planificaci¨®n urbana. Incluso dir¨ªa que pasaba por la ciudad la pol¨ªtica en el sentido menos noble. Cuando una familia en una ciudad virreinal americana se hab¨ªa enriquecido, la plasmaci¨®n de su riqueza, de su prestigio social no estaba en ocupar cargos en la Corona, sino en ocupar cargos en el cabildo de la ciudad.
P. ?Qu¨¦ defin¨ªa a esas ciudades?
R. En el mundo contempor¨¢neo, el de los Estados naci¨®n, la idea de ciudad est¨¢ basada en la igualdad, integrada por ciudadanos iguales. Para el mundo del Antiguo R¨¦gimen, y desde luego para el mundo de las ciudades virreinales americanas, una ciudad estaba compuesta de grupos naturales naturalmente desiguales, valga la redundancia, y una ciudad era m¨¢s rica cuantos m¨¢s grupos albergaba. Por eso, esa obsesi¨®n de las pinturas virreinales por reflejar unas sociedades heterog¨¦neas, pero en el caso de las ciudades americanas, cosa que no se da en las europeas, una riqueza que se plasma en la diversidad ¨¦tnica.
P. Tambi¨¦n destaca que la Monarqu¨ªa espa?ola fue durante m¨¢s tiempo americana que europea...
El modelo para explicar su disoluci¨®n ser¨ªa el fin de la Uni¨®n Sovi¨¦tica
R. S¨ª. Uno de sus aspectos m¨¢s diferenciadores es que, despu¨¦s de la paz de Utrecht y la instauraci¨®n de la Monarqu¨ªa borb¨®nica, es m¨¢s americana que europea. B¨¢sicamente por un asunto econ¨®mico y demogr¨¢fico, es decir, lo que permiti¨® a los Borbones mantenerse como protagonistas de la geopol¨ªtica internacional en el XVIII fue la plata americana. Pero no solo eso, es que Ciudad de M¨¦xico en ese siglo es la capital econ¨®mica y cultural de la Monarqu¨ªa. De hecho, la producci¨®n art¨ªstica del mundo virreinal americano no es una producci¨®n colonial, en el sentido de copiar modelos extra¨ªdos de la metr¨®poli, sino que est¨¢ al mismo nivel que la que se produce en la metr¨®poli. Eso explicar¨ªa, por ejemplo, un fen¨®meno desconocido en el resto de los imperios europeos: que haya exportaci¨®n art¨ªstica desde Am¨¦rica a la pen¨ªnsula.
P.?Por qu¨¦ esa producci¨®n art¨ªstica no est¨¢ en el Museo del Prado?
R. No deja de ser curioso y merecer¨ªa una reflexi¨®n por parte del lado espa?ol, que se haya creado un Museo de Am¨¦rica donde est¨¢n los productos americanos, lo que en su origen ya tiene un cierto componente colonial. Ah¨ª se expone lo que representa algo que no se parece al arte con may¨²sculas que se produce en la metr¨®poli cuando creo que la cosa empezar¨ªa a cambiar si alguna de estas pinturas pasasen a formar parte del Prado como integrantes de la historia del arte occidental. El uso del t¨¦rmino colonial para referirse al arte virreinal americano introduce un elemento peyorativo.
P. Al final parece que el Imperio espa?ol funcionaba mejor de lo que se piensa ahora...
El arte virreinal deber¨ªa estar en el Museo del Prado
R. El asunto est¨¢ en que la historia del mundo hisp¨¢nico se escribe desde la perspectiva del siglo XIX cuando la Monarqu¨ªa ha sido derrotada, ha desaparecido en una cat¨¢strofe geopol¨ªtica absoluta porque despu¨¦s de haber sido una de las grandes protagonistas de la historia universal durante tres siglos, ninguno de los pa¨ªses que surge de ella ha tenido un gran papel, son todos irrelevantes. Espa?a pasa a ser desde el siglo XIX un pa¨ªs irrelevante y los pa¨ªses americanos, Argentina o M¨¦xico, tambi¨¦n. La Monarqu¨ªa fue una eficiente porque si no lo hubiera sido, no hubiera sido capaz de sobrevivir tres siglos.
P. ?Por qu¨¦ entonces tantos espa?oles han asumido la leyenda negra?
R. Eso merecer¨ªa una larga investigaci¨®n. ?Por qu¨¦ a partir del XIX las ¨¦lites intelectuales espa?olas asumen la versi¨®n m¨¢s negra y negativa de lo que hab¨ªa sido la monarqu¨ªa? Supongo que porque el enemigo de los liberales, que son fundamentalmente quienes construyen el relato de la naci¨®n espa?ola tal y como hoy lo conocemos, era Fernando VII y en su absolutismo ven el elemento negativo que ha estado detr¨¢s de toda la historia de Espa?a desde la derrota de los comuneros. Por citar a Castelar, Espa?a empieza a joderse, parafraseando a Vargas Llosa, en Villalar porque una sociedad liberal, democr¨¢tica, se viene abajo y se instaura una monarqu¨ªa absolutista que es el origen de todos los males. Adem¨¢s, lo que ocurre es que durante tres siglos se convierte en el eje de un enfrentamiento casi de civilizaci¨®n entre el mundo cat¨®lico del Sur y el mundo protestante del Norte y finalmente en esta guerra por la hegemon¨ªa del ¨¢mbito atl¨¢ntico, pierde. Y como pierde, nadie se asume como su heredero. La monarqu¨ªa no desaparece por el ansia de independencia de sus territorios americanos, sino porque pierde en su conflicto con el resto de las potencias europeas.
P. Entonces, ?el Imperio espa?ol acab¨® m¨¢s por implosi¨®n interna que por la emancipaci¨®n de las colonias?
R. El modelo para explicar la disoluci¨®n de la Monarqu¨ªa cat¨®lica no es la emancipaci¨®n de las colonias europeas en ?frica, como Francia e Inglaterra, sino que ser¨ªa m¨¢s bien el de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. La URSS no se desintegra porque Ucrania u otros territorios se subleven, sino porque su modelo pol¨ªtico se viene abajo. La sensaci¨®n que queda es, del lado espa?ol, que ha sido un fracaso porque hemos perdido Am¨¦rica y, del lado americano, que ha sido un fracaso porque los espa?oles nos han tenido colonizados y explotados. Se impone un relato negativo del pasado. Pero insisto, no es la historia de Espa?a como la conocemos, es la historia de un sujeto pol¨ªtico que se extend¨ªa por Espa?a y Am¨¦rica. No hay un juicio ecu¨¢nime porque se convierte en arma de lucha pol¨ªtica entre reaccionarios y liberales.
Ciudades y mezcla ¨¦tnica
El historiador Tom¨¢s P¨¦rez Vejo tambi¨¦n apunta las diferencias entre los imperios brit¨¢nico y espa?ol.
Pregunta. ?Ese peso pol¨ªtico de las ciudades es una de las grandes diferencias entre el Imperio espa?ol y el brit¨¢nico?
Respuesta. Es m¨¢s complicado. Pero es verdad que en la colonizaci¨®n espa?ola de Am¨¦rica no se coloniza el campo, sino que se fundan ciudades. El territorio depende de las ciudades, es decir, la administraci¨®n de la corona es muy tenue y lo que mantiene unida a la Monarqu¨ªa es esa estructura de estas ciudades o rep¨²blicas aut¨®nomas.
P. ?Tambi¨¦n la propia mezcla ¨¦tnica?
R. Las sociedades virreinales son, en el contexto del mundo atl¨¢ntico, multi¨¦tnicas y multiculturales. Son sociedades muy heterog¨¦neas en las que hay grupos humanos diferentes por su aspecto f¨ªsico, por la forma en que se visten y en muchos casos por el idioma que hablan. No solo se hablaba espa?ol, sino los distintos idiomas de las naciones indias y est¨¢n todos integrados. Quiz¨¢ sea esa una gran diferencia con respecto al mundo anglosaj¨®n, en el que las ciudades son ciudades de blancos.
Babelia
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