Las se?oras se cabrean: ¡°?No nos toqu¨¦is la empanada!¡±
Una treintena de actrices crea el 'Comando se?oras', con el que reivindican un relato hecho por mujeres y contra el "sistema opresor machirulo"
Las se?oras se han unido en un comando. Las se?oras han formado su club de lucha. Gritan y pelean contra lo que les ha colonizado: ¡°El sistema opresor machirulo¡±. Pero tambi¨¦n contra la desidia, la comodidad y el conformismo. Son unas treinta mujeres, actrices, y quieren acabar con los relatos con los que los hombres han colonizado su mirada y su voz. Hartas del alfabeto cipotudo y del adoctrinamiento con testosterona, se levantan con v¨ªdeos en YouTube y actuaciones en teatros, para librarse de lo que les aprieta, para recolectar sus propios relatos contra lo que se llama ¡°canon¡± y quiere decir ¡°asfixia¡±. Est¨¢n muy enfadadas, tanto como al gorila de la portada del libro?Teor¨ªa King Kong, de Virginie Despentes (en Literatura Random House), en el que la escritora francesa asegura que hay que estar dispuesta a combatir, triunfar y demostrar el poder de una. ¡°Hay que olvidarse de ser dulce, agradable, servicial, hay que autorizarse a dominar al otro p¨²blicamente¡±. Pues ellas, tambi¨¦n.
Hace un a?o se juntaron en torno al taller impartido por la actriz Alicia Reyero, titulado ¡°Reconstruir la ficci¨®n¡±, donde analizaban el papel de la mujer en la ficci¨®n ¡°y la relaci¨®n entre las diferentes violencias que sufrimos las mujeres fruto de dicha representaci¨®n¡±, apunta Reyero. All¨ª nace "Comando Se?oras" y de aquella experiencia salieron dispuestas a derrocar la idea de mujer como objeto y sujeto de consumo. En esencia, todas est¨¢n bastante hartas de que les digan lo que tienen que hacer y c¨®mo deben comportarse, qu¨¦ papel deben ocupar en la realidad y, por si fuera poco, en la ficci¨®n, donde se construye la identidad.
Pac¨ªficas pero no tanto
El canon machirulo les ha dibujado para que no molesten mucho y ellas han respondido con su propia construcci¨®n: ¡°Las mujeres son hero¨ªnas reales, no se?oras a la sombra. Somos las que parimos, las que sostienen la econom¨ªa, las que estamos explotadas, las que sabemos escuchar, las que lo solucionamos todo. Y tambi¨¦n nos divertimos¡±, a?ade Reyero, que apunta de esta manera que tambi¨¦n est¨¢n hartas del papel de ser v¨ªctimas y todo gracias al poder transformador del teatro. ¡°Ahora seremos sujetos activos. Ahora ocuparemos los escenarios¡±, dice. Y tambi¨¦n la viralidad en las redes sociales: su segundo v¨ªdeo, estrenado hace unos d¨ªas, es una parodia del Club de la lucha (David Fincher, 1999), donde se plantean varias reglas. La s¨¦ptima es: ¡°Somos pac¨ªficas hasta que nos tocan la empanada. Y cuando tocan a una, acuden todas¡±. Y gritan, como advertencia: ¡°?No nos toqu¨¦is la empanada!¡±.
La tercera regla determina que las se?oras se enfadar¨¢n, gritar¨¢n, llorar¨¢n y patear¨¢n todas las veces que sean necesarias. ¡°Toda se?ora ser¨¢ abrazada y arropada por el resto del comando despu¨¦s de una revoluci¨®n hormonal¡±, a?ade la norma. Se acabaron las grandes mujeres detr¨¢s de los grandes hombres. Dan un paso al frente y con mucho sentido del humor y muy poca condescendencia en esta reconquista de los espacios, en esta reivindicaci¨®n de la figura de la se?ora sin estereotipos.
De la atenci¨®n a la acci¨®n
¡°No caricaturizamos a las se?oras, es una l¨ªnea fina que hay que tratar con mucho cuidado. El humor es sano y muy interesante como lenguaje, porque la denuncia entra mucho mejor desde la diversi¨®n. Estas se?oras nuestras son divertidas y se lo pasan bien. No tenemos por qu¨¦ estar deprimidas y cabizbajas. Nos merecemos una imagen de lucha en diversi¨®n. ?Basta ya de ser las d¨¦biles!¡±, cuenta la directora y actriz. Mar¨ªa Roig es actriz y estudiante de Estudios literarios y teor¨ªa de la literatura y cuenta que en la ficci¨®n solo aparecen mujeres delgadas, altas y guapas, no existe nada m¨¢s. ¡°Necesitamos reconstruir esos patrones y lo hacemos desde la iron¨ªa porque es subversiva¡±, a?ade.
El comando se re¨²ne todos los lunes y debaten, cuestionan y analizan el papel de las mujeres en la ficci¨®n. Tarantino es uno de los se?alados. De esas asambleas ha nacido esta mujer que presenta, fuertes en sus decisiones y soberanas. Es una llamada de atenci¨®n y una llamada a la acci¨®n: ¡°La se?ora tal y como est¨¢ entendida tiene connotaciones negativas, pues nosotras le damos la vuelta¡±, dice Roig. El pr¨®ximo seis de abril, este grupo de artistas presentan ¡°Ritos de amor y guerra¡±, en el Centre de Cultura de Dones Francesca Bonnemaison, en Barcelona. El objetivo es seguir contando historias hechas por ellas, crear una plataforma de mujeres creadoras, con dramaturgas, fot¨®grafas, realizadoras y productoras adem¨¢s de actrices.
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