La nueva vida de la televisi¨®n valenciana tras la escandalosa Canal 9

Si de Canal 9 se dec¨ªa que no hac¨ªa falta salir de la cadena para comer en familia, por los enchufados que hab¨ªa, de ? Punt, su heredera, se comenta que no la ve ni Dios. Las exageraciones siempre tienen su punto de raz¨®n. La primera, en cualquier caso, ya es historia. Muri¨® en noviembre de 2013 con un peso m¨®rbido de 1.126 millones de euros de deuda y 1.660 trabajadores de plantilla. La segunda tiene a¨²n el futuro por delante y nueve meses despu¨¦s de su nacimiento empieza a ver la luz (a¨²n muy tenue) en t¨¦rminos de audiencia. Las recientes fiestas falleras han marcado su pico.

La noche de la crem¨¤, retransmitida por el canal en un programa especial, obtuvo una cuota media del 5,9% de audiencia mientras la retransmisi¨®n de las masclet¨¤s cada mediod¨ªa logr¨® un promedio del 14%, logrando que muchos espectadores se quedaran a ver los informativos, los espacios m¨¢s consolidados. Es uno de los datos m¨¢s esperanzadores para la direcci¨®n porque, a falta de una campa?a potente de promoci¨®n, las fiestas han servido para dar a conocer el canal a un p¨²blico m¨¢s amplio, subiendo la media hasta en torno al 2,5%.

Esta cuota es m¨¢s bien escasa, lejana al promedio del 8,4% que marcaron las auton¨®micas en febrero en una clasificaci¨®n liderada por TV3 (16,3%), seguida por TVG (9,4%), C.Sur (8,4%), Arag¨®n TV (8,4%), ETB2 (7,9%), la extreme?a C.EXT.TV (6,2%), la manchega CMM (5,8%), la canaria TVCAN (5,7%), la asturiana TPA (5,4%) y Telemadrid (4,8%). Pero hay que tener presente varios factores, adem¨¢s de su juventud y de la extirpaci¨®n de programas tipo T¨®mbola: la cuota exigida para junio por el contrato programa de la cadena es del 2%. Adem¨¢s, ? Punt, a diferencia de Canal 9, es una televisi¨®n ¨ªntegramente en valenciano, lo que significa una audiencia mucho m¨¢s limitada que si fuera biling¨¹e. Para muchos, la principal raz¨®n de la existencia hoy de una cadena p¨²blica auton¨®mica es la promoci¨®n y protecci¨®n de la lengua aut¨®ctona en un mercado muy atomizado en el que el dominio de la oferta en castellano es incontestable. Bajo esa premisa se puso en marcha la televisi¨®n valenciana promovida por la Generalitat, el socialista Ximo Puig y la vicepresidenta, M¨°nica Oltra, de Comprom¨ªs, con los votos de todos los partidos, menos el PP, que gobernaba la Generalitat cuando cerr¨® Canal 9.

Hay otro factor que mueve al optimismo en ? punt, que dirige la periodista Empar Marco tras ganar un concurso p¨²blico: el perfil de su audiencia es el m¨¢s joven de las auton¨®micas garcias a en gran medida a sus programas culturales (musicales, gastron¨®micos¡­), lo que significa que buena parte de su consumo se realiza a trav¨¦s de la web y de las redes sociales, a pesar de los problemas tecnol¨®gicos y de la cultura heredada a la hora de implantar una redacci¨®n integrada, seg¨²n apuntan fuentes de la cadena. Con una plantilla de 435 trabajadores, muchos de ellos procedentes de la antigua Canal 9, y un coste anual de 12 euros por habitante es la cadena p¨²blica m¨¢s barata, menos de la mitad del promedio de las auton¨®micas. El presupuesto anual es de 55 millones de euros al a?o, inferior al de TV3 (307 millones), Canal Sur (162) EiTB (134), TVG (97,2) y Telemadrid (80 millones) y superior al de Arag¨®n TV (47), TVE CAN (45,4), CMM (38,9), IB3 (32,2), la extreme?a C.EXT.TV (24,7), TPA (20), Murcia (15) y Ceuta (2,4).

Son solo algunos brotes verdes que deben crecer y madurar. La industria audiovisual aut¨®ctona ha sido el primer beneficiario directo, l¨®gicamente. ¡°Est¨¢ claro que el sector se ha revitalizado, aunque no tanto como nos gustar¨ªa. A¨²n se est¨¢ redefiniendo el modelo y la l¨ªnea editorial, pero por fin hay movimiento despu¨¦s de a?os de subsistir gracias a un poco de cine y a la publicidad en nuestro caso¡±, apunta Pedro Pastor, productor de Voramar y vicepresidente de la asociaci¨®n Productors Audiovisuals Valencians.

Marco ha reclamado incrementar a los 70 millones el presupuesto de la cadena, dentro de la horquilla que contempla el contrato programa. Pero la Generalitat no lo ha aceptado. Pide m¨¢s recursos para lanzar una cadena que recibe cr¨ªticas ¡°muy injustas y de todos lados¡± con nueve meses de vida, y apunta unas mediciones de audiencia que no reflejan la realidad ni la comunidad a la que va dirigida. Una de ellas tiene forma de apelativo, ¡°Telecomprom¨ªs¡±, en referencia a la presunta proximidad de la cadena a los postulados y l¨ªderes de la coalici¨®n. La directora de la radiotelevisi¨®n auton¨®mica lo rechaza de plano:"Es una cr¨ªtica muy intencionada que no tiene ninguna base. Que lo demuestren. Que se analicen los informativos".