¡°Debes tocar como si estuvieras haciendo el amor delante de todo el mundo¡±
El guitarrista Carlos Santana rinde homenaje a ?frica en su nuevo disco
Carlos Santana (Autl¨¢n de Navarro, M¨¦xico, 71 a?os) corre el peligro de ser devorado por la guitarra de Carlos Santana. Su dominio del traste es de tal calibre que no puede evitar invadir sus ¨²ltimos discos con riffs exhibicionistas, solos eternos y ese tono c¨¢lido y meloso que se convierte en la voz dominante, abusadora, de todas las canciones. Le salva su amor por la m¨²sica, su af¨¢n por explorar todos los rincones, su desinteresado entusiasmo por incorporar colaboraciones acertadas y una peculiar pretensi¨®n universal de extender energ¨ªa positiva entre sus seguidores. ¡°Hay gente que miente y justifica la corrupci¨®n, y se escuda para eso en las Sagradas Escrituras. Son los que lapidan a otros, o te amenazan con ir al infierno si no crees. Hay algo intr¨ªnsecamente malo en ese tipo de programaci¨®n mental. Dios, que est¨¢ sobre todos nosotros, es compasivo, maravilloso y elegante. Yo utilizo la m¨²sica de ?frica para recordar a la gente, en un nivel molecular, que no son aquello para lo que han sido programados. Vivimos en un planeta repleto de opciones¡±, explica el m¨²sico en un hotel londinense, rodeado de c¨¢maras, ayudantes, botellas de agua, caf¨¦ y pastelitos para los visitantes.
Santana presenta nuevo disco: Africa Speaks (?frica habla). Bajo la direcci¨®n del productor Rick Rubin, el m¨²sico y los ocho integrantes de su banda se encerraron durante 10 d¨ªas en los estudios Shangri La, en Malib¨² (California), y llegaron a grabar 49 canciones. El ¨¢lbum re¨²ne 11 de esos temas. ¡°Creo que ?frica es el jard¨ªn del ed¨¦n, donde comenz¨® la vida para los seres humanos. Nada m¨¢s escuchar sus ritmos y sus melod¨ªas, te eleva a un punto diferente. Amo escuchar todo lo que contiene bongos, tambores... y guitarras. Es un ritual de euforia que deber¨ªa ser celebrado al menos siete veces al d¨ªa por todo el mundo. Es el modo de eliminar la violencia y la brutalidad, porque cuando la gente baila y grita y r¨ªe, ya no te sientes v¨ªctima de abuso, negativo, el dolor se aleja. La terapia mejor para el dolor es esa resonancia sonora que te obliga a bailar, bailar y bailar¡±.
La cantante espa?ola Concha Buika brilla por s¨ª sola en el ¨¢lbum. Le toca competir con la guitarra de Santana, pero su descomunal voz irrumpe a codazos en canciones como Yo me lo merezco o en Candombe cumbele, donde, segundos despu¨¦s de sonar un rasgueo que parece salido de un episodio de Starsky y Hutch, la artista despliega su talento rodeada de los sonidos de percusi¨®n imposibles que arranca del parche Cindy Blackman Santana, la mujer del guitarrista. ¡°Buika es un esp¨ªritu sagrado, divino y brujo. Una mezcla de inocencia y hechizos. Cuando escuchas su voz, oyes a Nina Simone, a Tina Turner o Aretha Franklin. Oyes las voces de todas las damas de la canci¨®n a las que has amado en tu vida, y a la vez suena de un modo genuino. Concentra el absoluto de todas ellas. Y no tiene ning¨²n miedo. Trajo a este trabajo todo lo que ella es, incluido un flamenco futurista que es algo muy serio. Estoy agradecido de que Dios nos la enviara¡±, cuenta el m¨²sico.
Se lamentaba Paco de Luc¨ªa de que la guitarra era una tirana que te manten¨ªa en esclavitud si quer¨ªas arrancar algo m¨¢gico de sus cuerdas. ?l escapaba de esa tiran¨ªa con unas gafas y una bombona, sumergido en las aguas de su retiro mexicano. ¡°Respeto su sufrimiento¡±, r¨ªe Santana al escuchar la historia, ¡°pero no tengo esa percepci¨®n. Para mi es algo as¨ª como ¡®s¨¦ d¨®nde te escondes, puedo ver tus pies debajo de la cortina y voy a encontrarte cuando quiera¡¯. No necesito practicar para mantenerme en forma. Conf¨ªo en que mis dedos vayan tan r¨¢pido como quiero que vayan. Tengo tal confianza y tal claridad en mi esp¨ªritu que para mi no es ning¨²n drama. Hasta los errores me divierten y los disfruto¡±.
Feroz y divertido
No le asustan las redes sociales, no persigue conectar especialmente con un p¨²blico joven. ¡°Debes tocar tu m¨²sica como si estuvieras haciendo el amor ante todo el mundo. As¨ª de feroz y de divertido. Porque, si t¨² no lo sientes quien te escucha se preguntar¨¢: ¡®?Por qu¨¦ deber¨ªa sentirlo yo?¡¯. Les dir¨ªa a los futuros m¨²sicos que no se preocuparan por los ceros a la derecha, sino m¨¢s bien por abrazar el uno que hay a la izquierda. Ese uno a la izquierda es la pr¨®xima nota. Abr¨¢zala, y la gente acabar¨¢ pagando el alquiler de tu apartamento, porque no tendr¨¢n suficiente de tu arte¡±, dice entusiasmado mientras se desliza de gusto y cansancio en un mullido sill¨®n.
Carlos Santana es m¨²sica y energ¨ªa. Cuando se menciona la conflictiva relaci¨®n entre el presidente Trump y la comunidad mexicana en Estados Unidos, su respuesta nunca es concreta. Siempre es c¨®smica. ¡°Hablo de energ¨ªa. Puedo sonar un poco zumbado, pero todo est¨¢ conectado, conectado por la pasi¨®n que sent¨ªan, por ejemplo, John Coltrane, Bob Marley, John Lennon o yo mismo. Los artistas de verdad, en su fuero interno, quieren que la vida sea mejor. Todo lo dem¨¢s se reduce a un ¡®por favor, compra mi disco¡¯. Pero hay un motivo divino que se esconde detr¨¢s. Un motivo para reconocer el regalo que te ha sido otorgado, y para comunicar con las masas¡±.
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