Santero y Los Muchachos baja los decibelios del rock
El segundo disco del grupo valenciano, ¡®Rioflorido¡¯, se queda con lo ¡°austero y artesanal¡± del g¨¦nero
Despu¨¦s de pasar por diferentes bandas rock, Miguel ?ngel Escriv¨¢, Josem¨¢n Escriv¨¢ y Soni Artal se unieron para tocar lo que de verdad les gustaba: rock reposado m¨¢s parecido a los cl¨¢sicos de los a?os cincuenta y sesenta que a lo que ellos mismos hab¨ªan tocado hasta el momento. La asociaci¨®n cristaliz¨® en la banda Santero y Los Muchachos, que presenta su segundo disco, Rioflorido, como un ramo de canciones ¡°que funcionan con sencillez para llegar a la gente¡±.
Los valencianos han formado parte de grupos como Absenta o La Pulquer¨ªa, m¨¢s cerca del?hard rock y los decibelios que la d¨¦cada del 2000 impon¨ªa a las bandas de este g¨¦nero. ¡°Ahora estamos haciendo lo que antes no nos atrev¨ªamos¡±, sentencia Artal, guitarrista. Ya hab¨ªan coqueteado con los cl¨¢sicos, pero no se decid¨ªan a lanzarse al estilo ¡°austero y artesanal¡± que ahora defienden. Hasta que Escriv¨¢, el vocalista, tuvo ¡°un pu?ado de canciones de corte personal que ten¨ªa sentido acercar a los cl¨¢sicos¡±.?
As¨ª que, desnudaron a los rockeros que hab¨ªan sido hasta ese momento y se quedaron solo con la esencia. ¡°Lo m¨¢s compartible de la creatividad es lo m¨¢s sencillo y, parad¨®jicamente, eso es complicado: dar con algo que conecte, que tenga nutrientes y resulte masticable es dif¨ªcil¡±, abunda el cantante.
Se dieron a conocer con Ventura, un disco cuya ¨²nica pretensi¨®n era la de ¡°poder tocar en algunas salas y que la gente conociese nuestra m¨²sica¡±. El contacto funcion¨® muy bien y ahora vuelven con Rioflorido, agradecidos del camino recorrido. ¡°Si no hubiese tocado con La Pulquer¨ªa no estar¨ªa hoy aqu¨ª, nos gusta hacer lo que llamamos rock reposado y eso con 20 a?os probablemente no es posible¡±, enfatiza el vocalista.
Su concepto de rock se traduce en canciones de escucha atenta y directos donde la euforia protot¨ªpica del g¨¦nero?se transforma en sentimientos ¨ªntimos. Miguel Escriv¨¢ reconoce que les ha costado entender el hecho de que ¡°la gente no se manifieste en una canci¨®n no significa que les ha llegado menos¡±, solo que han bajado la intensidad de la descarga musical. En los directos configuran el repertorio con las canciones ¡°que est¨¢n m¨¢s arriba¡±, para que sean din¨¢micas y ¡°cojan vuelo¡±, pero saben que algunos temas de los que atraviesan a su p¨²blico son los m¨¢s pausados.
La grabaci¨®n
Santero y Los Muchachos ha elegido un escenario de grabaci¨®n peculiar: un palacete deshabitado del siglo XVIII en la propia ciudad de Valencia. Un seguidor del grupo se lo ense?¨® y decidieron instalarse all¨ª un a?o, sin luz ni agua, para ensayar y trabajar en el disco. La ac¨²stica les pareci¨® "interesante" y tambi¨¦n se decidieron a registrar las canciones en tan singular estudio. ¡°Es lo bonito del mundo underground, que est¨¢ lleno de filantrop¨ªa y se producen estas cosas¡±, destacan. Ese marco se ha plasmado en la imagen del disco e incluso en su nombre, pues Rioflorido fue el primer marqu¨¦s due?o del palacio.
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