Maestra de lo imposible
Colegas y admiradores de la obra de Ida Vitale arropan en Alcal¨¢ de Henares a la poeta uruguaya


La tensa tregua de los debates electorales requer¨ªa de una medicina contundente en los actos oficiales: poes¨ªa. Y no cualquiera. La de Ida Vitale, con su refrescante hondura y su parad¨®jica transparencia. Las ojeras y las espaldas con contracturas de la campa?a requer¨ªan un masaje con receta de lenguaje preciso y tono sereno. Tambi¨¦n otra energ¨ªa, la que contagia esta mujer de 95 a?os, que se cruz¨® el viernes pasado el Atl¨¢ntico desde Montevideo (Uruguay) con su hija Amparo Rama y dos de sus nietas, Nuria y Emilia, para recibir este martes en Alcal¨¢ de Henares el Premio Cervantes.
Ha le¨ªdo de pie y despu¨¦s ha aguantado de un tir¨®n el ¨¢gape hasta que le han cantado por turnos el coro de la Universidad de Alcal¨¢ y la tuna.?La actuaci¨®n de estos ¨²ltimos ha desmerecido en la elecci¨®n del repertorio, en las ant¨ªpodas de la v¨ªa utilizada en la obra de la autora?de Sue?os de la constancia o Jard¨ªn de s¨ªlice. Cosas de Espa?a. Aun as¨ª, la poeta ya se hab¨ªa sentido acompa?ada por esa leal congregaci¨®n de poetas mujeres, orgullosas del reconocimiento, quiz¨¢s demasiado tard¨ªo, a una de las suyas. Clara Jan¨¦s, acad¨¦mica y colega de Vitale, resaltaba su asombro por esa b¨²squeda de la originalidad: ¡°Tan pronto te hace un poema sobre una ecuaci¨®n, como de una planta y siempre le sale de una frescura milagrosa. Evita el barroquismo, sin renunciar al juego¡±.
Para Olvido Garc¨ªa Vald¨¦s, tambi¨¦n poeta y hoy directora general del Libro y Fomento de la Lectura, ¡°Vitale busca una presencia extrema de lo real e impregna todo lo que observa de vida interior. Es a la vez transparente y perturbadora. Muy inteligente en su empleo de la delicadeza, la sutileza y el sentido del humor, algo que se nota sobre todo en libros como Procura de lo imposible¡±.
Una b¨²squeda que, seg¨²n Aurora Luque, fiel seguidora de su poes¨ªa, le ha llevado a incluirla en un art¨ªculo publicado en la revista Mercurio ¡ªtristemente desaparecida ya, pese a los intentos por resistir de su director Guillermo Busutil¡ª como una leal integrante de la estirpe de Maqroll el gaviero, inventada por ?lvaro Mutis: ¡°Ella se atiene al horizonte por encima de las contingencias cotidianas¡±, afirma Luque.
O quiz¨¢s no tanto, como Ida Vitale ha reconocido en su discurso. Militante del azar como categor¨ªa y variable a tener en cuenta, la autora lo describe como un orden regido por una enorme fusi¨®n de ben¨¦volos caprichos. Puede que eso aumente su fe para ciertas cosas en quien se confiesa alguien m¨¢s descre¨ªda que creyente.
Aun as¨ª, ciertas lealtades sobreviven en ella. Machado como primera revelaci¨®n po¨¦tica, Jos¨¦ Bergam¨ªn y Juan Ram¨®n Jim¨¦nez como maestros. Y Don Quijote, como ese trasunto real y delirante al tiempo del humanismo cervantino. Es en esos referentes donde hallamos otra de las claves de su poes¨ªa: ¡°Su obra condensa una de las claves de este arte, el equilibrio entre raz¨®n y sentimiento¡±, comenta Luis Garc¨ªa Montero, poeta y director del Instituto Cervantes.
Poetas ellos y ellas, poetas por todas las esquinas del paraninfo de la Universidad de Alcal¨¢, para celebrar, bajo nubarrones, un gran d¨ªa. Junto a los citados anduvieron tambi¨¦n otros creadores del g¨¦nero: Carlos Pardo, Miguel Albero, Mart¨ªn L¨®pez-Vega¡ Brindaron con Vitale. Casi todos con vino, ella con zumo de naranja. Curiosa impenitente, quiso enterarse de c¨®mo andaba la cosa de las elecciones en Espa?a. Cuando la describieron el miedo que generaba en muchos ¨¢mbitos la llegada de una nueva vieja ultraderecha le preguntaron: ¡°?Qu¨¦ receta les podemos aplicar? ?Poes¨ªa?¡±. Entonces Vitale aparc¨® el mundo de las musas para dar paso a su faceta de mujer pr¨¢ctica: ¡°Poes¨ªa, no. Mejor, que el domingo se sientan indispuestos y no se levanten de la cama¡±.
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