El horrible caso del Dr. Nixon y Mr. Pinochet
Andr¨¦s Lima despliega toda su artiller¨ªa teatral para trasladar a la escena el famoso ensayo 'La doctrina del shock'
La m¨¦dula de este espect¨¢culo del Centro Dram¨¢tico Nacional se manifiesta ya en los primeros minutos. El psiquiatra Donald Ewen Cameron, director de un proyecto de investigaci¨®n con terapias de electrochoque para lavar el cerebro de sus pacientes y construirles una nueva personalidad, recibe una oferta de la CIA para llevar sus experimentos al extremo y buscar aplicaciones en los interrogatorios. El personaje es real y esto ocurri¨® de verdad en los a?os cincuenta. Cameron acepta la propuesta y de pronto, a la manera del Doctor Jekyll metamorfose¨¢ndose en Mister Hyde, se convierte en Milton Friedman, m¨¢ximo adalid del liberalismo econ¨®mico radical. Una met¨¢fora poderosa, usada ya por Els Joglars en Dr. Floit & Mr. Pla, que condensa lo que tambi¨¦n es la m¨¦dula del libro en el que se inspira, el exitoso ensayo La doctrina del shock (2007), de Naomi Klein, que conecta las teor¨ªas del psiquiatra con las del economista: las crisis ¡ªprovocadas por electrochoques, guerras, golpes de Estado o desastres naturales¡ª son id¨®neas para hacer tabla rasa e imponer reformas impopulares.
Habr¨¢ otras transformaciones a lo largo de la funci¨®n: Nixon-Allende, Videla-Kempes. No solo porque entre seis actores deben interpretar m¨¢s de 40 personajes, sino porque lo que interesa aqu¨ª es que todo est¨¦ conectado, igual que en el libro de Klein, en un esforzado intento de encontrar un sentido global a la historia: el liberalismo salvaje con las dictaduras latinoamericanas, la guerra de las Malvinas y la de Irak, el tsunami de Indonesia y el hurac¨¢n Katrina. Aun cuando casi todo lo que se cuenta fue verdad, ese af¨¢n por conectarlo todo roza lo conspiranoico: todo encaja demasiado bien en este relato.
Se entiende ¡ªy es excitante¡ª la ambici¨®n de recrear en un teatro este gran viaje por la historia reciente. El director Andr¨¦s Lima, en complicidad con los dramaturgos Albert Boronat, Juan Cavestany y Juan Mayorga, despliega toda su artiller¨ªa para que lo teatral venza a lo ensay¨ªstico: transita de lo did¨¢ctico a la farsa, la astracanada, el mon¨®logo dram¨¢tico, la parodia y el clown, todo ello aderezado con m¨²sica, v¨ªdeos, baile y f¨²tbol. Es muy dif¨ªcil hilar todo esto y a veces pierde el tono. Sobre todo durante la primera mitad, que es la m¨¢s discursiva, hay escenas que pierden peso porque mueven a la risa. Por ejemplo, desconcierta el acento cheli de la reuni¨®n en la que Nixon maquina la destrucci¨®n de Allende. La escena del asedio al palacio de la Moneda, que deber¨ªa estremecer, emociona poco porque es pura simulaci¨®n.
La segunda mitad contiene un momento glorioso: la visita de Margaret Thatcher a Pinochet en Londres, dramatizada por Mayorga. Todo el reparto est¨¢ estupendo, pero Mar¨ªa Morales, que encarna a la Dama de Hierro, est¨¢ soberbia en esa escena. Fue un momento en el que de verdad se sinti¨® vibrar el patio de butacas.
Shock (El C¨®ndor y el Puma). Texto: Albert Boronat, Andr¨¦s Lima, Juan Cavestany, Juan Mayorga. Inspirado en La doctrina del shock, de Naomi Klein. Direcci¨®n: Andr¨¦s Lima. Teatro Valle-Incl¨¢n. Madrid. Hasta el 9 de junio.
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