Tarde de tristes
La terna, en horas bajas ante una inv¨¢lida y deslucida corrida de El Pilar
Fue una tarde plomiza y tristona, de esas que, sin saber por qu¨¦, parece que nacen sin sangre en las venas y se celebran para fastidiar. Ser¨ªan los toros, el ¨¢nimo de los toros, quiz¨¢ la manzanilla de la feria que adormece los cuerpos cansados¡ Cualquiera sabe.
Para empezar, media plaza en martes de farolillos. Mal empezamos. Cierto es que el cartel no era de relumbr¨®n, pero este cemento no se ve¨ªa a?os atr¨¢s.
Mala corrida de El Pilar, muy mala. Mansa, inv¨¢lida, deslucida, distra¨ªda, rajada, malaje, esabor¨ªa, con la excepci¨®n del cuarto toro, que acudi¨® de largo y con alegr¨ªa dos veces al caballo y repiti¨® en la muleta. Desigualmente presentados, mordieron el polvo en demas¨ªa, manifestaron una evidente invalidez y, en conjunto, no fueron aptos para la lidia.
EL PILAR/MORAL, LORENZO, MAR?N
Toros de El Pilar, desigualmente presentados, inv¨¢lidos, mansos y descastados; el cuarto fue bravo en el caballo y encastado en la muleta.
Pepe Moral: pinchazo y estocada (silencio); estocada (silencio).
?lvaro Lorenzo: pinchazo y estocada (vuelta); estocada _aviso_ (ovaci¨®n).
Gin¨¦s Mar¨ªn: estocada trasera (silencio); pinchazo y estocada (silencio).
Plaza de La Maestranza. 7 de mayo. Octava corrida de la Feria de Abril. Media entrada.
Toreros, tambi¨¦n, en horas bajas.
Hasta que sali¨® el cuarto, el festejo estuvo presidido por la tristeza. Fue entonces cuando Pepe Moral sali¨® embravecido capote en mano y dibuj¨® un ramillete de apasionadas ver¨®nicas, ganando terreno en cada una de ellas, y las abroch¨® con una chicuelina y una media de categor¨ªa. Fue la primera vez que el p¨²blico tuvo conciencia de que estaba en una corrida de toros. Galle¨® por chicuelinas y, a rengl¨®n seguido, el toro se erigi¨® en protagonista. Se arranc¨® al caballo desde los medios y empuj¨® en el peto con la cara alta. Y la escena se repiti¨® en el cite siguiente, lo que content¨® a unos tendidos poco acostumbrados a la visi¨®n de este tipo de lances toreros.
Acudi¨® el toro en banderillas y lleg¨® a la muleta con ganas de pelea. Repiti¨® la embestida con fiereza encastada y volvi¨® a demostrarse que la casta no hace muchas migas con el toreo actual. Moral lo intent¨® de veras, sobre todo con la mano derecha, pero no encontr¨® el camino para dominar al toro y provocar la emoci¨®n requerida. Despegado, al hilo del pit¨®n, sin la confianza necesaria, quiz¨¢, la faena se diluy¨® pronto y no alcanz¨® la altura esperada. Inservible fue su primero, deslucido y rajado.
?Tienen futuro Lorenzo y Mar¨ªn? Seguro que s¨ª; son j¨®venes, poseen grandes cualidades y ya han demostrado sus muchas posibilidades. Pues ambos necesitan un curso de comunicaci¨®n para aprender a conectar con el p¨²blico, para decir, para convencer, para emocionar.
No se trata solo de dar pases. Ni de demostrar que se saben la lecci¨®n. Hay que responder las preguntas con soltura, con alegr¨ªa, con don de gentes. Hay que contar y emocionar. Y hacer eso tan de moda hoy: empatizar con el p¨²blico.
Lorenzo y Mar¨ªn torean bien, pero dijeron muy poco. El primero dibuj¨® unos preciosos naturales a su primero y fue capaz de hilvanar los muletazos a un toro remiso en el cite, pero no acab¨® de ganarse el favor de los tendidos. Solo pudo estar pulcro ante el quinto, y en los dos sali¨® perseguido tras entrar a matar sin mayores consecuencias.
Una birria fue el tercero y algo menos el sexto, pero Gin¨¦s Mar¨ªn, que tiene cara de estudiante sabiondo y repelente, no les cogi¨® el aire. Triste, tan triste como su compa?ero.
La corrida de hoy
Festejo mixto. Dos toros de Los Espartales (rejoneo) y cuatro de Garcigrande, para Diego Ventura, El Juli y Cayetano.
Babelia
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