El Juli: ¡°Ahora disfruto hasta del fracaso¡±

Juli¨¢n L¨®pez, El Juli (Madrid, 1982), fue gran protagonista de la isidrada de 2018 y ha estado a punto de quedarse fuera en 2019. El motivo consisti¨® en el bombo, o sea, el criterio empresarial que pretend¨ªa sortear toreros y ganader¨ªas en una suerte de loter¨ªa ¡°democr¨¢tica¡± a la que El Juli opuso sus derechos y galones de m¨¢xima figura. No quiso entrar, pero la ausencia in extremis de Enrique Ponce dej¨® vacantes dos puestos -24 de mayo, 12 de junio- que El Juli ha convertido en argumento de su regreso a Madrid 20 temporadas despu¨¦s de haber confirmado la alternativa. Madrile?o de nacimiento, el maestro L¨®pez ha terminado convirti¨¦ndose en sevillano de adopci¨®n. Acaba de abrir por sexta vez la Puerta del Pr¨ªncipe de Sevilla.

?Pregunta. No quiso el bombo, pero entra en Madrid de carambola.

Respuesta. Vengo a Las Ventas en las condiciones que yo quer¨ªa, y no en las que quer¨ªan impon¨¦rseme. Se respetan mis exigencias y mi categor¨ªa. Nunca compart¨ª la f¨®rmula del bombo. Por una cuesti¨®n conceptual o ideol¨®gica. Hay unos m¨¦ritos, una jerarqu¨ªa, que nadie se los regala a una figura. De hecho, las figuras, antes y ahora, han sido el punto de contacto con el gran p¨²blico. Son quienes tiran de los acontecimientos y quienes mantienen la Fiesta viva, por expectaci¨®n, inter¨¦s. Quer¨ªa estar en San Isidro, pero decid¨ª no hacerlo cuando se propuso esta loter¨ªa. Y la prueba de que s¨ª quer¨ªa venir es que he ocupado los puestos que dej¨® libres el maestro Enrique Ponce por el contratiempo de su lesi¨®n.

?P. ?Cree que lo van a observar con recelo? A Madrid le cuesta reconocer el julismo.

R. Madrid es una plaza dif¨ªcil, la m¨¢s dif¨ªcil para m¨ª, pero por la misma raz¨®n siempre supone un desaf¨ªo y un est¨ªmulo. El a?o pasado me sent¨ª muy reconocido, muy respetado y muy querido.

P. Viene con la aureola de ¨ªdolo de Sevilla.

R. Pero Sevilla fue una plaza en la que me ha costado mucho ser reconocido. Transcurrieron varios a?os de frustraciones e incomprensiones hasta que se ha producido este maravilloso momento de comuni¨®n e identificaci¨®n. Este a?o he vuelto a encontrarme con sensaciones muy intensas. No s¨¦, el pulso, el ritmo, la naturalidad. Toreo sin presiones, me siento que puedo dar lo mejor de mi tauromaquia.

P. ?La madurez?

R. Noto menos ahora la presi¨®n del ansia de triunfo, la estad¨ªstica. El exceso de responsabilidad a veces limita. Disfrutas menos. Ahora disfruto hasta los fracasos. Quiero decir que soy capaz de encontrar lecturas positivas hasta de las tardes adversas. Estoy disfrutando mucho. Torear es vivir. Vivir es torear. Torear para m¨ª es una necesidad espiritual.

P. ?C¨®mo est¨¢ viviendo la irrupci¨®n de Roca Rey? No deja respiro el fen¨®meno peruano.

R. Estamos en caminos y circunstancias distintas. ?l es una novedad arrolladora, un gran revulsivo para la Fiesta, mientras que yo soy ya un veterano que responde de una trayectoria. Por eso la competencia se mide con criterios distintos y expectativas diversas. Roca Rey tiene una regularidad superior a la m¨ªa, pero yo tengo los recursos de una tauromaquia m¨¢s asolerada. No es lo mismo empezar que consolidarse. Estamos en etapas y situaciones diferentes. Y tengo cosillas que decir... Mi toreo ha ido ganando m¨¢s poso y m¨¢s peso. Toreo m¨¢s relajado. Pero esto no quiere decir que me haya descuidado. Todo lo contrario. Ahora que me preocupan menos que nunca las estad¨ªsticas, me preocupa m¨¢s la preparaci¨®n. Estoy m¨¢s motivado que nunca.

P. ?Le ha tentado alg¨²n partido pol¨ªtico, ahora, que los toros han entrado en campa?a?

R. Me han sondeado, s¨ª, pero nunca he tenido la menor intenci¨®n de meterme en pol¨ªtica. Ni porque me veo capacitado ni porque me interesa.

P. ?Y c¨®mo est¨¢ viviendo este proceso de politizaci¨®n de la tauromaquia?

R. Con bastante desagrado. Me da rabia que se vinculen los toros a la derecha, cuando los toros no representan una opci¨®n pol¨ªtica ni una ideolog¨ªa. Hay aficionados de izquierdas, de derechas, nacionalistas, y no nacionalistas. Los toros son v¨ªctima de una manipulaci¨®n pol¨ªtica que me desagrada. Y el origen fue precisamente la prohibici¨®n de Catalu?a. All¨ª se enconaron posiciones que en realidad no atacaban o defend¨ªan la tauromaquia, sino que la utilizaban como arma arrojadiza. El toreo es de la gente, no de la pol¨ªtica.