Los trastos de la memoria
Todo fluye con la naturalidad de un r¨ªo de la existencia donde el dolor y el ardor habitan un ¨²nico tiempo
![Deneuve, en un fotograma de 'La ¨²ltima locura de Claire Darling'.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/RQB4VKGNJ7U4LFTLERM6MRKGO4.jpg?auth=0fb95e955dedf2fc8898bd2f3580f710970f54db719b0fc214baa33089e8d653&width=414)
Demasiadas veces poner orden en la vida es recapacitar sobre nuestros propios recuerdos. Reflexionar y estructurar; expulsar lo superfluo, aceptar lo da?ino y agarrarse a las pocas o muchas certezas del pasado y del presente. Casi como un mercadillo con los trastos de la casa familiar: la met¨¢fora que utiliza la directora y guionista francesa Julie Bertuccelli en La ¨²ltima locura de Claire Darling, simb¨®lico drama sobre el irresistible peso de la memoria, con evidentes ecos de la pel¨ªcula madre en este sentido, Fresas salvajes, de Ingmar Bergman, y a¨²n m¨¢s paralelismos con una obra reciente con la que comparte no solo tema, tratamiento y espacio vital (una casona burguesa), sino tambi¨¦n el poso de mito y gravedad de su int¨¦rprete principal: El le¨®n duerme esta noche, de Nobuhiro Suwa, protagonizada por Jean-Pierre L¨¦aud.
LA ?LTIMA LOCURA DE CLAIRE DARLING
Direcci¨®n: Julie Bertuccelli.
Int¨¦rpretes: Catherine Deneuve, Chiara Mastroianni, Alice Taglioni, Samir Guesmi.
G¨¦nero: drama. Francia, 2018.
Duraci¨®n: 94 minutos.
Aqu¨ª es Catherine Deneuve la que envuelve la historia con la aureola de trascendencia que siempre acompa?a a la diva francesa, alrededor de las supuestas ¨²ltimas horas de vida de una mujer con un evidente desequilibrio mental que decide vender sus muebles y objetos como el que se deshace de los navajazos de la vida. A la manera de Bergman (y de Suwa), pero m¨¢s sutilmente, de un modo m¨¢s tenue en la imagen, Bertuccelli introduce en el mismo plano a los seres humanos del pasado junto a los del presente, para ir conformando un relato donde, aunque haya flashbacks, todo fluye con la naturalidad de un r¨ªo de la existencia donde el dolor y el ardor habitan un ¨²nico tiempo.
Con buena cadencia en la informaci¨®n, poco a poco se van desvelando tanto la tragedia familiar que agujerea el alma y la mente como las discutibles decisiones del pasado, y Bertuccelli, que adapta una novela de Lynda Rutledge, acude adem¨¢s a una suerte de metalenguaje interpretativo al otorgar el papel de hija del personaje de Deneuve a la de la propia actriz: Chiara Mastroianni. Y como ya hiciese en la notable El ¨¢rbol (2010), su anterior pel¨ªcula, la directora centra su discurso en la influencia del paisaje y de los objetos en un retrato alrededor de la locura, la culpa y la muerte, que ¨²nicamente da un importante resbal¨®n en su apocal¨ªptico desenlace: horrendo en lo formal, y m¨¢s que discutible en su fondo.
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