Islandia y Madonna: las dos banderas palestinas que se colaron en la final de Eurovisi¨®n

La bandera palestina rob¨® anoche el protagonismo a los ganadores holandeses del Festival de Eurovisi¨®n. Apareci¨® dos veces durante la gala y acapar¨® todos los comentarios en las redes sociales. Primero con una ef¨ªmera aparici¨®n de la mano de Madonna y luego durante las votaciones de la mano de los controvertidos representantes de Islandia, la banda Hatari. Para entonces, poco importaba ya el ganador. No se hablaba de otra cosa que de la osad¨ªa del grupo.

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Los islandeses defraudaron a los que esperaban de ellos en el escenario alg¨²n tipo de alegato antiisrael¨ª a favor del movimiento Desinversi¨®n, Boicot y Sanciones (BDS) y se ci?eron al guion en la presentaci¨®n de un tema punk cargado de erotismo y todo un alegato anticapitalista. No sucedi¨® lo mismo durante el periodo de votaciones, cuando ya no pod¨ªan ser descalificados, seg¨²n las normas del certamen. Aprovecharon el momento en el que eran el centro de atenci¨®n televisiva -porque se anunciaba el total de puntos que hab¨ªan recibido en el concurso- para solidarizarse con el pueblo palestino y exhibir las tradicionales bufandas con la bandera Palestina.

El gesto dej¨® de piedra a la presentadora Bar Refaeli y fue muy aplaudido en las redes sociales, donde los usuarios etiquetaron a los miembros de Hatari como "los verdaderos ganadores del certamen". Poco despu¨¦s, dos miembros de la organizaci¨®n, una mujer y un hombre, se acercaron al lugar donde estaban sentados los islandeses y les requisaron las banderas, a pesar de las protestas de los cantantes. "Dame por favor la bandera de Palestina", dec¨ªa el hombre. "Hay otra ah¨ª, d¨¢nosla por favor", se escuchaba a la mujer, mientras de fondo sonaba la voz de los presentadores que continuaban con la gala.

El momento m¨¢s esperado de la final de la Gala de Eurovisi¨®n fue la actuaci¨®n de la cantante Madonna, que en algunos momentos no estuvo muy acertada con el tono. Vestida por el dise?ador franc¨¦s, Jean Paul Gaultier, la reina del pop apareci¨® en el escenario cerca de la medianoche espa?ola y no decepcion¨®. Tras interpretar rodeada de bailarines vestidos de monjes el Like a prayer, todo un cl¨¢sico de su repertorio, dio paso a su nuevo single, Future, el tercero del ¨¢lbum Madame X. Una colaboraci¨®n con el rapero Quavo, que la acompa?¨® en el escenario. Durante la actuaci¨®n, la cantante quiso hacer un sutil gui?o al di¨¢logo y la paz que desat¨® la ira de algunos en las redes sociales. Dos de los bailarines que sub¨ªan la escalera abrazados durante el espect¨¢culo de la cantante llevaban en la espalda respectivamente la bandera israel¨ª y la palestina. Ambas ense?as compartieron escenario con la reina del pop, que cobr¨® 1,1 millones de euros por su participaci¨®n en el evento.

Previamente a la actuaci¨®n de la diva, algunos medios israel¨ªes filtraron que los presentadores Erez Tal y Bar Refaeli hab¨ªan tenido sus m¨¢s y sus menos con el equipo de la cantante, a los que no gust¨® el guion original redactado por los presentadores con lo que lo reescribieron para que quedase al gusto de la artista. Minutos antes de su actuaci¨®n, Madonna fue entrevistada en directo por el presentador israel¨ª Assi Azar con el que brome¨® sobre el matrimonio y al que le dijo que estaba encantada de estar en Tel Aviv. Junto a ¨¦l lanz¨® un mensaje para todos los participantes en el certamen. "Todos sois ganadores pase lo que pase", les dijo Madonna. La cantante tambi¨¦n asegur¨® que se consideraba una privilegiada por estar ah¨ª, e hizo un alegato al poder de la m¨²sica para acercar a la gente.

Antes de llegar a Israel, la cantante declar¨® frente a quienes la criticaban por participar en Eurovisi¨®n: "Nunca parar¨¦ de tocar m¨²sica para ajustarme a la agenda pol¨ªtica de nadie y no parar¨¦ de hablar en contra de las violaciones de los derechos humanos". Pero est¨¢ claro que la cantante tiene su propia agenda pol¨ªtica y anoche hizo gala de ella en el certamen frente a m¨¢s de 200 millones de telespectadores.

En el exterior del recinto ferial, unos cuantos manifestantes se acercaron con pancartas para protestar por la participaci¨®n de Madonna en el festival y por su celebraci¨®n en Israel. La protesta fue disuelta sin que se produjesen incidentes.

Como en cada gala de Eurovisi¨®n hubo actuaciones para todos los gustos pero sobre todo momentos que quedar¨¢n en la retina de los eurofans por su espectacularidad, como la puesta en escena de la representante australiana, Kate Miller-Heidke, que apareci¨® flotando en el escenario, balance¨¢ndose ingr¨¢vida, entre gorgoritos.

La bailarina instagramer Lizzy Howell le rob¨® el protagonismo a Bilal Hassani, el representante franc¨¦s, con una danza que dej¨® al p¨²blico boquiabierto. La enorme silla que form¨® parte de la puesta en escena de Dinamarca tambi¨¦n fue muy comentada en las redes sociales donde los internautas bromeaban durante la actuaci¨®n especulando sobre si el mueble ser¨ªa un nuevo producto sueco de la firma IKEA. Tampoco dej¨® a nadie indiferente la actuaci¨®n de Grecia. La cantante Katerine Duska y su coro alado fueron objeto de varios memes.

Mahmood, el representante de Italia, cosech¨® numerosos aplausos, sobre todo, tras cantar las primeras frases en ¨¢rabe durante la interpretaci¨®n de ¡°Soldi¡±. El representante anfitri¨®n Kobi Marimi, visiblemente emocionado, acab¨® su actuaci¨®n agradecido y entre l¨¢grimas.

Uno de los momentos m¨¢s memorables lo protagonizaron los ganadores de otras ediciones eurovisivas y la cantante grecoalbanesa Eleni Foureira, invitada de honor, que a punto estuvo el a?o pasado en Lisboa de alzarse con el Micr¨®fono de Cristal. Tambi¨¦n, c¨®mo no, la ganadora del a?o pasado, Netta Barzilai, volvi¨® a sorprender con la extravagante presentaci¨®n de su nuevo trabajo Nana Banana, en la l¨ªnea de su ¨¦xito eurovisivo Toy.