Oliver Laxe incendia el festival de Cannes con su pel¨ªcula sobre un pir¨®mano
El cineasta presenta la esperada 'O que arde', el primer filme en gallego en el festival, en la secci¨®n Una cierta mirada
Tras 10 a?os viviendo en Marruecos, Oliver Laxe vuelve a casa, a Galicia. "Es mi casa y a la vez no lo es, porque un cineasta siempre es extranjero, debe poseer una distancia para filmar", cuenta en Cannes tras el estreno de su tercer largo, O que arde. Laxe, por filosof¨ªa y por recorrido vital, ha reflexionado sobre eso: nacido en Francia, donde sus padres hab¨ªan emigrado, la familia retorn¨® a su peque?o pueblo de Lugo cuando ¨¦l cumpli¨® los cinco a?os. Y su ¨²ltima d¨¦cada ¡ªahora tiene 37 a?os¡ª la ha pasado en Marruecos. Hoy vive, de nuevo, en Lugo. Puede que Cannes s¨ª sea su casa: con su primera pel¨ªcula, Todos vosotros sois capitanes (2010), gan¨® uno de los premios Fipresci de la cr¨ªtica internacional. Con la segunda, Mimosas (2016), obtuvo el Gran Premio de la Semana de la Cr¨ªtica. Ahora sube de secci¨®n y presenta O que arde, la primera pel¨ªcula en gallego en el certamen, en Una cierta mirada.
En su tercer largo, Laxe muestra, con cierta narrativa, la vuelta a casa, tras cumplir su condena, de Amador, un pir¨®mano que, como dicen a su lado, "casi quema medio Lugo". En el pueblo le espera Benedicta, su madre, tan mayor como llena de energ¨ªa. La inclusi¨®n de Amador es compleja y m¨¢s cuando estalla un nuevo incendio. O que arde tiene una potencia visual exuberante y un sonido, tanto el de ambiente como la m¨²sica, cuidad¨ªsimo. El uso que hace, por ejemplo, de Suzanne, de Leonard Cohen, es prodigioso. "Cada vez cuento con m¨¢s medios, se nota. Tambi¨¦n maduro, crezco. Soy un cineasta de im¨¢genes, aunque en esta ocasi¨®n me parece que el filme es m¨¢s cl¨¢sico. Y al mismo tiempo, vanguardia. Hay varias dicotom¨ªas: es clara y a la vez oscura; simple y sin embargo compleja". Para Laxe no se puede perder vista al espectador: "Hay que ser generoso con ¨¦l, pero es que la pel¨ªcula es polis¨¦mica". Y por eso explica que para revelar algo hay que quitar el velo, "con lo que primero se oculta".
En esa zona oculta, est¨¢ el pir¨®mano. El cineasta dice que ¨¦l siempre sospecha cuando todo el mundo juzga algo. "Yo no justifico al pir¨®mano, sino que creo que hay mundos dif¨ªciles, que debemos cortar la cadena del dolor. Por eso no hay dial¨¦ctica, el espectador intentar¨¢ entender a todos". Y como explicaci¨®n del cine que defiende, subraya el di¨¢logo que tienen el protagonista y una veterinaria sobre Suzanne:
"Hemos rodado en el lugar en que naci¨® mi madre. Dir¨ªa que me he hecho cineasta all¨ª, y por eso el rodaje ha sido una bendici¨®n"
¡ª?Te gusta?
¡ªS¨ª, pero no entiendo la letra.
¡ªPara que te guste algo no hace falta entenderlo.
"Eso vale tambi¨¦n para el cine. Somos muy cartesianos, queremos entenderlo todo y eso no tiene sentido", asegura Laxe.
Galicia ¡ª"para bien o para mal"¡ª siempre ha estado en el interior de Laxe. "Hemos rodado en el lugar en que naci¨® mi madre. Yo voy all¨ª a escribir un par de meses al a?o, dir¨ªa que me he hecho cineasta all¨ª, y por eso el rodaje ha sido una bendici¨®n. Sent¨ª que hab¨ªa cumplido mi objetivo ya en la filmaci¨®n": Laxe quer¨ªa invocar a sus antepasados, honrarlos: "Cuando volvimos de Francia, ni siquiera hab¨ªa carretera. Tengo 37 a?os y siento que conoc¨ª la Edad Media. Mis abuelos ten¨ªan unos valores... mira, hablaban de los infortunios con desapego. Me marc¨® su aceptaci¨®n de la realidad, su humildad, su sentirse peque?os". O que arde est¨¢ llena de esos peque?os gestos como el corte del pan, el encendido de la estufa-cocina. "Echo de menos lo de mojarme, llegar a casa, cambiarme y hacer unas casta?itas al fuego". Son sensaciones que ¨¦l califica de "epid¨¦rmicas", que quiere trasladar al espectador, aunque probablemente sean m¨¢s tel¨²ricas. Laxe respira y dice: "Una vez acabada, me va a tocar hacer otra peli ca?era, de aventuras".
Laxe habla de Robert Bresson, Aki Kaurism?ki y Andr¨¦i Tarkovski como el padre, el hijo y el esp¨ªritu santo. "Y am¨¦n". El rodaje se dividi¨® en cuatro etapas y una coda final. "Primero fue el incendio sin actores, porque quer¨ªa cubrirme, nunca se ha rodado un fuego as¨ª. Despu¨¦s llegaron los rodajes de invierno, de verano. Y finalmente el ¨²ltimo d¨ªa ¡ªla vida me da lecciones, y cada vez acepto m¨¢s esos regalos¡ª de nuestra producci¨®n, en un octubre ya acabado y tras un verano sin fuego, hubo un incendio y pudimos meter ah¨ª a los brigadistas primerizos. La coda fue la filmaci¨®n de la secuencia final del helic¨®ptero".
Ahora Laxe quiere alejarse un poco del cine: habla de "disolverse" en esa zona gallega. ?Para hacer el qu¨¦? "Bueno, quiero trabajar en y para esa comunidad. El cine ayuda a entender tus neurosis, a comprender por qu¨¦ pides amor... En realidad lo hacemos todos los seres humanos, ?no? Cuando maduras te das cuenta de que no necesitas pedirlo, que ya est¨¢s rodeado de amor. En fin, sigo siendo un idiota. Me gustar¨ªa ser menos idiota a cambio de ser peor cineasta".
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