Tarantino y su carta de amor a un cine desaparecido
'?rase una vez en... Hollywood' es la demostraci¨®n de la enciclop¨¦dica cultura audiovisual de su creador, que por primera vez en su carrera homenajea a la televisi¨®n
Esta es una carta de amor. A una ¨¦poca en la que la televisi¨®n no se tomaba a s¨ª misma en serio. A una industria que languidec¨ªa mientras que los "malditos hippies" (como se les califica en pantalla en numerosas ocasiones) tomaban las riendas del cine. Al cine europeo que serv¨ªa de guarida a estrellas hollywoodienses en ca¨ªda libre, al spaghetti w¨¦stern, a Roman Polanski. Y sobre todo, a Sharon Tate. Todo eso y m¨¢s es ?rase una vez en... Hollywood, la pel¨ªcula m¨¢s esperada de esta edici¨®n de Cannes. Hace 25 a?os Pulp Fiction se llev¨® la Palma de Oro y Quentin Tarantino ha acelerado -aunque asegura que todav¨ªa le quedan detalles por pulir- para que su noveno filme llegara al festival franc¨¦s.
Tarantino ha sido muy cuidadoso con la proyecci¨®n. Rod¨® en anal¨®gico -en respeto a la ¨¦poca que retrata, 1969- y as¨ª se ha proyectado en su estreno mundial. Tambi¨¦n ha pedido -por redes sociales y en la misma proyecci¨®n (la organizaci¨®n ha le¨ªdo el mismo mensaje- que nadie destripe la trama, en consideraci¨®n al futuro espectador. Tambi¨¦n puede que, porque por primera vez en su carrera, el estadounidense repite el mismo truco, el mismo recurso narrativo, que en un filme previo suyo. Y mencionarlo ser¨ªa desmontar todo su castillo de naipes, un juego de malabares que podr¨¢ verse en Espa?a a partir del 15 de agosto.
No parece que ?rase una vez en... Hollywood vaya a proporcionarle ni la Palma de Oro ni muchos Oscars a Tarantino. Pero s¨ª que llegar¨¢ al coraz¨®n de much¨ªsimos cin¨¦filos. El director de Jackie Brown o Malditos bastardos es una enciclopedia cinematogr¨¢fica andante. Su pareja protagonista, Rick Dalton (Leonardo DiCaprio) -un vaquero televisivo venido a menos, un personaje que rememora a Clint Eastwood- y su doble de acci¨®n, Cliff Booth (Brad Pitt, soberbio), viaja a trabajar a Europa y ah¨ª el cineasta saca pecho de algunas pel¨ªculas y creadores que han madurado sus ecl¨¦cticos gustos: el spaghetti w¨¦stern de Sergio Corbucci (le denominan el segundo mejor director de este g¨¦nero para remarcar el tributo a Sergio Leone, que viene desde el t¨ªtulo) y Joaqu¨ªn Romero Marchent, a Nebraska-Jim, los paparazzis de Roma, los rodajes en Almer¨ªa... Cuando su Tate-Robbie va al cine a ver una de sus pel¨ªculas, Tarantino no truca la pantalla y muestra secuencias reales de La mansi¨®n de los siete placeres y de El valle de las mu?ecas. Tambi¨¦n siembra innumerables gui?os musicales: a los ya escuchados en el tr¨¢iler Los Bravos se suma, por ejemplo, Jos¨¦ Feliciano con su versi¨®n de California Dreamin'.
Aunque donde realmente se deleita es en la televisi¨®n de finales de los cincuenta e inicios de los sesenta. En las pel¨ªculas de Tarantino los personajes ve¨ªan la tele y hablaban de ella. En ?rase una vez en... Hollywood por primera vez hacen televisi¨®n. Su remedo de Rawhide (en Espa?a, Cuero crudo), la serie que lanz¨® a la fama a Eastwood, se titula Bounty Law, y mimetiza sus historias. El cineasta pisa el acelerador para los gui?os, mezcla realidad y ficci¨®n, hace cruzarse en una serie aut¨¦ntica, Lancer, a su protagonista, el actor James Stacy -que encarnaba a un pistolero llamado Johnny Madrid-, con el Dalton de DiCaprio. Inspira al representante que encarna Al Pacino, llamado Martin Schwarzs, en el m¨ªtico publicista Martin Schwartz. Por la pantalla asoman Steve McQueen, Bruce Lee, Charles Manson, Sam Wanamaker, la serie The F.B.I., Roman Polanski y los amigos del matrimonio Polanski-Tate... Se nota que Tarantino disfruta en la reconstrucci¨®n de un Los ?ngeles ya desaparecido, del que ¨¦l vio en su infancia sus ¨²ltimos rescoldos, un mundo m¨¢s libre y a la vez m¨¢s conservador, en el que cruzaban sus pasos la Am¨¦rica surgida tras la II Guerra Mundial, con el Nuevo Hollywood, los hippies, en el que se mov¨ªa el alcohol, las drogas y el sexo sin demasiadas contemplaciones. Era una ¨¦poca de inocencia que muri¨® el d¨ªa que mataron a Tate (en la pel¨ªcula Rick Dalton es su vecino). Con? ella, y con el rostro de Robbie, est¨¢n rodados los planos m¨¢s bellos, espejos de su mirada limpia, de toda la pel¨ªcula.
Finalmente, La Familia, el grupo liderado por Charles Manson, que el 9 de agosto de 1969, hace ahora medio siglo, realiz¨® la matanza en casa de Polanski-Tate. La pel¨ªcula transcurre en un fin de semana de febrero de 1969 y durante el d¨ªa de la masacre. Previamente surg¨ªan las dudas sobre c¨®mo encarar¨ªa estos asesinatos el cineasta, que ha encontrado en el guion que ha escrito durante cinco a?os una carambola para librarse del problema, y ha convertido a ?rase una vez en... Hollywood en la pel¨ªcula con menos violencia de su carrera. El retrato de La Familia es ajustado, no busca excusas y esparce en sus apariciones un terror palpitante. Ah¨ª Tarantino s¨ª explora caminos nuevos. Ah¨ª Tarantino s¨ª es Tarantino, el tipo que olisquea el riesgo y usa la palabra y los silencios como herramientas creativas, el hombre que entendi¨® que lo peor que le puede pasar a una pel¨ªcula es que aburra.
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