Gael Garc¨ªa Bernal: ¡°Hay que dirigir poco en la vida¡±
El actor y director mexicano presenta 'Chicuarotes', su segunda pel¨ªcula como realizador, la primera "como adulto"
"Jos¨¦ Mar¨ªa Riba", r¨ªe Gael Garc¨ªa Bernal, "es uno de los culpables de todo lo que vino despu¨¦s". En el a?o 2000 el espa?ol Jos¨¦ Mar¨ªa Riba trabajaba como programador y fue quien apadrin¨® Amores perros, de Alejandro Gonz¨¢lez I?¨¢rritu, e impuls¨® su paso por la Semana de la Cr¨ªtica de Cannes. Aquel estreno catapult¨® a I?¨¢rritu y a uno de sus j¨®venes actores, Garc¨ªa Bernal (Guadalajara, Jalisco, 40 a?os). De ah¨ª el cari?oso abrazo de ambos tras la proyecci¨®n de Chicuarotes, la segunda pel¨ªcula como realizador del mexicano, estrenada en Cannes fuera de concurso. "Es tu primera pel¨ªcula como director adulto", le brome¨® Riba. Y Garc¨ªa Bernal no pudo m¨¢s que asentir, porque en Chicuarotes se ha tomado tiempo para relatar con dignidad y fiereza la vida de unos adolescentes en los suburbios de los suburbios de Ciudad de M¨¦xico. "La he hecho en las condiciones que he querido, en un tama?o y tiempo que he querido, todo bajo control para poder experimentar y jugar. No me pudo la impaciencia de llegar y rodar", asegura feliz a EL PA?S a la ma?ana siguiente del estreno. "Ayer me lo pas¨¦ muy bien, porque vinieron todos los amigotes: Walter Salles, Fatih Akin, I?¨¢rritu... Solo falt¨® Alfonso Cuar¨®n porque se tuvo que ir antes".
En el principio de Chicuarotes no solo est¨¢ Amores perros. Tambi¨¦n Pulp Fiction. "Es cierto. Chicuarotes arranca con la misma situaci¨®n emocional que Pulp Fiction, algo que tambi¨¦n hizo I?¨¢rritu. Bueno, pongo gui?os. En el guion ya estaba y a m¨ª atrajo mucho el libreto. Por lo que contaba y el lenguaje en que lo contaba. Yo tampoco entiendo lo que dicen, de verdad, es un espa?ol muy alejado de m¨ª, y eso que tambi¨¦n son de Ciudad de M¨¦xico". Para Garc¨ªa Bernal, Chicuarotes es un consom¨¦ al que ha a?adido "todo tipo de alimentos, elementos". Y prosigue: "He dirigido bastantes cortos estos a?os desde que realic¨¦ mi primer largo [D¨¦ficit, en 2007]. He mejorado como cocinero, ya s¨¦ c¨®mo encarar lo que emociona, y en este caso el guion, cuando me lleg¨®, me conmovi¨® mucho".
Los chicuarotes -que puede traducirse como chile o terco- son los habitantes de San Gregorio Atlapulco, en el sureste de Ciudad de M¨¦xico. "De all¨ª todo el mundo intenta escapar como sea, y me gusta esa reflexi¨®n embrionaria que detona la pel¨ªcula: ?de d¨®nde carajo viene la violencia?", reflexiona. "?C¨®mo podemos parar esa espiral? Ni siquiera los gobiernos pueden lograrlo porque siempre hay algo emergente de la estructura nuclear, de la familia, que la alimenta. Si ah¨ª no hay amor, se crea el caldo del cultivo para la mentalidad del sicario, del muerto en vida, como le pasa a mi protagonista, Cagalera". Bernal incide en esa falta de amor. "Les falta esa canci¨®n de hogar, algo que yo s¨ª recib¨ª de mi madre. Los personajes est¨¢n muy alejados de mi vida, de verdad, y no por lo econ¨®mico -mi familia no ten¨ªa muchos recursos-, sino porque crec¨ª en un entorno amoroso".
"Yo crec¨ª en una comunidad volcada en el teatro experimental, donde todo el mundo le dec¨ªa s¨ª a la libertad"
El cineasta tampoco quer¨ªa dejar pasar la oportunidad de reflejar algo que le preocupa: "Deseaba levantar testimonio de la falta de esperanza de la juventud, que es lo m¨¢s doloroso. Ellos quieren ser; sin embargo, no tienen la libertad para ello. Yo no les juzgo, y por eso, sin premeditarlo, me han salido muchos elementos del w¨¦stern". Recurre a su pasado para subrayar ese pesimismo vital. "Yo crec¨ª en una comunidad volcada en el teatro experimental, donde todo el mundo le dec¨ªa s¨ª a la libertad. All¨ª una profesora me coment¨®: 'Gael, t¨² har¨¢s lo que quieras en la vida', porque en esos a?os yo estaba en la disyuntiva de ser soci¨®logo, periodista, pediatra rural o antrop¨®logo. Ella me inyect¨® confianza". Pues al final Garc¨ªa Bernal ha elegido una profesi¨®n que lo abarca todo: "Por eso me gusta actuar".
Al realizador le ha gustado ilustrar el alma mexicana. Uno de los chavales, Moloteco, quiere ser payaso, no disfrazarse solo para atracar. "As¨ª comenz¨® Cantinflas, dice en pantalla, y es verdad. De payasito en la calle. Es una de las pocas narrativas que impregnan la sociedad mexicana. Todo el mundo conoce los inicios de Cantinflas". Y de ah¨ª pasa los nuevos tiempos nacidos de la presidencia de L¨®pez Obrador, en el cargo desde el pasado 1 de diciembre, que no parecen respetuosos con la cultura. "Es complejo y con muchas ramificaciones. Dicen que les mueve la consigna del ahorro, tras c¨®mo qued¨® el pa¨ªs por los gobiernos pasados... Pero adem¨¢s hay algo en el populismo, tanto de izquierdas como de derechas, de concurso de popularidad. No les importan los logros t¨¦cnicos, la mejora de la burocracia. Priorizan la narrativa, y se ha impuesto el mandamiento 'hay que cambiar todo y os diremos c¨®mo va a ser'. Por ahora no hay comunicaci¨®n de esas nuevas reglas, aunque por lo escuchado solo suena a recortar. Es extra?o porque s¨ª ha habido avances en otros campos como los derechos humanos".
"Hay algo en el populismo, tanto de izquierdas como de derechas, de concurso de popularidad"
Y ahora, cuando vuelve a un plat¨® como actor, ?c¨®mo lo lleva? "?Genial! Cuando dirijo defiendo la din¨¢mica que surge entre int¨¦rpretes, que siempre me ha hipnotizado, y lucho por trasladar al cine la manera de trabajar del teatro, donde siempre puedes depurar cosas con alegr¨ªa... Los actores somos como ni?os, pensando en c¨®mo podemos ir de un lado a otro m¨¢s r¨¢pido. No hay forma correcta, solo hay juego. En un rodaje como actor, me relajo. Hay que dirigir poco en la vida. No s¨¦, ?diez pel¨ªculas? Pero de las buenas, de las que agarren".
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